Amor platónico

30

_¿C-cómo así tienes mi número? -dije un poco rara.

_E-eh, pues... -dijo sonando nervioso- Lo siento.

_¿Qué?

_No pude evitar tomar tu celular en la cafetería, de verdad lo siento.

En realidad no estaba molesta, no me molestaba en absoluto.

_Ah, bueno -dije aceptando la disculpa.

_¿Quien es? -dice Suga terminando de cocinar.

_Tae -dije rápido.

Puedo sentir como chasquea la lengua.

_¿Hay alguien ahí? -dice V, al parecer escuchando lo que acababa de decir- Lo siento, ¿estás ocupada?

_Pues -dije y me puse a mi mirar el panorama- En realidad, no.

Entonces Suga se acerca y me arrebata el teléfono.

_Sí, sí lo está -dice y cuelga.

Tira el celular en el sofá y él mismo se sienta.

_¡Oye! -le dije- ¿Estás loco?

_No te hace falta hablar con Tae -dijo malhumorado.

Estaba... ¿celoso?

_Sí que lo necesito -dije- Me dijiste que yo le gustaba y que había sufrido por ello, tengo que hacer algo.

_¿Hacer qué?

_Pues, no sé -dije pensando- Mostrando que en serio lo lamento, invitándolo a comer, yo que sé...

_No es necesario

_Para mi sí lo es... -dije un poco sentimental- No puedo hacer nada si sé lo que le hice.

_Entonces no te lo hubiera dicho -dijo entre dientes entendiéndose casi nada.

_Pero me lo dijiste -dije en voz alta para que escuchase- Y ahora que lo sé tengo que hacer algo.

_Entonces, haz lo que quieras -dijo de nuevo y empezó a comer mientras veía televisión.

Entonces el ambiente se volvió raro. Parecía como si hubiese tenido una pelea de celos con mi novio y ahora no me quiere hablar.

Pasaron algunos minutos para que por fin Suga hablara de nuevo.

_¿Tienes esas mascarillas?

_¿Qué? -dije desconcertada.

_Mascarillas para la cara -dice fastidiado- ¿No sabes qué son?

_Ah -dije entendiéndole- Sí tengo, ¿por qué?

_Tráelas

_¿Qué?

_¡Que las traigas, te digo! -dice malhumorado- ¿Acaso estás mal de la audición?

Chasquee la lengua y me fui a mi habitación. No sé porqué le hice caso. Busqué entre mis cosas y encontré algunos.

_Toma -le dije dándole.

Empezó a abrirlo.

_¿Qué? -dije- ¿Cuidas tu cara?

_¿Por qué tiene dibujos? -dijo renegando mostrándome la mascarilla.

_Yo que sé, así es el modelo. Me gustó.

_Aish, qué infantil -dijo en voz baja.

Entonces se lo puso.

Solté algunas risas. Se veía tan tierno.

En una de esas Suga se levanta y se sienta al lado mío. Me empieza a mirar tan fijamente que sentía un poco de miedo.

_¿Qué? -dije.

Se acerca más. Tengo la misma sensación que la vez pasada cuando... ¿intentó besarme?

Saca una mascarilla y me la pone rápido.

_Hey -digo intentando esquivar, pero ya me lo había puesto.

Estaba toda mal puesta.

Soltó algunas risas.

_Prefecto -dijo entre risas- Vamos a ver si hace milagros.

_¡Oye!

_¿Qué? -dice sin para de reír- Digo la verdad, vamos a ver si ayuda.

Entonces me di cuenta de que Suga era una persona que cambia de ánimos muy rápido. Hace rato estaba molesto y ahora estaba riéndose de mi cara. Puede estar muy serio, y después estar molestando o riéndose como loco como lo hacía ahora. Y eso es bueno, ¿no? Porque puede perdonar fácil, algo que yo no puedo hacer. Tengo la maldición de resentirme rápido y mantenerme molesta por días y días, incluso por varios meses.