De Azares y Fortunas

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//Narra Nick//

No me dijo nada, sólo me miró y yo observé sus labios húmedos que me pidieron que los besara. No me resistí, soy hombre de acuerdo, así que hice lo único que quería hacer, desde hace tanto tiempo. La crucé con mis brazos por su espalda, la acerqué a mí como un bruto y la besé. Me derretí al probar sus labios dulces como la miel, fueron mil sensaciones indescriptibles que nunca podré resumir en tan solo palabras.

Sus labios se entrelazaban con los míos en un beso que yo nunca quisiera que terminara; ojalá respirar no fuera necesario, o de lo contrario jamás dejaría que este maravilloso beso acabara. Lucy me respondió el beso con una pasión que yo

desconocía, ni siquiera Miley [puaj! Miley, que le hiciste tanto daño al pobre =P] me había hecho sentir así, en total éxtasis.

* Te amo… te amo… te amo…- le decía entrecortadamente cada vez que me separaba un milímetro de sus labios tan adorados, sólo para respirar y volver a reincidir.

No quería dejarla, nunca más la dejaría partir, así todo el mundo me odiara, para mí sólo importaba Lucy. Con ella a mi lado, el resto se volvía innecesario, sólo esta chica era la que me daba las ganas de vivir… Sus labios, sus labios dulces e irresistibles, los besé con locura, con pasión y delirio. Miley varias veces me dijo que yo no tenía idea de cómo besar como un hombre, pues creo que ella tampoco sabía enseñarme… Benditos labios que me hacían pecar [qué incoherencia de ideas xD], se me escapaban por segundos, pero luego volvían a mí y yo me perdía entre ellos. Podía sentirme en el cielo, en un paraíso que de lo perfecto no existe… La besé cuanto pude, y ella, en cada beso, me robaba la vida… o quizás yo se la entregaba, le entregué mi vida, mi alma y mi corazón en ese beso…

* ¡Entrega al rehén!- gritó Frankie de pronto.

Lucy, asustada, se separó de mí y observó a “The man”, sorprendida, pues éste la apuntaba con su pistola de juguete. Yo me puse entre ellos, como todo un héroe, para protegerla de mi hermano.

* ¡Nick!- volvió a gritar Frankie, que seguía apuntando a Lucy- ¡Apártate de ella, tengo que matarla y no puedo si tú estás delante!- [creo que todas quieren ser Frankie ahora xD]

* ¿Cómo se te ocurre decir esos disparates?- quise saber, más enojado que otra cosa.

Lucy me sujetó los brazos, para sentirse segura a mi lado. ¡Qué feliz me hacía eso! El tener la capacidad de proteger a alguien. Sí, me quise sentir como en una película de mafiosos, yo, el protagonista guapetón, protegiendo a la bella señorita del ladrón con aires psicópatas.

* ¡Hazte a un lado!- volvió a gritar- ¡O los mato a los dos!-

* No.- dijo Joe, que se acercó, pues antes sólo había estado mirando desde la puerta. Venía serio, con el ceño fruncido y su arma de juguete en la mano- A Nick lo mato yo.-

¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿O sea? ¡¿What?!... ¿Escuché bien? Sí, supongo que sí…. ¡Wait!... ¿Me quiere matar?... Dejé de preguntarme tantas cosas apenas vi que Joe caminó hacia mí, pero no me apuntó con su “arma”, de hecho se la entregó a Frankie y me tomó del cuello de la camisa. Me levantó unos centímetros del suelo, sin embargo, ni con eso, dejé de proteger a mi amada Lucy.

* ¡Maldito inconsecuente!- me gritó, lleno de furia- ¡Creí en tus palabras cuando me dijiste que estabas arrepentido!- me agitó con fuerza y me acercó más a él, mientras casi ardía de rabia- ¡Pero apenas la desgraciada se te cruza de nuevo, le das un beso!-

Yo no respondí. Joe tenía razón… Sin embargo, no me arrepiento de haberla besado. Miré el suelo, evitando los ojos de mi hermano, pues me sentía como un estúpido si los veía [eres estúpido por besar a Lucy =P]. Joe me sujetó con fuerza del mentón y me obligó a mirarlo. Estaba enrabiado, como un animal salvaje.

* ¡Esta no te la perdono, ni aunque me jures y me re-jures que te arrepientes!- fue lo último que dijo.

Después simplemente me dio un puñetazo en la mejilla que casi me vuela la cara. Y luego otro en el estómago y otro y otro y otro…

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now