¿Cansados?

4.8K 283 21
                                    

R+18

Disfrutenlo

No dudo que este ha sido uno de los días más agitados para los dos, pero al fin me encontraba solo en el cuarto con Erwin.
Se aseguró de cerrar con seguro la puerta antes de girarse y mirarme, y me alzó en sus brazos hasta llegar a la cama donde nos dejamos caer, Erwin sobre mí.
Lo vi llevar su mano hasta su cuello mientras tocaba una zona en particular de él, lucia cansado, y hasta me pregunté si sería buen momento para aprovechar de verdad nuestros pocos encuentros a solas y en privado.
Realmente me pareció que estaba cansado, pero apenas y estuvimos en la cama, se acercó rápidamente a mí y me estrecho entre sus brazos y no tardo en posar su boca sobre mi cuello.
-Deberías descansar, no luces muy bien...- mi boca decía una cosa, pero mi mente y mi cuerpo estaban deseando todo lo contrario.
No quería que se durmiera, estaba deseando que su cuerpo olvidara el cansancio, y que me amara como lo había hecho la primera vez.
-No mientas- me decía y me miró tocando mi rostro con una de sus manos, mientras la otra tomaba mi mano que estaba sobre mi regazo y temblaba un poco por los repentinos nervios que sentía cada vez que Erwin y yo teníamos esta cercanía. Estos encuentros carnales, se habían vuelto una necesidad en algún punto del camino.
-Ni tú ni yo queremos descansar y lo sabes, puedo verlo en tu expresión ansiosa- mis ojos observaban su boca que tan apetecible me estaba resultando y en lugar de esperar a que me besara, fui yo quien acorto ese pequeño, pero tan distante espacio que separaba sus labios de los míos.
- ¿A qué se debe que estés tan dispuesto, Levi? -
No respondí a su pregunta, no iba a decirle que no soportaba el hecho de no tenerlo junto a mí. Así que sólo me limite a besar sus suaves labios...
No tardo en empezar a desnudarme, y lo hacía con un cuidado que no recordaba haber sentido antes. Mi camisa se deslizaba suavemente por mis hombros al mismo tiempo que su boca dejaba caer sus besos en estos mientras la prenda era quitada de mi cuerpo.
Su mano astutamente quitaba el cinturón de mi pantalón para dejarle al fin tener contacto con mis temblorosas piernas, para finalizar deslizando del todo aquella molesta prenda.
Yo no quise quedarme atrás, también comencé a quitar la ropa que me impedía deleitarme con esa blanca piel sobre mí.
Nuestra respiración pronto empezó a volverse dificultosa, y la necesidad de besarnos aumentaba a niveles inimaginables. Mi necesidad de sentir sus besos en mis labios estaba asombrándome, pues hasta hacia un tiempo, temía ser besado, tocado y mimado por este hombre.
No niego que la primera vez no lo disfrute del todo como hubiese querido, aquella vez, habíamos simplemente experimentado, pero ahora todo era muy diferente. Este hombre era el único que podía ver mi verdadero "yo" ese que nadie más conocía.
De un tiempo a este, mis dudas y miedos respecto a nuestra relación, empezaron a disiparse y me preguntaba si sería muy inapropiado tomar esta vez la iniciativa.
"Bien, esta noche no quiero nada en mi mente que no seas tú" Relaje mi cuerpo y comencé a disfrutar del rose de sus manos en mí, comencé a disfrutar de mi atrevimiento al tocar también su cuerpo.
Finalmente terminé separando mis piernas voluntariamente una vez que cumplí con mi cometido de desnudar a ese hombre que me devoraba con tanta pasión, con tanta necesidad...
Al sentir su pierna rozar entre las mías, solté un gemido, el cual callé de inmediato cubriendo mi boca.
-No hagas eso- me dijo al separarse de mí y quitar mi mano de mi boca- déjame oírte- susurro sobre mi boca para luego besarme.
En ese lapso de silencio, oí o mejor dicho, oímos unos "suspiros" que no provenían de nuestra habitación. No eran de Erwin, ni míos. Al principio me sorprendí, pensé que quizás podían estar observándonos, pero al ver la expresión de exasperación en él, mi expresión cambio a una de perpleja y nos sentamos en la cama.
Erwin desnudo, se levantó, fue hasta el closet y tomó una toalla.
-Cubre tu cuerpo un momento Levi, no quiero que nadie más lo vea a parte de mí-
Me sonrojé al recordar que también había sido despojado de mi ropa y que ahora me encontraba a merced de Erwin y rápidamente me cubrí con las mantas.
Lo vi salir de la habitación y me cubrí hasta los ojos y volví a envolverme entre las mantas tratando de calmar mi agitada respiración.
Sin embargo, mi repentino aturdimiento se vio opacado por unos golpes provenientes de la habitación de al lado. Había olvidado que estábamos en una posada, y no en las barracas de la Legión.
