24

6.5K 651 136
                                    

_¡Oye! -dije no bromeando. De verdad que no estaba bromeando, estaba molesta- ¡¿Por qué coges cosas sin permiso?!

Intenté quitárselo pero él me esquivaba.

_Aquí dice que me conoces muy bien... -seguía diciendo Yoongi.

Seguí intentando quitárselo.

_Y que soy bellísimo... -no paraba de hablar.

En serio que me estaba doliendo la cabeza de tanto tratar.

_Y ¿cómo iban a llamarse nuestros hijos? -dijo por último.

Entonces es cuando boté algunas lagrimas. Ni yo sé bien por qué. Tal vez de vergüenza, de impotencia, no estoy segura.

_Yoongi... -me quejé por último con un hilo de voz. Ya me había rendido de estar molesta. Ahora estaba ¿triste?

Lo deja en la mesa, frente mío.

_Aish, ¿estás llorando? -dijo y me levanté de la mesa.

Tomé mi libro y mis cosas y me dirigía a salir del local.

_Aish, ¿en serio? -dijo de nuevo Yoongi sin mostrar ningún rastro de arrepentimiento- ¿No aguantas ninguna broma?

Yo había amado a ese hombre toda mi vida, le había dado a él y a los demás toda mi adolescencia. Pero, ahora, sentía que lo estaba odiando. Realmente no sé porqué me puse a llorar pero que él me dijera que no aguantaba una broma, me hizo así.

Molesta regresé hasta la mesa.

_Sí... -dije intentando no botar más lágrimas- No aguanto ni una miserable broma porque así soy... Y no quiero ni voy a aguantar tus bromas nunca. Así que... no regreses.

Mis voz se recortaba un poco.

_No vuelvas a mi departamento -digo lo más fría posible- Tengo novio, debo respetar eso. No puedes estar yendo y quedarte a dormir como si nada. No puedes... No puedo, no quiero.

Yoongi estaba sentado. No me miraba a los ojos ni yo a él.

_Solo haz eso -dije molesta al último y me retiré rápido.

Tomé un bus y no pude evitar llorar. Todo el mundo me estaba viendo raro pero no me importaba, necesitaba llorar.

Cuando llegué a mi departamento, me encerré en mi cuarto y me puse a llorar mucho. Lloraba y lloraba.

Me había molestado mucho de que Yoongi haya roto mi privacidad. ¡Mi privacidad!

La verdad no era solo esa, no era solo que me haya molestado eso, sino que no podía volver a verle la cara. En ese libro cuento cada detalle de cómo me sentía y como me siento, de lo cuánto que me gustaba Yoongi. Moría de vergüenza y no podría volver a verle la cara. Tal vez por eso, mi cerebro hizo que me molestara con él, como una excusa.

Así que lloraba aún más por eso. Porque Yoongi no tuvo en gran parte la culpa, sino que mi estúpido cerebro que hace cosas sin pensar. Y mi absurdo orgullo no me iba a dejar a volver hablarle.

No tenía a nadie para poder contarle todos mis problemas. Tenía a Hojin, pero no iba a contarle de Suga. No quería. Puede que se moleste o que se ponga triste, así que no iba a hacerlo.

Abracé fuerte el peluche que tenía al costado.

Esa noche lloré por muchas horas preguntándome porqué había hecho eso. Tal vez me iba a arrepentir toda mi vida. Haber dejado ir a la persona más importante de toda mi vida por una estupidez de mi cerebro.

Amor platónicoWhere stories live. Discover now