15.- La mirada

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Dean despertó esa mañana con una sensación de incertidumbre anidada en su pecho, no sabía por qué, pero sentía que Jack no confiaba en él. La sensación mas que molestarle, le infundía una profunda pena, un malestar. El chico no le conocía, eso estaba claro, podía pensar lo que quisiera de él, pero la forma en que le había mirado el día anterior le hacía sentir incómodo. Dean sabía que si quería estar con Cas, debía conocer a Jack y ganarse su confianza, era su hijo y tenia claro que Cas amaba a su hijo por sobre todas las cosas.

Se quedó pensando, recostado en su cama, boca arriba y con la mirada perdida en el blanco cielo de la habitación. ¿Qué podía hacer el para mejorar la situación? ¿Como podía acercarse a Jack sin que se sintiera forzado o falso? Después de unos minutos de divagaciones, sacudió su cabeza y llegó a la conclusión de que solo seria él, el mismo Dean de siempre, que tal vez cuando los días pasaran y compartiera más con Jack, las cosas se arreglarían.

Luego de tomar una reconfortante ducha, se calzó sus vaqueros favoritos y una camisa de mezclilla que sabia que a Cas le encantaba, sonrió para si mismo recordando su promesa de mantener sus manos lejos de Cas. Que difícil iba a estar, cuando el sentía la creciente necesidad de tocar y sentir a Cas a cada minuto que pasaba a su lado. Suspiró resignado, y con una gran sonrisa en su rostro se dijo a si mismo que pensar positivo era lo mejor que podía hacer.

Al bajar, encontró a Cas y Jack conversando animadamente en el comedor, se rezagó un momento para escucharlos.

- Papá, te digo que Félix y Ben me estarán esperando para que salgamos, quieren pasar la noche en la cabaña que los padres de Ben tienen en la playa – Jack hablaba con voz firme y segura, una manera de expresarse que Dean noto era muy similar a Cas- Además, por si no te habías dado cuenta, llevo mas de medio año viviendo solo, me se cuidar bien. Por favor no te preocupes, estaré mañana en casa para el almuerzo.

- Esta bien hijo, pero no puedes culparme por preocuparme de ti, al fin y al cabo, soy tu padre y eso es lo que se supone que los padres hacemos – Dean noto un nuevo matiz en la voz de Cas, su tono era suave y calmado, este era el Cas padre que hasta el momento no había conocido- Llévate el jeep, si gustas, para que estén más cómodos.

En ese momento Dean decidió entrar al comedor, y dedicándoles su mejor sonrisa les dió los buenos días.

Cas le sonrió de vuelta, y Jack le devolvió el saludo, su boca sonreía, pero sus ojos le miraban inquisitivos.

- ¡Buenos días señora Riggs! Esto huele delicioso – La señora Riggs deslizo un plato frente a Dean, quien se había sentado a la derecha de Cas, frente a Jack.

- Desayuno ingles completo Señor Winchester, es el favorito de mi niño Jack- Dijo la señora Riggs dedicándole una mirada llena de amor al chico, quien le soplo un beso de regreso.

Dean observo su plato, había huevos con tocino, salchichas, tomates y champiñones asados. Además, en la mesa observo un gran jarro con jugo de naranja fresco, tostadas y mermelada. Por ultimo la señora Riggs le sirvió una humeante taza de Café.

- Se supone que el desayuno debe llevar té, pero a estas alturas se que usted solo consume café en las mañanas.

Dean le dio las gracias por todo y se dispuso a comer el abundante desayuno, aunque francamente no sabía si podría con tanta comida. Bebió el primer sorbo de su café y cerrando los ojos lo saboreó; la señora Riggs tenia razón, el no cambiaría su café de la mañana ni por el mejor té de Inglaterra. Al abrir los ojos, vió que Cas y Jack le observaban, lo que lo intimidó un poco, pero disimuló sirviéndose un poco de jugo de naranja.

- Dean, mi padre me estaba contando que debe volver a América dentro de un par de semanas- Jack preguntó mirando a Dean directamente a los ojos.

Dean pudo notar que el tono de azul en los ojos del chico, aunque era casi igual al de Cas, tenía unos matices grises que el sol hacia destacar. Y ahí estaba, esa mirada otra vez, una mezcla entre desafío e interrogante, la mirada de la desconfianza. Dean bebió otro sorbo de su café, y al mirar a Cas, vió que este le dedicaba una mirada de disculpa, tan dulce que hizo que Dean sopesara su respuesta, la cual había pensado sarcástica en un primer momento.

A través de las nubesWhere stories live. Discover now