Paso mucho tiempo desde la última vez que lo ví. Era demasiado pequeña y aún no entendía lo que sentía. Y aunque lo hubiera entendido en ese entonces no hubiera funcionado.
Pero la vida me dió otra oportunidad y no la dejare ir. Estoy Volviendo a Ti...
- mm disculpa pero no sé quién eres - me separo algo sonrojado.
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- me cansé de decir tantas veces mi nombre, pero por ti lo diré una vez más, me llamó Gine - sonreí.
- ¿Encerio eres tú? - preguntó entusiasmado.
- si - asentí, de un segundo a otro me abrazó con fuerza.
- creí que no volverías más - escondió su rostro en mi cuello.
- te extrañe mucho - acaricie su cabello, poco a poco pude sentir como algo húmedo caía en mi cuello.
- encerio te extrañé, han pasado demaciados años, deseé esté día por mucho tiempo - nos separó.
- pues aprovechemos que estoy aquí, voy a esperar a que termines de trabajar, luego te pasó a buscar - sonreí.
- no no, por cierto, ¿Quién es el niño que se esconde detrás del escritorio? - preguntó.
- Oh, me olvidé, ven Ez - el pequeño se acercó y lo cargue - el es Eziel-
- ¿Es tu hijo? - preguntó alarmado
- es mi hermano menor, el es Trunks - señalé a Trunks.
- es un gus- fue cortado por el repentino acercamiento de Trunks, quién lo tomo en brazos y lo levanto sobre su cabeza.
- que mono eres - le hizo cosquillas - no hace falta que seas tan formal, puedes decirme Trunks o nose - sonrió.
- me caes bien Trunks - río.
- a mi tambien me caes bien - le hizo cosquillas - les estaba por comentar que podemos irnos ahora abrió una ventana y salió con Ez en brazos.
- pero tú debes trabajar - señalé.
- yo soy el jefe - se encogió de hombros.
No me quedo de otra que salir por la ventana y volar junto a ellos.
(...)
Llegamos a una plaza, donde los tres pedimos un helado para luego sentarnos frente a un pequeño parque para niños.
- ve y pórtate bien - dejé que Eziel vaya a jugar con otros niños.
- bueno, cuéntame, ¿Qué fue de tu vida? - preguntó.
- bueno, mi padre desde que habíamos vuelto de la tierra, se puso muy estricto y comenzó a enseñarme todo sobre ser Dios de la Destrucción, el tiene planeado que yo tomé su lugar en algún momento de mi vida, además de eso, todas las semanas tengo una cita con mi prometido, el cual fué elegido por mi padre - expliqué - mi vida está totalmente planeada por él, hasta creo que ya eligió el nombre de mis futuros hijos - apoye mi cabeza en mis rodillas y suspiré.
- wow, debe ser un infierno, ¿Por que no te quedas a vivir aquí y renuncias a todo eso? - preguntó cómo si fuera muy fácil.
- no son así de fácil las cosas, ya fui elegida para ser la Diosa de la Destrucción de este universo y no se puedo cambiar a menos de que sea un caso especial como muerte o indisposición - expliqué - y tampoco quiero abandonar a mi padre, mi hermano ya lo ha hecho y lo destrozó - expliqué - Eziel es muy pequeño para tomar mi lugar - suspiré.
- ¿Al menos te llevas bien con tu prometido? - preguntó.
- ¡No!, Lo odió, no le gusta entrenar, es vegetariano (no tengo nada contra los vegetarianos) y no quiere tener hijos - me quejé - además solo habla de él y todo lo que importa es el - expliqué.
- debe ser insoportable - río.
- no te quieres imaginar - me apoye en su hombro.
- yo estoy obligado a dirigir la empresa de mi madre, lo cuál consiste en estar todo el día encerrado en una oficina, yo imagine mi vida entrenando, casandome con la mujer que de verdad amé, formando una familia y no creo que sea algo en mi futuro ahora - se encogió de hombros.
- creó que hay veces que los padres arruinan la vida de sus hijos pensando que los están protegiendo o evitando que nos equivoquemos - suspiré.
