4

9.9K 830 284
                                    

_¡¿Ya estás lista?! Estoy abajo ¡Apúrate!
-vibra mi celular con el mensaje de Caitlin.

Una amiga army. Vive lejos así que siempre nos comunicamos por mensaje, pocas veces viene.

Ya estaba vestida. Pero sentía que me olvidaba algo. Tenía esa sensación de que estaba incompleta. Pero sin más, bajo rápido.

_¿No te olvidas de nada? -dice Cait.

_Creo que no -dije mostrando preocupación en mi cara.

_Seguro que no. ¡Vamos! -dice y me jala de la mano hacia el carro de su papá.

Mi papá me había dado permiso para ir con Caitlin y con otros amigos al concierto.

Al subir a la miniban veo a mas o menos unos 10 armys sentados. Con Cait nos sentamos en los asientos de los cochoferes, o sea al lado del conductor.

Ella pone Run a todo volumen y todos empiezan a cantar fuerte. Luego pone go go y pues todos empiezan a hacer la coreografía en sus asientos. Así nos pasamos todo el camino hasta llegar al salón de las entrevistas. Solo unas cuantas nos quedamos pues habíamos comprado las entradas para ello. Los demás se fueron a comer algo cerca con su papá.

Habíamos llegado temprano, 2 horas antes.

Había regular personas. No estaba tan repleto ni tan vacío. Uno podía caminar fácilmente por todos los rincones.

Estaba muy emocionada.

En ese salón habían gigantografías de los miembros de BTS. También estaba sus copias en tamaño real.

Eramos 3: Margaret, una army que la había conocido por Cait, un chico callado que al parecer era muy cercano a ella y yo.

Había pasado 1 hora. Así que faltaba también una hora para que mis bebés salgan y hablen frente a las cámaras.

De pronto, me dieron ganas de ir al baño.

_Un rato -les digo a mis compañeros- Necesito ir al baño. Ustedes sólo paseen por aquí.

Me aleje intentando buscar el baño en el gran local.

Habían varios corredores y varias puertas.

Entro a uno de ellos y por suerte ese era el baño de mujeres.

Después de lavarme las manos, me las seco con mi pantalón y salgo.

De pronto escucho como si se hubiera roto vidrio.

Era de una de las puertas del gran pasadizo.

Abro la puerta en donde yo había creído oír el vidrio y veo a un joven sentado en el piso con la mano sangrando.

Mi primera reacción fue agarrar mi chaqueta y ponerla encima para poder detener el sangrado. Si lo dejaba así, podría darle hemorragia.

El chico se queja de dolor e intenta quitarse mi casaca de encima. Lo pongo de nuevo.

_Debes de ponerlo, sino la sangre seguirá corriendo y entonces... -dije cuando alzo mi cabeza a mirarlo.

Entonces es cuando me doy cuenta de quien era el gran joven.

Era Tae.

Era el mismo que vemos en nuestras pantallas, la única diferencia era que era más alto de lo que yo me había imaginado. Claro, la típica.

Me quedé como que en shock y a punto de llorar. Obviamente, de felicidad.

Entonces, cuando estaba apunto de gritar el reacciona.

_¡Sh! -dice con el dedo sobre su labios y empieza a hablar en coreano.

Había estudiado alguna que otra palabra en este idioma pero no lo dominaba del todo.

_... 제발요 (jebalyo) -dice por último.

Eso sí entiendo. "Por favor"

Supongo que no quería que diga nada sobre la cortadura.

Quería decirle que sin una venda o medicina, la herida podía empeorar pero no sabía cómo comunicarme con él.

Parecía que él también quería decirme cosas pero no sabía mi idioma.

Le hice mímica diciendo que me esperara. El asintió con la cabeza.

Entonces empiezo a rebuscar el cuarto para por fin toparme con un botiquín.

Esperanzada lo abro y encuentro una venda, pastillas y alcohol.

Entonces lo llamo a Tae hacia el baño con mímicas y este hace caso.

Le dolía mucho. Su cara lo decía todo.

Entonces abro la llave del caño, le saco el trapo y meto su mano en el agua. Así que ahora puedo ver bien la herida: era una pequeña herida de 2 centímetros.

¿En serio?

Amor platónicoWhere stories live. Discover now