Paso mucho tiempo desde la última vez que lo ví. Era demasiado pequeña y aún no entendía lo que sentía. Y aunque lo hubiera entendido en ese entonces no hubiera funcionado.
Pero la vida me dió otra oportunidad y no la dejare ir. Estoy Volviendo a Ti...
- hubo un percance, debo irme, los niños se quedarán con Trunks y Sam - me encogí de hombros.
- oh - suspiró con pesadez - despídete de esta futura anciana - me sonrió con los brazos extendidos esperando un abrazo de mi parte.
- claro que sí anciana - prácticamente salte a sus brazos, era tan reconfortante sentir el abrazo de una madre en estos momentos, sin querer deje correr algunas lágrimas por mi rostro - te voy a extrañar - beso mi mejilla y me soltó.
- voy a venir a secuestrarte un día - sonreí.
Me gire para mirar a Vegeta, este me miraba con extrañes. Me acerque y lo abracé, el luego de unos largos segundos me lo devolvió.
- a ti también te voy a extrañar, pronto te llevaré a entrenar conmigo - sonrei.
Me separé de él y camine fuera de la C.C .
Me teletransporte al lugar donde se encontraba el Ki del amigo de mi hermano, el cuál me trajo a la tierra.
(...)
Al llegar a mi planeta sentí la paz que tanto necesitaba, aunque está fuera mi destrucción.
Deje mis cosas y me senté en el césped a apreciar los planetas que se encontraban alrededor.
Toda la paz se fue al recordar a ese lindo joven que se robó mi corazón. Algo muy difícil para la mayoría exepto el.
No podía aceptar que mi debilidad era un simple mortal, hace no mucho Wiss me explico que muy rara vez una deidad se enamora y es muy difícil dejar de sentir aquello.
Sin más remedio me dormí ahí, donde descansaba la paz y reinaba la comodidad.
(Zzz)
Desperté con el ruido de alguien gritar con enfadó. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había dormido.
- ¡¿Donde diablos se encuentra mi hija Wiss?! - escuché la voz de Mi padre.
- papá, estoy aquí - camine hacia donde escuché su voz.
- oh, que bueno que estás aquí, ¿Donde esta tu hermano? - preguntó.
- se fue con Sam a hacer un viaje por el planeta tierra - me encogí de hombros.
- que bien, el pequeño debe conocer más el universo - asintió apoyando la idea.
- Wiss, has silencio un segundo - pidió mientras se paraba en una pose en la cuál parecía pensar - ¿Y porque tú no fuiste? - preguntó con curiosidad.
- preferí dejar las distracciones y meditar en el jardín el mayor tiempo posible, ya e superado la etapa física, ahora falta la mental - expliqué.
- oh, bien, me he enterado que has estado faltando a tus citas con Delian - levanto una ceja.
- concidero que es una pérdida de tiempo, después de todo me casare igual - me encogí de hombros.
- no lo sé, ambos deben seguir conociéndose, así que mañana mismo asistiras a la cita - asintió afirmando lo dicho.
- bien - asentí.
- cariño, necesitas un baño, ven, lo voy a preparar para tí - Wiss tomo mi mano y me guío al baño de aguas termales.
(...)
Al día siguiente me coloque uno de los costos vestidos de mal gusto que siempre me regala Delian.
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Termine de arreglar mi cabello, dejándolo cortó para luego encaminarme hacia el templo de mi padre. El siempre se encontraba allí comiendo o meditando.
— permiso — entre a la habitación.
– hola, veo que ya estás lista para irnos – acarició mi mejilla – igual de hermosa que tú madre – sonrió con nostalgia.
— desearía ser como ella — suspire.
– yo también – se retiró de la habitación dejándome sola.
Mi padre se a vuelto una persona exigente, su principal objetivo es que sea igual a mi madre y que me vuelva Diosa de la Destrucción del universo 7 , me crío para eso.
La perdida de ella es algo que jamás logrará superar, muy rara vez un Dios se enamora..y cuando pierde a su único amor se pierde a si mismo. Según Wiss, sus hijos son el único bálsamo que alivia el dolor de su herida.
Sin más remedio di medía vuelta y lo seguí. Llegamos a dónde se encontraba Wiss esperándonos para llevarnos al universo de la madre de Delian.
Al llegar me sorprendí al notar que quién nos recibió fuera Heles. Diosa de la Destrucción del universo 2 y madre de Delian.
Nunca me lleve bién con ella, es una persona demaciado Petulante e irritante.
— Buenos días — hice una reverencia al igual que Wiss.
– Buenos Días, ¿Que los trae por aquí? – preguntó.
– hoy nuestros hijos tienen una cita – comento.
– oh, que fachas traes niña, ese vestido es horrible e inapropiado para ser una futura Deidad – se mostró asqueada al mirar el anticuado vestido que traía puesto.
