Se acabó. El programa se acabó y toca volver a la realidad.
Aitana piensa como se hace eso, como se enfrenta uno al saber que nunca más estarán los 16 juntos, no volverán a convivir, no volverán a juntarse para las comidas, con sus bromas, sus risas, sus historias. Queda una gira por delante que se agranda por momentos pero nada será lo mismo.
Por el momento toca vestirse de rojo y empezar con las entrevistas.
Estamos a principios de febrero.
Se le da realmente bien contestar a todas y cada una de las preguntas, es clara, sincera y sobre todo muy natural.
La sonrisa es su mejor maquillaje.
Su vida ha cambiado en ese aspecto, ahora hace entrevistas, va a la radio, hace sesiones de fotos, va a programas de televisión y vive de manera ajetreada.
Hay una última gala que hacer con todos sus compañeros en la que cantarán las canciones más icónicas de la edición. Hay que saborearlo este último momento.
Mitad de febrero.
Lleva toda la noche en la cama llorando viendo vídeos de ella y sus compañeros en el programa.
Se levanta un momento de la cama y va al baño, realmente necesita estirar las piernas y enjuagarse la cara. Se apoya en la pica del
baño, mirando hacia abajo, la cabeza y el corazón le dan una tregua que no sabe si será muy larga, en cualquiera momento uno de los dos le explota, o quizá los dos.
Levanta la cabeza lentamente y se
mira al espejo. Las lágrimas se han llevado su maquillaje dejando solo restos corridos por los ojos y pegotes en la frente y las mejillas. Sus labios están llenos de pliegues en los que hay incrustados labial color burdeos.
Se enjuaga la cara con agua fría y se vuelve a
mirar. La imagen es la misma.
Vuelve a la cama decidida a no martirizarse más viendo vídeos ni leyendo Twitter ni abriendo Instagram. Sólo quiere dormir y descansar cuerpo y mente.
Pero como descansa la mente cuando por ella se repite una frase constantemente. Como si de una máquina de escribir se tratara, por su cabeza solo pasa la imagen de las teclas, una a una y después el corrido de la palanca de carro libre. Y una vez más la frase.
Yo te quiero más.
