Capítulo: 14

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— ese no es el único problema, todos los humanos dicen que  es hermoso, pero no es cierto — solloze — ¡Duele mucho!, Me duele todo lo que me dice y hace, me duele su desconfianza, se que no nos conocemos muy bien pero—

– ese es el mayor problema, es muy difícil amar a alguien que no conocés, lo cuidas como si fuera un objeto que cualquier persona pudiera robar o mucho peor, romperlo – explicó – amar te hace débil pero eso no es malo – escuché un suspiro de su parte.

— no se que hacer — intenté parar las lágrimas.

– es muy fácil, dale su espacio e intenta conocerlo y que te conosca – río – ahora debo irme pequeña, ten en cuenta mi consejo – se despidió.

(Zzz)

Me desperté con el ruido de un ronroneo y algo moviéndose sobre mi pecho.

Cuando abrí los ojos note que Eziel estaba dormido abrazado a mí. Seguramente se despertó en la noche y toco mi puerta, pero con lo cansada que me encontraba no le abrí y entró sólo.

— buenos días pequeño — lo abrace y acaricié su cabeza.

– uhmm, buenos días – sonrió – tengo hambré – se quejó.

— bién, vamos a desayunar — me levanté de la cama y salí con Ez en brazos.

Al llegar al comedor ví como todos dirigían su mirada hacía mi, automáticamente Vegeta, Trunks y Sam se sonrojaron.

Bajé la mirada a mi vestimenta y chille, dejé a Ez en el suelo y volé hacía mi habitación.

Me vestí con un simple vestido rosa y unas zapatillas negras, bajé a desayunar fungiendo normalidad.

– Gine, hoy vamos a entrenar juntos – exigió.

— pídeme las cosas como se debe — exigí con el rostro totalmente serio.

– ¿Quieres entrenar conmigo? – preguntó de mala gana.

— clar—

– yo quiero ir con ustedes – chillaron ambos niños.

— está bien, obviamente ni Ez ni yo vamos a pelear con todas nuestras fuerzas — advertí.

(...)

– ¡Vamos Gine, aumenta tu fuerza! ¡No soy tan débil! – se quejó.

— ¡Háblame bien pedazo de Mortal estupido! — lo golpeé con mucha fuerza haciendo que quede enterrado en el suelo dejándolo muy herido y cansado — terminamos — aterricé en el suelo mientras veía como Bra y Ez seguían una mariposa.

Suspiré con una sonrisa.

— ruega que tu hija tenga un futuro donde no le sea necesario pelear — sonreí — niños — sonreí mientras volaba hacia ellos — ¿Vamos por un helado? — pregunté con una sonrisa.

(...)

Al llegar a la casa junto con los niños ví a Sam con un bolso haciéndome fruncir el ceño.

— ¿A dónde vas? — pregunte desconcertada.

– voy a recorrer, no conozco mucho la tierra, ¿Vienen? – preguntó con aires de normalidad.

— mmm, ahora que lo dices, yo tampoco la conozco mucho, voy contigo, ¿Tú qué opinas, Ezy? — miré a nuestro hermanito.

– ¡Si! – chillo feliz, de la nada la felicidad se le fue del rostro cuándo vio la expresión de incomodidad de Bura – ¿Bra puede venir? – preguntó.

— por mi estaría más que bien, pero la que tiene la última palabra es su madre — me encogí de hombros.

– bién, ustedes hablen con Bulma, al final del día debemos irnos, ve a preparar las cosas tuyas y de Ez – hablo pidiéndome lo último.

— está bien — bese su mejilla para luego seguir mi camino hacia la habitación.

Empaque en un bolso lo esencial para Ez y para mí, además de eso traje unas Cápsulas que me dió Bulma. Si bién somos seres poderosos y inmortales, a veces es lindo tener un día normal sin nada místico e inhumano.

Al terminar bajé las escaleras con un bolso y unas gafas de sol sobre mi rostro.

Los niños se encontraban sentados en el suelo junto a la entrada. A un lado divisé a Trunks, se encontraba con dos bolsos en los brazos, y a su lado Vegeta.

— ¿Que es lo que sucede aquí? — pregunté llamando la atención de todos.

De repente mi hermano entra a la habitación con una sonrisa en el rostro.

– oh, hermanita – me abrazó por los hombros con una sonrisa bastante traviesa – Trunks viene con nosotros a este fantástico viaje – advirtió – obviamente con el objetivo de cuidar a su hermana – explicó con una sonrisa burlona.

— yo no voy — sentencie.

Ví a Trunks a punto de objetar hasta que el Ki de Eziel llamó la atención de mi hermano y la mía.

Se lo notaba enfadado, tanto que su cola se movía de un lado a otro con brusquedad.

– tú me dijiste que vendrías, no es justo – hablo con enojo, su alterado ki estaba generando un aura que en tan solo unos minutos podría derribar la casa.

— bien, iré — hablé rápidamente.

Todo paró tan rápido como empezó, Ez se acercó con una sonrisa y abrazo mis piernas.

– gracias hermanita – sonrió haciendo que Vegeta lo mirará con terror.

– bién, ahora que no hay problemas, debemos irnos –

Volviendo a Ti (Trunks y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora