¿Como se conocieron?

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—... Te veré después del trabajo, Levi — decía un hombre alto, rubio de ojos azules y espesas cejas, tras levantarse de la mesa, mientras se ponía su saco sobre su trabajado cuerpo, y se inclinaba sobre un joven de negros cabellos, ojos verdes y parpados caídos, llevaba un delantal de cocina con la frase "muérete".
Luego se dirigió al pequeño de la casa. Un niño de 5 años, de cabello negro, tes blancas y de destellantes ojos azules, levantaba la vista para ver a su padre y sonreírle.
—Estudia mucho y presta atención en clases, no te distraigas—
—Lo haré papá— sonreía él despidiéndose de su padre alegremente.
El menor era muy parecido al pelinegro, pero había heredado el color de ojos y la personalidad del rubio.
—Erwin, hay que hacer las compras del mes ¿vendrás con nosotros o regresaras a casa? — preguntaba el moreno levantándose también de la mesa, mientras el pequeño llevaba su plato a la pileta de la cocina.
—¡Lo había olvidado! Te espero en el centro comercial, necesito algunas cosas para el trabajo también, así que aprovechare mientras hacemos las compras—
—Llámame cuando salgas, no quiero hacerte esperar— decía el pelinegro poniéndose de puntitas sobre sus pies para alcanzar la boca del otro.
—Lo haré, te veo luego, te amo— decía tras inclinarse un poco para responder aquel beso.
—Y yo a ti— susurró para que solo el mayor lo oyera.
—¡Llegaremos tarde a la escuela papá! —
El mayor al fin salió de la casa.
El pelinegro aprovecho de lavar los trastes mientras su pequeño hijo iba por sus cosas para poder llevarlo hasta la escuela.
Se quedó un momento ensimismado en sus pensamientos, sonriéndole a la nada, luego de quitarse el delantal.
—Hoy sonríes más de lo usual papá— decía su pequeño hijo mientras jalaba de la sudadera de su padre.
—¿En serio? — dijo y alzo en sus brazos al pequeño, observándolo con atención.
—¿Pasa algo? — quiso saber mientras apartaba el cabello de su padre de su rostro.
—Nada en realidad, mejor nos vamos o llegaremos tarde— dijo el pelinegro.
Recogió la mochila de su hijo y se la echó al hombro para salir de la casa.
Subieron al auto, y el pelinegro aseguro a su retoño en el asiento trasero, para luego subir él también.
Encendió el radio del coche, y luego salió de la cochera.
De pronto una canción en especial sonó.
—Esa canción...— murmuró poniendo una cara de "¿es en serio?"
—¿Cómo fue que tú y papá se conocieron? — preguntó el menor.
"Oh Mierda" pensó. La canción continuaba y a su mente volvía el recuerdo de aquella noche.
Llevó su mano hasta su rostro cuando se detuvo frente al semáforo, y su rostro estaba rojo.
—¿Y bien? ¿Cómo se conocieron? —
—Bueno eso fue hace siete años atrás...

Hace siete años.

Un grupo de amigos caminaba sin preocupaciones por la acera, era fin de semana y como era habitual en ellos, solían visitar un karaoke de la ciudad. Aunque era algo casi rutinario, cada fin de semana era diferente cuando iban a ese lugar.
Levi, Petra, Auruo, Ghunter y Ed, un grupo de jóvenes como cualquiera, se reunían cada fin de semana para beber algo en aquel lugar.
Sin embargo, ese fin de semana seria especial para Levi.
En esa oportunidad, no habían sido los únicos que habían ido a aquel recinto. Otro grupo de personas estaba ahí con ellos.
Tres mujeres y dos hombres aparecían en la misma sala.
—Creo que nos hemos equivocado— decía uno de los hombres — estamos molestando, y esta sala ya está ocupada, el recepcionista debió equivocarse.
Quién hablaba era un hombre rubio, de ojos azules gruesas cejas y mirada amable.
Junto a él y de pie en la entrada de la sala, había un hombre mucho más alto que él, con leve bigote, y parecía que estaba oliendo algo. A su lado se hallaban las chicas.
Una de cabello castaño y tomado en una coleta y que llevaba anteojos, las otras dos, eran de la mima estatura, pero más bajas que la morena. Tenían el cabello corto, una rubia y la otra platinada. Una de ellas usaba también gafas.
—Deberíamos irnos Erwin— decía la rubia.
—¡No se vayan! — decía la pelicastaña, del grupo de jóvenes —No importa compartir la sala con ellos ¿verdad Levi? — se volvió a mirar a su amigo que estaba de espalda a ellos.
Este se volvió a mirar por sobre su hombro.
—Me tiene sin cuidado lo que...— se interrumpió cuando su mirada indiferente se encontró con la de aquel rubio alegre.
Se volvió a mirar la pantalla frente a él. ¿Qué había sido eso? Para nadie era un secreto que el muchacho sentía atracción por su mismo género.
—No me importa— concluyó Levi tratando de entender que había sido aquella sensación que hizo que su corazón latiera con fuerza.
Luego de explicar que no habría problemas por compartir la sala, la noche dio inicio.
Las cervezas y demás licores eran los invitados especiales de aquella velada. Realmente estaban divirtiéndose como nunca.
Luego de aquella noche. Ambos grupos de amigos continuaron asistiendo a aquel karaoke con bastante frecuencia.
El tiempo pasó, y continuaron compartiendo la sala, y una relación nació en el grupo de amigos.
Levi junto a Erwin, habían desarrollado con el tiempo, algo más que una amistad, cosa que, para ninguno de los miembros de aquel extraño grupo, era un secreto, ya todos habían notado que había algo más que solo una amistad. Pero aquella noche las cosas serían un poco diferentes.
—Estoy algo mareada— decía Petra sentándose junto a su amigo para descansar un poco luego de haber estado cantando con las demás chicas.
Empezó a sonar una canción,tTanto el rubio como el pelinegro se levantaron al reconocer aquel tema.
No era de esperar, pues ya todos estaban ya bastante bebidos.
—¡Vamos Erwin! — decían las chicas.
—No nos dejes mal Levi— animaba los chicos.