Oía también que murmuraban cosas sin sentido o eso me pareció, curioso por querer saber más de qué diablos pasaba a solo unos metros de mí, me levante aun envuelto en las mantas y pegue mi oreja a la pared, que, a pesar de ser sólida, no impedía que los extraños ruidos llegaran hasta nuestra habitación.
-...Traten de ser menos escandalosos ¿quieren? Son molestos-
- ¿Ese es Erwin? - me dije al reconocer un poco su voz.
- ¿Comandante? - No reconocí esa voz - ¿Qué está haciendo aquí? -
-Nos atrapo la tormenta a Levi y a mi cuando regresábamos a la ciudad, pero...
-Bastardo...- Murmuré sintiendo mi cara arder -Eres un bastardo Erwin...-
- ¿Les importaría ser menos ruidosos por favor?- oí de pronto un leve ajetreo y un golpe seco.
La puerta de nuestra habitación se abrió una vez más y mi cara de vergüenza al ver a Erwin entrar por ella y que me encontrara en aquella situación, fue lo más vergonzoso que me había pasado hasta el momento.
- Eran Braun y Hoover ... ¿Qué estás haciendo ahí? - me preguntó y yo con mi cara roja, le devolví la mirada. Erwin, sin embargo, acariciaba mi rostro para luego besar mi cabeza.
Tras unos segundos en ese lugar, Erwin tomó mi mano y me regresó a la cama.
- ¿En qué nos habíamos quedado? - me dijo y volvió a besar mi cuello mientras nos dejábamos caer una vez más sobre ésta.
Le di un golpecito en la cabeza por las palabras que había dicho a esos mocosos, hacia unos momentos.
- ¿Eso a que viene? - me dijo haciendo algo parecido a un puchero.
-Eso, fue por hablar hablado demás- le respondí - no quiero que nadie se entere que tenemos estos encuentros, quiero que eso siga siendo algo solo nuestro ¿está bien? - acaricie su rostro que me miraba tiernamente desde arriba.
Soltó un suspiro mientras me sonreía.
-Como tú quieras- me dijo y sin tardanza atrapo mi boca dando paso así a lo que habíamos dejado pendiente hacia unos minutos.
Sus manos no tardaron en tocarme con dulzura y cariño, cuidando de no lastimarme.
Mis piernas fueron separadas con cuidado para darle lugar a posesionarse entre ellas, al tiempo que su mano tocaba mi zona baja provocándome espasmos leves al sentir el contacto de esta.
Cerré mis ojos un segundo y a ciegas busqué una vez más la boca de Erwin.
Mis manos que sostenían su cansado rostro pronto comenzaron un viaje por toda su anatomía, reconociendo un terreno completamente nuevo para mí y que me había planteado la idea de memorizar hasta el último rincón de su cuerpo.
La respiración agitada de Erwin chocaba en mi cuello al sentir su boca en él y que recorría también mi cuerpo.
De pronto a la altura de mi cadera sentí algo duro y húmedo, me atreví a mirar entre ambos y pude ver claramente la hombría de Erwin ya bastante elevada, me asaltó la duda, pues me preguntaba que lo había puesto así, aún mis manos no habían llegado a esa zona de su anatomía.
-Estas... bastante excitado- susurré en su oído para luego besar su cuello que estaba a mi completa disposición.
- ¿Quién crees que tiene la culpa? - me respondía de la misma manera.
-Supongo que yo...- murmuré y me sonreí por mi descarada respuesta, no podía ver su expresión, pero imaginé que también se sonrió al oírme decir algo así. Suelo ser alguien muy reservado, pero cuando estaba con Erwin, ese recato mío se iba al demonio cuando empezaba a sentir aquel calor y cosquilleo a la altura del ombligo.
Una vez más mis gemidos escapaban descaradamente de mi boca mientras Erwin frotaba su hombría sobre la mía...
Volví soltar un gemido que esta vez murió en la boca de Erwin. Y sin previo aviso, la mano de Erwin comenzó a masajear mi miembro con un ritmo realmente enloquecedor.
Aunque trate de callar mis obscenos gemidos, Erwin no lo permitía. Y estos poco a poco fueron subiendo en volumen.
Y repentinamente uno de sus dedos entro en mí, haciendo que mis uñas lo lastimaran, pero fue sin intención, es solo que la repentina intromisión de sus dedos en mi cuerpo, me tomó totalmente desprevenido, pero para mi asombro, no dolió, solo había sido el susto por tan inesperada acción...
-Lo lamento... ¿te lastimé? - me dijo y dejo inmóviles sus dedos en mi interior.
Negué cubriendo mis ojos tras dejar su espalda.
-No duele- dije sinceramente -no dolió en lo absoluto, es solo que...- separe mis dedos para poder ver entre ellos, y pude ver que me sonreía.
-Diablos...- dijo de pronto - luces demasiado inocente y adorable Levi- como amaba que mi nombre saliera tan eróticamente de sus labios...
Lo atraje a mi cuerpo jalando de la única prenda que llevaba en su cuerpo, el colgante. Besé su boca antes de susurrar en su oído.
-Por favor tómame...-
Nos miramos un momento sin decir nada, y una vez más sus dedos en mi interior retomaron su movimiento.
