Another Day in the Paradise

Confesiones Apresuradas

//Narra Nick//

Annie nos hizo pasar a su casa como si nos conociéramos de toda la vida. Sabía que no me había equivocado al ir a hablar con ella, es una persona con un corazón enorme, siempre dispuesta a ayudar, aún si estás en los peores momentos.

Nos llevó a la cocina que yo ya conocía bien, y nos dio chocolate caliente. A Frankie le prestó una manta, para abrigarlo un poco. Nosotros nos habíamos ido de la casa con lo puesto, olvidándonos que era invierno, uno muy frío por lo demás.

Mientras nos tomábamos el chocolate, ella observaba a Frankie en silencio, esquivando mi mirada. Supongo que no quería que yo le contara algo grave delante de “the man”; Annie lo protegía mejor que yo, y eso que era mi hermano.

* ¿Quieres descansar un poco?- le preguntó a mi hermanito, cuando éste dejó a un lado la taza vacía.

* Me haría bien.- respondió él, mientras se limpiaba con la lengua el bigote que le había quedado.

Se lo llevó a la sala de estar y lo acomodó en un sofá, que se veía acogedor y muy cómodo. Ojalá Frankie tenga un buen dormir, a pesar de todo. En una de esas, cuando despierte, pensará que todo fue sólo una pesadilla.

* ¿Qué ocurrió esta vez?- me preguntó, sentándose a mi lado.

* No lo sé bien… ni siquiera sé si fue mi culpa, pero algo me hace sentir responsable…- respondí, viendo el suelo.

* Aún no me dices qué pasó…- rebatió, con una sonrisa.

* Kev está muy mal… creo que cayó de las escaleras… cuando lo vimos, estaba en el suelo, inconsciente…- expliqué, casi como tarado, pero no tengo idea cómo, pero ella me entendió.

Me sonrió otra vez, y esta vez volvió a ponerse de pie.

* Debes descansar…- recomendó, muy maternal, mientras se me acercaba- Por esta noche te puedes quedar, ya que es muy tarde… Pero mañana debes ir a ver a tu familia. Te lo dije antes, y lo vuelvo a repetir, ellos necesitan que los acompañes, no que huyas cuando más falta haces…-

* Huyo porque tengo miedo.- confesé de abrupto, interrumpiéndola- Temo que Kev muera por mi culpa.-

¿Qué fue lo que dije? Sólo reaccioné cuando me escuché hablar, pero era demasiado tarde para devolver las palabras a mi interior. Annie ya me había oído y me miraba sin comprender mucho. Me ruboricé pues sentía vergüenza. ¿Cómo puedo ser tan cobarde para siempre querer huir cuando las cosas se me escapan de las manos? ¿Qué clase de hombre soy? [aún un niño xD]

Dije eso sin pensarlo, casi como una revelación. Necesitaba decirlo, pero nunca estuvo en mis planes. De hecho, creo que no lo sabía antes de confesar… Lo descubrí sólo cuando hablé… Descubrí mi mayor miedo, ese temor incontrolable e irrefrenable que me hacía querer irme lejos, hasta quise matarme, para dejar de sentir remordimientos, culpas y temores.

Annie me abrazó.

* Todo estará bien, te lo prometo.- me decía mientras yo seguía impávido.

* Tú no eres Dios para prometer esas cosas.- respondí, testarudo y casi desfalleciendo- Nadie puede asegurarme que estará bien…-