Marzo

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Era viernes, 2 de marzo.

Se levantó pronto, muy pronto, demasiado pronto para su gusto. Se metió en la ducha y estuvo largo rato dejando caer el agua por su pequeño y delgado cuerpo. Salió de la ducha completamente relajada. Eliminó con la palma de la mano el vaho creado en el espejo y se observó. Le gustaba lo que estaba viendo.

Hoy se había despertado con el guapo subido y el corazón contento.
Se vistió con unos pantalones grises con finas rayas blancas, un jersey finito del color de las rayas y una chaqueta tejana. Había preparado la maleta grande, iba a pasar muchos días en Madrid y tenía programadas muchas entrevistas.

Su padre la esperaba en el salón dispuesto a llevarla a la estación de tren. Su relación era muy especial, con una mirada se lo decían todo. Aquella mañana en la estación de tren cuando se abrazaron despidiéndose ella
le miro y leyó en su mirada todo lo que él quería decirle. Y también lo escuchó de su boca porque era su padre, el que la había cuidado y protegido de todo y el que ahora se veía en la
necesidad de decirle a su pequeña que volase.

Disfruta, pásatelo genial y por favor haz en todo momento lo que te de la gana hacer. Te quiero.

Después de dejar su maleta buscó su sitio. Se sentó en su asiento y se puso los cascos, empezó a sonar 'Just the way you are'.

Se relajó.

Cerró los ojos y suspiró. En Madrid haría todo lo que corazón le dictara. Lo tenía muy claro.

Durante el trayecto se le acercaron varias personas a pedirle una foto y una firma.
No perdió la sonrisa en ningún momento.

Los últimos 30 minutos pudo relajarse al completo cerrando los ojos y conectándose a su música. Paz.

Salió de la estación y fue directa al baño.  Quería verle pero ante la respuesta de él (Qué bien, hay que verse ehh! 😉) a su mensaje de la noche anterior no supo como acabar de concretar un encuentro.

Salió del baño y se fue directa a por un taxi, era viernes, no tenía nada programado para ese día, todo empezaría al día siguiente.

En el taxi le escribió.

A - Luiissss ya he llegado, voy camino del hotel, no tengo nada para hoy, nos vemos?
L - Si! Tengo la mañana liada pero después de
comer si quieres, puedes venir a casa o me acerco yo al hotel...

No se veía aún pisando su piso y sabía que si salían a cualquier sitio les iban a fotografiar y tampoco le apetecía verse en alguna portada la semana siguiente.

A - Puedes venir al hotel :))
L - Hecho, cuando llegues me mandas ubicación, 16h va bien?
A - Ok, perfect 👌🏼

Llegó a la recepción y enseguida le dieron su habitación. Alucinó cuando entró de lo espaciosa que era y de la cama tan grande que tenía. Tenía auténtica debilidad por las camas de los hoteles, las almohadas, las sábanas, las colchas.

Inspeccionó armarios y baño y decidió antes de tumbarse en la cama poner en orden toda su maleta, iba a estar en ese hotel una semana y quería estar cómoda y sin todo tirado por todos lados.
Cuando acabó se desnudó, hacia calor en la habitación, se quedó en ropa interior y se tiró en la cama boca arriba.

Cogió el móvil y le mandó la ubicación.
Después entró en Instagram. Y le vio.

Había subido hacia apenas 10 segundos una foto fumándose un cigarro.
El pie de foto decía: Aquí, natural. De los últimos 🚭

Sonrió de medio lado y achinó los ojos. Ni él mismo podía creerse que iba a dejar de fumar.
Estaba tremendamente guapo en la foto. Pantalón tejano negro, jersey blanco, cazadora vaquera. El pelo despeinado, la muñeca llena de pulseras, los dedos a punto de coger el cigarro, el humo rodeándole la cabeza.

Sintió un cosquilleo en sus partes íntimas, apretó un poco las piernas juntándolas al máximo. Su cabeza la llevó a algunos momentos que la hicieron calentarse.
La imagen de él recién levantado pasándose la
mano por los abdominales, algunos besos en el cuello que le había dado, lo mucho que la hizo entrar en calor cuando se le acercó para bailar la noche de fin de año...
Fue deslizando una mano por su cuerpo hasta meterla por debajo de sus bragas. Separó sus labios y rozo con un dedo. A cada ojeada a su foto sumaba un dedo más. Sentía arder su cuerpo, separó las piernas y continuó su exploración.
No fue capaz de mirar la foto cuándo llego al orgasmo.
Le daba demasiada vergüenza.

Se quedó unos minutos tumbada.
Estaba completamente empapada y los fluidos de sus dedos empezaban a secarse. Se levantó y fue directa a la ducha.
Se envolvió en la toalla y definitivamente lo supo, también tenía debilidad por las toallas de los hoteles.
Se puso unas mallas y una camiseta y llamó al servicio de habitaciones para que le subieran algo de comida. Después de comer y de que vinieran a por la bandeja se quedó dormida.

La despertó el tono de su móvil. La estaba llamando. Deslizó el dedo y se acercó el teléfono a la oreja derecha.

- Hola

Estaba realmente dormida y su voz también. Él lo notó.

- Hola, estabas durmiendo?
- Si, me he quedado dormida después de comer.
- Vaya, lo siento...Bueno, que ya estoy de todo e iba a ir ya para allí.
- Vale, si, aquí te espero.
- No quieres seguir durmiendo?
- No! De verdad, ya he dormido un rato, enseguida me despejo.
Tengo ganas de verte -susurró-

Noto su sonrisa al otro lado de la línea.

- Y yo! En qué habitación estas?
- 122
- Perfecto, en media horita llego.
- Vale! Hasta ahora.
- Hasta ahora.

Recogió lo poco que tenía desordenado en la habitación y el baño y se sentó en la cama a esperar.

Sentía las manos frías y el corazón acelerado.

AgostoWhere stories live. Discover now