Another Day in the Paradise

Sinceridad

Annie: vine a hablar contigo…

Joe: =O (titubea y cierra la puerta de golpe al recordar la condición en que se encontraba su rostro)

Annie vuelve a tocar el timbre de la casa. Kev, cansado por la insistencia, se pone de pie y avanza hacia Joe. Al verlo parado junto a la puerta sin ser capaz de abrir, lo mira enfadado, y lo hace a un lado para abrir él mismo.

Kev: (sorprendido, mirando a Annie)… tú eres la del parque

Annie: me gustaría que me dijeras Annie ^^… ¿puedo hablar con Joe?

Kev: sí, claro (abriendo la puerta)… aquí está!

Joe: =O (vuelve a cerrar la puerta y observa a Kev)… acaso no ves que hoy parezco un monstruo? =(

Kev: ¬¬ y tú crees que eso a ella le importa?... saliste con ella ayer, hombre; te conoce y para ella seguramente eres más que una cara bonita… la que no creo que tengas tampoco xD

Joe recordó que la cita nunca había sucedido. Y que a la chica que estaba esperando del otro lado de la puerta le había hablado una sola vez. ¡Ni siquiera sabía su nombre!... Ella le había parecido linda, pero nada más; sin embargo, no comprendía por qué quería darle la mejor de las impresiones…

Kev: le abro o no?

Joe: (cediendo) de acuerdo, hablaré con ella…

Kev se retira a la sala de estar, donde se sienta en el sofá junto a Nick y “the man” para seguir viendo la TV. Es entonces cuando Joe decide abrir la puerta. Allí estaba la chica, con sus cabellos castaños y sus ojos tornasol, tan sinceros como ingenuos.

Joe miraba el suelo, como buscando una piedra bajo la cual esconderse, o un agujero en el que enterrarse, avergonzado por su aspecto, pero la voz de Annie lo calmó por un segundo.

Annie: (sonriendo) no siempre tienes un buen día, cierto?

Él se limitó a darle un rápido vistazo y bajar la mirada nuevamente. Ella tan linda y él un mamarracho. Se sentía como en “La Bella y la Bestia”, o incluso en algo peor. Él, que siempre se sintió príncipe de cuentos de hadas, ahora parecía un adefesio más. Casi por inercia se sentaron en el pórtico, uno al lado del otro. Ninguno hablaba, pues el ambiente era incómodo. Joe jugaba con un botón suelto en su camisa y Annie pasaba de una mano a otra sus anillos. Al fin, ella decidió romper el hielo.

Annie: (sonriendo)… sabes algo?... Me escapé de casa… pero no para siempre, volveré después de hablar contigo (agregó cuando el chico la observó asustado, creyéndola una rebelde sin causa)… Necesito explicarte algo…

Joe: …. (silencio)

Annie: anoche no pude ir a la cita, porque mi madre me castigó… tenía cena con mis abuelos, que ya están muy ancianos… además viven lejos y… bueno, sólo quería decirte eso…

Ella se puso de pie rápidamente al notar que Joe no le sacaba los ojos de encima al suelo bajo sus pies, el que al parecer hallaba más interesante. Le parecía que estaba hablando sola, y que ya no era necesario darle explicaciones a nadie. Joe Jonas, el chico al que había plantado en el cine, la odiaba y no volvería a hablarle nunca más… ya que ni siquiera parecía dispuesto a oír sus explicaciones.

Annie comenzó a alejarse del pórtico. Joe, olvidando sus ojeras tan marcadas, se puso de pie y avanzó hasta ella. Le sujetó el brazo con su mano, para deternerla. Ella lo miró sorprendida, sonrojándose al instante.

Joe: (sonrojado también, pero ya no avergonzado, pues la miraba a los ojos) yo también tengo que ser sincero contigo… te invité a salir porque mis hermanos tenía cita y yo no… no quería ser menos que ellos

La niña se soltó de inmediato de su mano, ofendida. Con los ojos empañados se le perdió en la mirada tan firme que Joe tenía y le dijo:

Annie: (con voz quebradiza, pero intentando sonar fuerte)… tú crees que ser sincero es sólo decir la verdad?... no piensas en si la otra persona va a sufrir con lo que digas?

Joe: (sin saber qué responder) …

Annie: pensé que eras distinto a los demás chicos… escribes canciones tan lindas, que me pareció que tenías sentimientos…

Joe: niña, yo sólo intentaba…

Annie: ilusionar a la primera que se te cruzara???... ESO INTENTABAS???!!!