Volviendo a Ti (Trunks y tú)

Capitulo: 07

Capitulo dedicado a: Lyn-Ale y Danulaa.
Lean lo último, es importante.

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Luego de charlar ambos nos recostamos en mi cama mientras recordabamos momentos de la última vez que había venido.

— mi padre no quería que volviera, piensa que son una distracción para mí — hice una mueca — pero no hay que hablar mucho de eso, Me sorprende que aún no vivas solo — comenté.

– viví solo un tiempo, pero era demaciado aburrido, así que volví – se encogió de hombros para luego bostezar.

— no quiero ser atrevida, ni mucho menos quiero que pienses mal — informé — ¿Quieres quedarte a dormir aquí? — pregunté.

– no pienso mal, me encantaría – sonrió.

— bién, pues si no te molesta voy a apagar las luces — sonreí nerviosa.

– no hay problema – me dió un beso en la mejilla.

Apagué las luces y ambos nos tapamos con las cobijas. Tiempo después la respiración de Trunks se relajó dando a entender que se había dormido. Me sorprendió que me haya abrazado.

Yo con una sonrisa en la cara me dormí con el rostro encerrado en el cuello de Trunks.

(Zzz)

Narra Trunks

Me desperte por unas cosquillas en el cuello, al mirar mejor me dí cuenta de que tenía a Gine entre mis brazos.

Ella se encontraba con el rostro en mi cuello, las manos en mi abdomen, el cual estaba completamente destapado dado a que me me habré movido y la camisa se subió, sus piernas estaban entre las mías.

Con el rostro totalmente rojo intenté moverla, dejándola acostada sobre su almohada.

Sonreí al verla dormir, tenía una pequeña sonrisa en el rostro, haciéndola ver Angelical.

Con cuidado comencé a ver cada una de sus facciones; pestañas largas, nariz respingona, orejas de gato peluditas, labios rosados y rellenos, dos líneas rojizas en cada una de sus mejillas. Según ella esas marcas eran normales en las hembras de la raza de su padre.

De la nada se estiró y me abrazó con fuerza, yo sólo reí. De repente escuché un bostezo y ví a Gine rascarse las orejas con fatiga.

– por fin despiertas – sonreí dandole un beso en la frente.

– lo siento, ¿Cuánto dormí? – preguntó mientras me miraba expectante.

— no estoy seguro, ¿Dormiste bién? — pregunté acariciando su cabello.

– exelente – sonrió.

Se sentó en mi regazo y río.

– hoy será el mejor día – asintió para sí misma.

— ¿A sí? — pregunté con una sonrisa.

– si, hoy vendrá Goten y podremos pasar el día los tres juntos – sonrió.