"... SAKANA SAKANA SAKANA
(Hiroshi: SAKANA!)
SAKANA WO TABERU TO

SAY YES!
ATAMA ATAMA ATAMA
ATAMA GA YOKU NARU
SAKANA SAKANA SAKANA
SAKANA WO TABERU TO
KARADA KARADA KARADA
KARADA NI II NO SA

SAA SA MINNA DE
SAKANA WO TABEYOU
SAKANA WA BOKURA WO
MATTE IRU..."

Una vez que las cervezas se acabaron, abandonaron todos juntos el local. Sin embargo, Erwin y Levi, habían planeado continuar con la "fiesta" en privado.
Lo único que no se había hecho esa noche, fue dormir. Aquella noche ambos bajo los efectos del alcohol, habían dado rienda suelta a su "relación" y desde ese momento, permanecieron juntos a pesar de todas las dificultades que se presentaron en su camino...

—...Así conocí a tu padre...— concluía el pelinegro algo avergonzado de la historia que había contado. Pero omitiendo la noche de locura y pasión que habían tenido aquella vez y que había sido también aquella noche en que habían decidido pasar el resto de su vida, juntos.
—Entonces ¿te enamoraste de papá a primera vista? — preguntaba emocionado el pequeño tras oír la historia de su padre.
—A tu padre le costó ganarse mi cariño, pues siempre decía que era una persona que no mostraba interés en los demás, pero yo me enamore de él apenas lo vi aquella noche en aquel karaoke, y si algo le agradezco, es el hecho de haberme dado un regalo invaluable.
Bajó del coche al llegar hasta la escuela de su hijo.
—¿Dónde está ese regalo ahora? — preguntó aquel niño ansioso, y mirando a los ojos a su padre tras descender del vehículo y se colgaba de la mano de este, quién lo guiaba hasta la puerta del establecimiento educacional.
—Ese regalo, está justo frente a mí, y me mira con esos ojos tan hermosos como los de su padre— decía el pelinegro inclinándose frente al pequeño y apartando el negro cabello que cubría un poco el rostro del menor.
—Sonreíste otra vez, las veces que los haces es cuando me miras o estás frente a papá—
—Puede ser, pero si lo hago en esas oportunidades como tú dices, es porque tú y Erwin son la mayor alegría que tengo, y cuando no los tengo junto a mí, porque estas en la escuela o Erwin en el trabajo, los extraño demasiado, entonces podemos decir que ustedes me hacen sonreír—
El pequeño niño siguió mirando a su padre. Luego le regalo un abrazo antes de entrar a la escuela, donde una chica de cabello castaño y que llevaba una coleta detrás de la cabeza.
—Levi...— saludo la muchacha.
—Petra... buenos días— contestaba Levi, mientras veía a su hijo ir a clases.
—Luces radiante hoy y también algo avergonzado...—
—Kenny me preguntó cómo conocí a Erwin. Debí contarle casi todo, eso fue vergonzoso...— dijo el muchacho mientras se ponía algo gruñón y sonrojado — estúpido Erwin— añadió.
—Aquella noche en el karaoke... y luego empezaron a irse solos y... —
—No lo digas así...— decía el pelinegro cubriendo la boca de Petra.
Petra reía encantada de ver a su amigo tan apenado.
El pequeño Kenny se había vuelto a mirar a su padre para despedirse de él agitando la mano, y Levi le devolvió el gesto sonriendo.
—Me voy a casa, llámame si sucede algo con Kenny por favor— dijo dándole la espalda a la mujer y regresando a su coche.
Una vez en él, apoyó sus brazos en el volante del coche.
—Estúpido Erwin...— repitió sonriendo.
Encendió el motor de su vehículo para regresar al fin a casa.

(Link de la version de Hiroshi Kamiya y Daisuke Ono)

Historias Cortas "Shingeki no Kyojin" (Erwin x Levi)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن