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Claro que sabía a lo que se estaba refiriendo. Pero no sabía si hablaba en serio, o solo estaba jugando conmigo.

Entonces me acerco, le doy un pequeño golpe en los labio y le arrebato el plato.

_¡Oye! -dijo Suga sobándose los labios- ¿Estás loca?

Asentí haciendo un sonido pues tenía la boca llena del tocino que había comido.

_Aish -se queja.

_¿No querías eso? -dije con la boca llena.

_¡Come o habla! -dijo un poco desesperado- No hagas los dos al mismo tiempo.

Se subió al sofá y se quedó estático.

_¿Tienes hambre? -dije un poco compadeciéndome de él.

No respondió.

_Oye -dije y me acerqué a él- Toma.

Le enseñé el plato, todavía habían huevos revueltos.

_¿No tienes hambre? -dije y me lo quitó.

_¿Cómo no voy a tener hambre? No he comido desde ayer -dijo malhumorado y empezó a comerse todo lo del plato.

Solté unas cuántas risas.

_¿Hay más de esto? -dijo y se fue a la cocina.

Sostuve mi café y prendí el televisor.

Empecé a darle pequeños sorbos mientras que veía las noticias, como siempre, de corrupción, robos y muertes. El mundo estaba de mal en peor.

Suga me arrebata la taza y me la cambia por una de chocolate caliente.

_¿Ah? -dije.

_¿Qué? -dijo como si fuera obvio- El café no es bueno. No te quejes y tómatela.

Y le dió un sorbo al café.

A bueno, me cuida a mí pero él se lo toma.

¿Me cuida?

¿Me está cuidando?

¿Quién es él para cuidarme?

¿Mi amigo?

Después de un rato viendo televisión y comiendo, Suga se para, se pone su chaqueta y su gorra.

_¿Qué? -dije- ¿Ya te vas?

No me respondió.

Se acerca a la puerta, la abre y antes de irse se detiene.

_Espera por mí -dice y cierra la puerta de golpe.

¿Esperar por él?, ¿va a volver?

(...)

_¿De qué color me pinto el cabello? -me preguntó Hojin estando sentado en la peluquería.

A Hojin le gustaba pintarse el cabello de vez en cuando. No sé, se creía un idol y para decir verdad, sí se parecía a uno.

_¿ah? -me volvió a decir al no responderle.

_No sé -dije- Tu cabello marrón es hermoso.

La verdad es que me gustaba más el color de cabello natural, ya sea marrón o negro.

_Yo también te quiero pero quiero un color -dijo y se puso a pensar- ¡Ah, ya sé! Plomo

_¿Plomo?

_Ajá -dijo emocionado.

Me fui a esperar en el sillón estando con mi celular. Estaba pensando en las cosas que tenía que hacer después, como comprar los abarrotes, productos de limpieza pues ya no habían en el departamento y algunos libros que pedían en la universidad.

Terminaron con su cabello y me acerqué a Hojin. Tenía puesta su capucha azul.

_Y ¿que tal? -dijo mirándome- ¿Cómo me veo?

_Hermoso como siempre -le dije.

A veces me salía cursilerías de la nada. Hojin de verdad me traía enamorada para decir cosas por el estilo.

Amor platónicoWhere stories live. Discover now