Madrid

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Os dejo un nuevo capítulo! El más largo que he escrito. Lectura de domingo. Decidme si os gusta y que os gustaría leer ahora que acabamos marzo y van a entrar en un nuevo mes o si echáis en falta a alguien en la historia. Disfrutad de la lectura, gracias por todos los coments y los 💙!

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El concierto salió perfecto. Todos estuvieron geniales y ellos dos...si os estabais preguntando si consiguieron ocultar sus sentimientos mientras cantaban la respuesta es NO.

Claro que nadie sabía de su relación, solo se especulaba pero la gente notaba esa química, esa conexión, ese amor.

Al final de la canción Luis estaba tan perdido en la mirada de Aitana que olvidó por completo lo único marcado de toda la canción, subir la
mano y unirla a la de ella.
Ella, que tampoco iba a tiempo reaccionó finalmente y primero le tocó el brazo y luego le cogió la mano. Los dos estaban partidos de risa.

- Luiiiisss tio la mano!!!

- Perdón perdón-estaba descojonado- no volverá a pasar, se me fue la pinza.

- Vaya canteo, amigo...

- Mucho canteo pero...qué podemos hacer? Es imposible ocultarlo.

- Sea como sea tenemos que conseguirlo.

Vaya, Aitana seguía con la idea aunque con cada actuación juntos, cada imagen, cada interacción, cada mirada fuera más difícil.

Realmente si ahora dijeran que estaban empezando algo su mundo se vendría un poco abajo. Desde luego las redes sociales se volcarían para bien y para mal.
Les apetecía que a ella la tacharan de mil cosas que no es y a él lo dejaran a la altura del betún?

No.

Les apetecía tener de sombra durante semanas  a fotógrafos y salir en todas las revistas del
corazón?

No.

No, al menos por el momento.

Ya habían lidiado con lo primero y no era agradable. Aitana había recibido menos críticas en comparación de Luis pero las que él recibía a ella le dolían por igual.
Luis siempre se hacia el fuerte, decía que nada le molestaba, nada le dolía, estaba demasiado feliz como para que los comentarios de gente que no tenían ni puta idea de nada pudieran hacer mella en él pero Aitana sabía que algo se le quedaba grabado. Era un corazón puro, un nene de 28 años dedicado en cuerpo y alma a la música y a su gente. Pero un chico con miedo.
Con miedo a la maldad humana, con miedo a aquellas personas que por entretenimiento, por moda o por rabia se pasan los días escribiendo burradas detrás de un nick.
Y Luis era su niño. Ella se había pronunciado algunas veces para que todo parara pero sólo conseguía que los dardos apuntaran también hacia ella.

Y eso a él le hacía arder.

Las cosas positivas en cuanto a su relación iban a seguir estando aunque no dijeran nada. Aunque la gente se impacientara le daban siempre la vuelta a todo y lo hacían un momento divertido. Eran unos cachondos y se lo pasaban teta leyéndolos.
Eran leales y respetuosos y realmente a esa gente con la que tenían una conexión especial poco había que decirles. Ya lo sabían todo. Y eso les encantaba.

En dos días Aitana se iba a Londres y en cinco Luis se iba a Luxemburgo.

Dos días que podían pasar haciendo lo que quisieran. Libres.

El día después del concierto lo pasaron descansando por separado. Real que estuvieron tanto ellos dos como el resto de compañeros durmiendo. Unos en sus pisos en la capital, otros en el hotel.

AgostoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu