Amor platónico

32

_¿Yoongi? -dije.

_Ayer cuando te llamé, Yoongi me colgó -dijo- Era él. Conozco mucho su voz.

_Ah, pues... -dije y me avergoncé un poco, no sé porqué- Estuvo en mi casa.

_¿En tu casa? -dijo algo curioso ya que puso sus codos sobre la mesa- ¿Entró a tu casa?

_Pues sí... -dije algo tímida- A veces duerme en la alfombra.

Solté algunas risas fingidas pero paré de hacerlo cuando vi a V no hacer lo mismo.

_¿Durmió en tu casa? -dijo con la cara de asombro.

_En la alfombra -digo aclarando.

El mesero nos trajo la comida. Al parecer V ya había pedido toda la comida antes de llegar.

Entonces empecé a comer mientras que le sonreía. Él solo se quedó pensando en quién sabe qué.

Después de un rato, empezó a devorar todo. Sí que tenía un buen apetito.

Terminamos y di las gracias.

Nos montamos al coche.

_¿Dónde queda tu casa? -dijo.

Entonces le dije la ubicación con timidez.

Mientras estaba manejando se le ocurrió hablar.

_¿Mañana estás libre? -dice sin dejar de mirar adelante.

_¿Perdón? -digo y este me mira.

_¿Qué si mañana estás ocupada? -dice con una sonrisa.

¡Esa sonrisa me estaba matando!

_Eh... creo que sí -dije no estando segura- Mis amigos me dijeron que me iban a llamar.

_Oh -dice él y llegamos a mi departamento- Entonces cualquier cosa me llamas o yo lo hago.

_Ok -dije sonriendo- Gracias.

Cuando estaba a punto de bajar del auto, V me agarra la muñeca como para retenerme. Volteo lentamente con un poco de confusión, preguntando con mi mirada un por qué o un qué pasó.

_Yo... -dice un poco nervioso.

_¿Si? -dije extraña.

_Yo... te mando un mensaje -dijo lento, como si estuviera inventándolo recién.

_Ok -dije de nuevo.

Entonces me soltó y pude bajar. Cuando estaba en la puerta, me volteé y moví mi mano en forma de despedida. Este hizo lo mismo dentro de su auto. Entré. No lo vi irse, pero supongo que lo habría hecho pronto.

Entro a mi habitación y huele a quemado. Al comienzo me asusto mucho, preguntándome de dónde pudo haber salido; sin embargo, cuando veo la cara de un Suga malhumorado, se me va.

_¿Llegando a estas horas? -dice el nombrado señalándome con una espátula que tenía en la mano- Tenías que haber llegado ya hace 1 hora

_Se me hizo tarde -dije dejando mis cosas sobre el sofá y tirándome, estaba realmente exhausta.

Chasquea la lengua.

_¿Qué has incendiado? -dijo bromeando.

_Solo se ha quemado un poco, no es gran cosa -dice malhumorado mientras que seguía haciendo algo en la cocina.

_¿Por qué simplemente no hiciste ramen? -dije con los ojos cerrados.

_¿Las cremas?

_Están en el segundo cajón de la refrigeradora.

Entonces escucho como hace ruido mientras intenta sacarlos mientras que mis ojos se van cerrando lentamente hasta quedarme dormida.

(...)

Mi alarma me levanta a las 4 de la tarde.

Me había quedado dormida en la sala, Suga estaba durmiendo en el otro sofá.

Me alisto para irme al trabajo.

_¡Ordena todo antes de que llegue o sino te mato! -dije y cerré la puerta.

Estaba en el trabajo limpiando algunas mesas cuando el jefe se me acerca.

_Oh, buenas noches -dije haciendo una reverencia.

_Quería hablar contigo -dijo un poco serio.

_¿Sí?

Dije y cambió de su rostro serio a un poco más amable.

_Quería pedirte un favor, ¿podrías trabajar algunas horas más? -dijo y antes de que pudiera responder, siguió hablando- Se te pagará bien.

Entonces me puse a pensar. Tal vez no sea una mala idea después de todo.

Pero, ¿todas las veces?

_Solo por esta noche -dijo leyendo mi mente- Es en un bar en el otro lado de la ciudad, se te llevara y se te traerá.

_¿Y por qué no pregunta a los demás trabajadores?

_Ya lo hice. Solo que nadie quiere ir porque es muy lejos. Y también por el mismo hecho de que sea un bar. Pero a ti no te da miedo, ¿verdad?

_¿Hasta que hora?

_Hasta las 10. Ándale, solo son tres horas, anímate.

_Esta bien -dije.

Entonces al terminar me dirigí al local con la movilidad que nos habían dado.

El bar era realmente lujoso y grande. También había una gran pista de baile. Mi trabajo solamente era limpiar las mesas desocupadas y lavar los servicios. No era tan malo, peor hubiera sido encárgame de los baños.

Cuando estaba lavando algunos trastes, veo de lejos una cara conocida, realmente conocida, estaba con una chica. Al comienzo dudé si en verdad era lo que estaba viendo, si mis ojos me estaban jugando una broma, sin embargo, cuando vi que este le dió un beso y mostró una gran sonrisa, pude distinguirlo.

_¿Hojin? -dije casi susurrando con la voz entrecortada.