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Era la primera vez que Erwin Smith y Levi Akerman discutían de aquella manera. Y todo se debía a una mentira en la que Levi se vio involucrado.
Los gritos de ambos se oían por toda la instalación, y muchos dirigían su mirada hasta aquel punto de manera disimulada, preguntándose que había pasado para que esos dos hombres discutieran de aquella manera.
Erwin, estaba exaltado, era la segunda vez en años que dudaba de la palabra de Levi, de su palabra.
-... Podrías haberme dicho que mantenías esa relación con Yeager, me hubiera ahorrado el amarte como lo hice Levi-
-¡NO! - gritaba Levi y golpeó el escritorio de Erwin por la rabia que sentía por las palabras de quién había sido su novio hasta hace unas semanas -¿De verdad crees que entre Yeager y yo existe algún tipo de relación? - añadió el menor al borde de las lágrimas.
Erwin antes de contestar, observó atento aquellos ojos verdes que tenía frente a él y que lo miraban dolidos.
-Sí- respondió sin más Erwin y Levi soltó al fin su llanto.
No fue capaz de soportar más aquella situación y rodeando a Erwin, avanzó unos pasos antes de abandonar la oficina. Pero antes de hacerlo se detuvo con la mano sobre el pomo de la puerta y se volteo a ver al mayor.
-No- repitió de nuevo - te equivocas Erwin, no hay nada entre Yeager y yo... y déjame decirte algo. Desde que te perdí, no he dejado de amarte, sino todo lo contrario. Te amo cada vez más, y aunque Nile fue el que esparció el rumor de Yeager y yo, quiero que sepas que no es cierto. A pesar de todas tus hirientes palabras, a pesar de que soporté que me humillaras como lo hiciste, sigo amándote... Nile y Yeager pueden irse al demonio, ya no intentaré convencerte de lo contrario. Has decidido creerle a ese bastardo y no oír mi versión de los hechos. No imaginas como duele ... la única persona con la que me abrí y le mostré mi yo real... y a cambio recibo tu desconfianza y desprecio... puedes hacer lo que quieras, como me lo gritaste aquella vez, tu y yo ya no tenemos ninguna otra relación más que la de un Capitán y su Comandante...-
-Levi...- llamó Erwin y jaló del brazo al menor.
-No Erwin- dijo él soltando el agarre - eres libre de rehacer tu vida con quien te plazca. A mi déjame en paz.
Abandonó la oficina dejando solo a Erwin.
Salió de las instalaciones con sus lágrimas saliendo de sus ojos sin control.
Quería ducharse, quería ahogar su pena en una larga ducha, sin embargo, el haber discutido con Erwin era mucho peor que enfrentarse a la muerte cuando peleaban contra los titanes.