Mis manos apretaron las sabanas entre mis dedos al comenzar a sentir aquel placer que poco a poco aumentaba.
Erwin encimo suavemente su cuerpo sobre el mío, dejando su oreja junto a mi boca, quizás lo hizo esperando poder oír mejor mi voz al dejar escapar los sonidos que esta producía.
Las caricias, los besos, los gemidos, iban en aumento y nuestros cuerpos empezaban a empaparse en sudor y se calentaban a gran velocidad.
Sus dedos dejaron mi parte baja para separar un poco más mis piernas y darle el espacio que necesitara para posesionarse y mirarme un momento desde arriba.
Volvió luego a mi oído.
-Voy a entrar- susurró agitado.
-No digas nada... solo hazlo- dije y lo besé al tiempo que sentía su mano ir a su miembro, tomarlo y empezar lentamente a introducirla en mí.
Mi respiración se volvió algo pesada y entrecortada, y la de Erwin se sentía igual.
-Estás... enorme...- murmuré al sentir como entraba con tanto cuidado.
- ¿Eso crees? - me dijo cuándo se detuvo, luego de entrar por completo en mí.
-Eso creo...- respondí y tras un momento de paz entre los dos, le di a entender que podía moverse si así lo quería.
Comenzó con un vaivén lento y armonioso, para luego embestir mi interior con fuerza, y aunque yo no lograba decir una palabra, parecía entender que mi cuerpo pedía aún más.
Habíamos mantenido esta clase de cercanía en otras ocasiones, pero debo admitir que esta noche como nunca estoy sintiendo ser uno solo con Erwin.
Sentir como su hombría entraba y salía de mí, era realmente enloquecedor y nuestras respiraciones empezaban a ponerse difíciles.
- ¿Estas bien? - dije cuando se detuvo por segunda vez.
Asintió al tiempo que recuperábamos el aliento y apartaba mi cabello de mi sudoroso semblante.
-Lo estoy- me respondió agitado -pero quiero saber si tu estas bien con esto- me sonrió.
No respondí y solo me limite a acariciar su cansado semblante para luego besarlo.
- ¿Continuamos? - dije mirándolo sin poder resistirme a su encanto.
-Claro que sí- susurró y reanudo el movimiento de sus caderas.
Sentía su boca en todo mi cuerpo y su lengua recorriendo todo lo que estaba a su alcance, me sentía como un caramelo demasiado irresistible para él.
Las embestidas aumentaron y ahora no solo oía los gemidos eróticos que escapaban de la boca de mi novio, sino que también podía oír el sonido que hacia nuestros cuerpos al unirse de esa manera.
-Erwin...- susurré en su boca cuando nos besábamos tan apasionadamente -ya... ya no puedo más...-
Me aferre a sus brazos y los presionaba con algo de fuerza.
Sus embestidas ahora eran realmente frenéticas y aunque ya no podía más del cansancio y de la excitación, rogaba porque Erwin no se detuviera.
-Pero no quiero que te detengas- dije y cubrí luego mi boca por aquel atrevimiento.
Sus estocadas no se detenían y su rostro se escondía en mi pecho y de pronto lo sentí llegar hasta el fondo de mí y detenerse al mismo tiempo que algo caliente inundaba mi interior.
Mi miembro dolía un poco debido a la erección y Erwin lo tomó entre sus manos sin mirarme y comenzó a frotar con tanta intensidad que empecé a temblar tal como él lo hacía en ese momento, y mi esencia escurrió tanto por su mano como por mi torso mientras un ahogado grito de excitación rompía el silencio que se había mantenido durante los últimos minutos. Ambos habíamos llegado a nuestro límite.
Nuestros cuerpos estaban sufriendo espasmo debido al reciente orgasmo, pues es una sensación que no se puede explicar.
Definitivamente no recuerdo haber sentido esto antes. Tengo la impresión de que hoy realmente ambos disfrutamos este momento.
Me costaba respirar, mi boca se abría y cerraba levemente tratando de tomar aire. Pero Erwin volvía a besarme tiernamente y me envolvía en sus brazos.
Ya más calmados y con Erwin descansando sobre mí pecho, bese su cabello mientras acariciaba su cansado rostro.
-Eso fue maravilloso Erwin- Murmuré.
Erwin levantó la mirada hacia a mí y acarició mi rostro otra vez.
-Hay que repetirlo otra vez en otra ocasión ¿no crees? - besó mis manos y esa acción sonrojó mi rostro.
-Siempre haces cosas tan vergonzosas...-
-No puedo creer que digas eso después de lo que acabamos de hacer- rió.
Aparté mi mirada de él porque tenía razón, era tonto avergonzarme de algo tan común, siendo que hacía menos de una hora nos habíamos amado tan desenfrenadamente.
Tras besarme volvió a apoyar su cabeza sobre mi torso y jugué con su cabello.
-Descansa... mañana nos espera otro largo día...- Murmuré para luego cerrar mis ojos y dejarme vencer por el sueño.

Historias Cortas "Shingeki no Kyojin" (Erwin x Levi)Where stories live. Discover now