Frío

2.9K 220 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



La noche era tan fría como lo había estado siendo todas las noches anteriores.

Por primera vez en mucho tiempo, aquel joven dormía en su cama, ya que normalmente solía hacerlo en una incómoda silla.

Estaba envuelto en las delgadas mantas que solo dejaban ver su cabello negro azabache, y su pequeño cuerpo daba pequeñas sacudidas a causa del frío.

De entre las mantas, estiró su brazo para alcanzar el reloj de bolsillo que estaba sobre la mesita de noche que había junto a su cama.

Sus ojos verdes intentaban enfocar el pequeño objeto en su mano para mirar la hora, para luego mirar por la desnuda ventana de su cuarto, por donde se colaba la luz de la luna.

-3:30 de la madrugada- murmuró sentándose sobre la cama, cuándo su ojos adormilados notaron un leve destello en la habitación de enfrente.

-Aún estás despierto - se dijo y talló sus ojos para poder enfocar bien todo su entorno.

Tras sacudir un poco su melena, se levantó y se vistió para ir hasta aquella habitación.

Estaba haciendo mucho frío, sus dientes castañeaban levemente, su cuerpo se sacudía con fuerza, por las bajas temperaturas que estaba ofreciendo aquella iluminada noche de luna llena.

Al llegar frente a la puerta, acarició sus propios brazos y miró la madera que lo separaba de esa persona.

Se atrevió a llamar, y casi de inmediato la puerta se abrió.

-Levi - se sorprendió quién abría - ¿por qué estás aquí a esta hora? Deberías descansar-

Con su típica mirada de fastidio, entró a la habitación sin ser invitado a que lo hiciera.

-No tengo sueño, además, vi la luz de la vela e imaginé que estarías trabajando, vine a ayudarte con eso- dijo pasando junto ese hombre, evitando su mirada.

Dentro estaba calientito. Esa era una de las pocas habitaciones que contaba con una chimenea.

Aquel hombre sonrió y cerró la puerta luego de que Levi entrara.

-¿Cuál es la verdadera razón, Levi? No sueles venir aquí a menos que...-

Guardo silencio y esperó a que el menor respondiera. Lo conocía muy bien, conocía su forma de ser.

Entonces el moreno se giro sobre la punta de sus pies para mirar por la ventana hacia la nada.

El brisa nocturna agitaba la copa de los pocos arboles que habían cerca de la habitación.

-Es sólo que te extraño... casi ya no tenemos tiempo para nosotros- contestó abrazándose a sí mismo sin parar de temblar y bajo luego su mirada hasta sus pies.

El mayor se acercó por detrás y lo abrazó. Al sentir tan frío el cuerpo entre sus brazos, lo guio hasta la chimenea sin soltarlo.

-Lo siento... tienes razón, te he tenido un poco olvidado... lo lamento...- dijo y con la punta de sus dedos, tomó el mentón de Levi obligándolo a mirarlo para luego posar sus labios en los del menor.

-¿Ya comiste? - le preguntó el menor apoyando su cabeza en el pecho del mayor-

-Aun no- dijo y señalo un plato sobre su escritorio - cenaré cuando acabe con ese informe -

-Hoy es tu día libre Erwin, esos papeles pueden esperar, estas descuidando tu salud. No quiero que enfermes-

-Estas temblando y tú cuerpo está muy frío - dijo y lo dejó unos momentos para ir por una manta que tomó de su cama y se la echó encima a Levi.

-Erwin- dijo y con sus frías manos tomó las del mayor - ¿puedo quedarme aquí?

El mayor le sonrió otra vez de manera dulce. Amaba ver al Levi tierno y frágil.

-Por supuesto, quédate conmigo hoy- y besó la cabeza de Levi - te prepararé algo de té negro-

El menor lo veía ir y venir por la habitación, y luego Erwin dejó su cuarto para ir hasta el comedor y traer con él, una bolsita de papel, dos tazas, dos cucharitas pequeñas y una tetera de lata.

-Lo he estado pensando Levi, y quiero que duermas aquí conmigo, no quiero que sigas pasando frío en ese cuarto, como ambos tenemos libre hoy, te ayudaré traer tus pertenencias.

Levi miraba aquellos hermosos ojos azules, mientras Erwin le hablaba.

Abrió su boca para decir algo, pero Erwin lo calló con sus palabras.

-El "que dirán" es lo que menos me importa, si es lo que te preocupa- dijo al notar la expresión de Levi.

Regresó por sus papeles y se sentó junto a Levi, y junto al fuego que crepitaba en la chimenea. Y mientras bebían aquél té, fueron terminando el informe.

Entre bostezo y bostezo, Levi solo observaba al mayor que trabajaba concentrado en esos papeles. Erwin lucía agotado, y se llevó una mano hasta su cuello para masajearlo un poco, antes de volverse a Levi y mirarlo.

Faltando minutos para las seis de la mañana, el informe al fin quedó terminado.

-Esto ya está listo - dijo -gracias- lo besó otra vez, y se interrumpió cuando llamaron a la puerta.

Levi instintivamente se ocultó bajo la manta qué traía sobre los hombros.

-Soy Hanji Erwin, vengo por el informe -

-Ahora voy - volvió a besar a Levi luego de levantarse de su silla, tomar la carpeta y salir a entregársela a Hanji.

Volvió unos minutos después.

-Bueno, creo que mejor nos vamos a la cama-

Levi le devolvió una cálida sonrisa mientras asentía.

-Vamos- dijo Erwin y lo llevó con él.

Levi se abrazó a Erwin una vez qué estuvieron en la cama. Esta vez era Erwin quién apoyaba su rubia cabeza en su pecho.

Besó aquella cabellera y apoyó la suya sobre la de él.

-¿Ya no tienes frío? - se oyó la voz de Erwin y alzó su hermosos ojos hasta el pelinegro.

-No, ya no siento frío - dijo -te amo- añadió.

Erwin sonrojado se encimo sobre Levi y lo observó con tanta intensidad que el menor se puso nervioso.

-Te amo - dijo también para luego besarlo con intensidad, y tras dejarse caer sobre él con cuidado, Erwin terminó quedándose dormido entre los brazos de Levi.

-Descanse mi amado comandante -

Historias Cortas "Shingeki no Kyojin" (Erwin x Levi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora