El Secreto Del Lobo Saga: CW #2

Capitulo 3

Entre clases y clases se paso mi día junto a Janeth que de forma cliché le toca las mismas clases que yo, no digo que me moleste pero digamos que es n poco intensa para como soy yo. Aunque creo que ella se dio cuenta en la segunda clases pues trato de calmar sus ganas de hablar con todo. A pesar de eso la pase bien junto a ella, no tuve que estar pendiente si el aparecía por algún lado del instituto.

Esas son las consecuencias que el dejo en mi.

Siento el viento en mi cara haciendo que mi nariz se ponga de un color rojo por el frío de esta, llevo varios minutos esperando a mis hermanos que al parecer se les olvido venirme a buscar pues cuando los llame, ya estaban en la casa cómodamente viendo televisión. Janeth ya se había ido ya que antes de que sonara la campana ya la estaban esperando en el estacionamiento.

El auto de mi hermano hace su aparición por el gran portón del colegio, pero no entra solo se queda ahí afuera por lo que me toca caminar el gran estacionamiento del instituto hasta llegar a la entrada. Entre al puesto de atrás sin decir nada ni siquiera dirigirle la mirada a ellos. Saben el frío que hace en Seattle y aun así tienen la desfachatez de olvidarse de mi, además, estar en el instituto sola hace que recuerde cuando esperaba hasta el final de las clases para que nadie viera como quedaban mis ojos al llorar tanto.

He aprendido con el tiempo que ha pasado, que el me a dejado marcada por toda la vida con tantos malos recuerdos.

- Emma, hermanita ¿No vas a decir algo? - Leo es el primero que habla pero lo ignoro, veo por el rabillo del ojo que Samuel también va a decir algo pero lo callo antes de que abra la boca.

- Son unos idiotas, me estuve congelando por su culpa. - Les digo viéndolo a cada uno para luego volver mi vista  a la ventana. Una parte es cierta pero la otra, que es mas fuerte y mas grande, es porque me hizo recordar aquellos momento y no se los digo por no querer arruinarles el día con mi pasado. El ha sido una gran influencia, no solo en mi, sino también en mi familia. Pero cuando subí al avión para venir a Seattle me prometí que el no iba a volver hacerme daño pero no lo he cumplido porque a pesar de que el esta lejos, me hace daño con sus malos recuerdos.

Los chicos tratan de que les hable pero la verdad tengo pereza de hacerlo, tengo sueño y siento que en cualquier momento me voy a dormir y se que si hablo, diré cosas entendibles así que me ahorro el bochorno. Al llegar a casa, me encuentro con los gritos de mi pequeño hermano por toda la casa y papa tratando de callarlo, cuando el nos ve llegar, sus ojos se iluminan y se lo que significa eso, es por eso que lo saludo de lejos y corro a las escaleras para refugiarme en mi caliente habitación. No me malinterprete, amo con locura a mi familia pero si algo he aprendido con el pequeño es que cuando mama no esta, nadie  puede calmarlo así que sus gritos serán para largo.

Cuando consigo un poco de paz en mi habitación, me dispongo a hacer las tareas pendientes y tal vez me ponga al corriente con las demás materias. Eso es lo malo de entrar después de que empiecen las clases.

*****

No se cuantas veces ya he bostezado, lo único que se es que ya estoy terminando mis deberes. Los gritos de mi hermanito cesaron como hace mas de media hora al igual que la puerta de la casa, lo que me da ha entender que mi papa o mis hermanos fueron a dar una vuelta con el, se que unos de esos tres hombres deben estar en casa porque ellos son incapaces de dejarme sola.

Cierro mi cuaderno cuando por fin termino mis deberes. Recuesto todo mi cuerpo en la cama y me estiro como si de un gato se tratara,me posiciono boca arriba y veo hacia el techo contemplado las letras que escribí en letras negras corrido y cursiva el día que llegue a este lugar.

"Vas a salir de esta y de cualquier otra porque nadie puede apagar tu luz"

Es una frase que encontré en internet después que el terminara de hacer lo que hacia conmigo cada vez que le daba la gana. Siempre me pongo a pensar en lo que viví en el pasado y a veces tengo unas ganas de estrellar mi cabeza contra la pared por ser tan idiota y a la misma vez tan sumisa pero también por ser miedosa, eso no quiere decir que no sigas siendo miedosa pero es que algunas cosas son difíciles de borrar. Con un suspiro me levanto de la cama y camino hacia mi closet de ahí saco unos pantalones cortos con una gran franela de color beige que dejaba al descubierto parte de mi clavícula y mi hombro, dejo todo en la cama y prosigo a bañarme.