Amor platónico

33

Algunas lágrimas se derramaron.

No, no, no. No puede ser cierto. Hojin nunca haría eso. Él no es así. Él no me engañaría de esa forma. Él...

Mientras que mi mente debatía si de verdad había visto eso, la lágrimas caían a montones.

Mi corazón realmente dolía.

Mis piernas se debilitaban y mi cuerpo empezaba a sudar. Me caí y una de las chicas que trabajaba allí intentaba levantarme.

_Señorita, ¿estás bien? -dijo sosteniéndome del brazo.

Entonces veo como Hojin logra verme. Su sonrisa inmediatamente se apaga y su mirada mostraba... ¿dolor? Pero... ¿por qué él tenía dolor? Si yo era la que estaba sufriendo.

Al parecer, él se disculpa con la chica y se acerca rápidamente a mí.

Me ayuda a pararme sosteniéndome del brazo, cuando ya estoy de pie, sacudo fuerte mi brazo para que dejara de tocarme.

_Dile al jefe que lo siento, tengo que irme -le dije a la chica.

_Ok -dijo un poco confundida.

_Gracias -dije y me marché sin voltear.

Cuando ya había salido, siento que alguien corre hasta llegar detrás mío.

Entonces de nuevo las lágrimas empezaron a caer. Eso era uno de mis otros problemas: llorar era mi especialidad.

Pero no eran completamente por la tristeza, sino que lloraba por frustración, estrés, molestia... casi por todo.

_Hojin... ¿cómo... pudiste? -dije con dolor en cada palabra.

Solamente se quedó mirándome con más y más dolor.

_¡Dime, por qué! -dije furiosa pero llorando más.

_Lo siento -dijo al último con un hilo de voz.

_¿Lo sientes?... ¿Qué sientes?

_Que vieras eso...

_Entonces tienes alguna excusa...

Me siguió mirando sin decir nada.

_No la tienes, ¿verdad?

Quería decir algo, pero se callaba al instante.

_Lo siento -dijo de nuevo- Perdóname.

_No lo puedo hacer, Hojin, ¿no entiendes? -dije con la cara de lágrimas- Me engañaste, ¿qué quieres que haga? ¿que te perdone? ¿sin si quiera darme alguna explicación?

_No puedo

_¿No puedes?

_No... ahora no puedo.

Entonces me enardecí de cólera, y a consecuencia de eso, lloré más aún.

Voltee de manera brusca en busca de un bus, sin embargo, parecía que no había vida en aquel lugar.

_Déjame que te lleve a casa, por favor -dijo y lo ignoré- Por aquí no pasan buses y las calles de noche son peligrosas.

Seguí ignorándolo.

_Solo déjame hacer eso, por favor -dijo y me atreví a mirarlo.

_¿Estás preocupado por mí?

_Claro que sí... -iba a seguir hablando pero el tono de mi teléfono, lo calló.

_¿Hola? -dije contestando al instante.

Mas que querer contestar, quería que Hojin se callara.

_Hola -dijo Tae- Solo... quería saber cómo estabas.

Entonces sentí que era mi salvación.

_Sí, quiero que me recojas -dije en voz fuerte para que Hojin escuchara.

_¿Qué? -dijo V confundido.

_Te mando mi ubicación

_¿Ubicación?

_¿En unos minutos? Ah, gracias, te quiero -dije y cuelgo. Mandé mi ubicación por mensaje tal como había dicho.

_¿Van a venir por ti? -dijo Hojin.

Lo ignoré de nuevo.

No estaba segura si Tae había entendido mi plan, si iba a recogerme o no.

_Puedes irte -dije después de rato- Vete.

_Voy a esperar a que te recojan

_¡Que te vayas!

_Solo déjame hacer eso

Entonces no volví a quejarme.

Gracias al cielo, después de unos pocos minutos, llega V con un auto diferente de la vez pasada, esta era una camioneta muy elegante y costosa con lunas polarizadas.

_Me voy -dije. No en forma de despedida sino para decirle que se vaya ya.

_Cuídate -dice sin recibir nada por eso.

No estaba segura de que era Tae el que estaba dentro; sin embargo acepté los riesgos.

La camioneta arrancó y pude ver a un Hojin triste mirando como se alejaba este.

Cuando por fin vi la cara de Tae, rompí a llorar.