Hora de avanzar

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Él se bajo del taxi y paró en la entrada a fumarse un cigarro. Necesitaba fumar. Estaba realmente nervioso.
Entró al hotel cruzando la puerta corredera, con un leve gesto de cabeza saludó al recepcionista y se metió por un pasillo que había al lado izquierdo del mostrador. Tan solo tenía que subir un piso pero aún así prefirió coger el ascensor.

Había pasado el día nervioso. Sentía mucho, había expresado ante todo el mundo lo que sentía, no se arrepentía para nada pero no había hablado con ella de todo ese tema.
Y no sabía si iba a hacerlo.
Se habían preguntado como iban las cosas, se hablaban de lo que hacían, de con quien estaban, de lo que comían, de la familia, pero nunca hablaron de la declaración de él.
Nunca hablaron de los sentimientos de cada uno.

Se miró al espejo del ascensor, se veía y se sabía guapo y estaba tan pletórico por estar componiendo canciones para su primer disco que la emoción y la felicidad laboral le hacían estar mas guapo aún.

Se plantó delante de la puerta y tocó con los nudillos un par de veces.

La puerta se abrió y la miró. La miró de arriba a abajo y volvió a subir. Se quedó en su cara, sonreía tímida y tenía las mejillas sonrosadas. Fue directo a por su abrazo.

La rodeó y la levantó del suelo y estuvieron abrazados unos largos segundos. Se sintieron, se olieron, se dijeron todo lo que se habían echado de menos.
Poco a poco la fue bajando hasta que los pies de ella tocaron el suelo. Entonces ella hundió la cabeza en su pecho y continuó el abrazo. La besó en la cabeza repetidas veces.

Habían pasado apenas dos semanas.
Para ellos era mucho. Demasiado.

Se separaron un poco, lo justo para mirarse a la cara.

- Como estás? -Preguntó él-
- Bien, contenta de verte, has visto qué habitación tengo? Es enorme - Dijo ella muy ilusionada-
- Está genial, sí!

La observó, los ojos de dormida, cansada y emocionada. Bajó un poco la vista a la nariz. Su peca. La peca de la nariz que tan bonita le quedaba. Se plantó en sus labios. Carnosos, dulces, brillantes. Daría hasta lo que no tenía por besarla.

Desde el otro lado ella lo observaba a él. Su pelo rizado, sus ojos pequeños que le transmitían alegría por verla, su nariz, un poco puntiaguda y de forma extraña. Su boca. Hubiera dado lo que fuera porque esa boca hiciera lo que habían hecho sus dedos unas horas antes.

-Bueno que, que tal todo, que tal con la familia? - La sacó completamente de su ensoñación. A él también le había costado salir de ese estado.
- Muy bien, he desconectado bastante y guay - Dijo mientras caminaba hacia la cama- Tú?
-Bien, currando, componiendo a saco, en el estudio y esas cosas - Contestó mientras la seguía a la cama, se sentaron los dos en ella.
-Estás componiendo mucho?
-Muchísimo. Exagerado. No paro, estoy en racha.
- Estás inspirado...
- Bueno...sí, todo lo que está pasando me inspira.

Había que salir de ahí, no pretendía aún meterse de lleno en la conversación, desvió el tema y lo llevo a algo más general.

Estuvieron largo raro sentados en la cama hablando de mil cosas, de sus compañeros, de sus vivencias, de todo lo que habían hecho, de periodistas, entrevistas, radios...
No podían estar más cómodos. Así, juntos.

- Oye, son las seis y media ya, madre mía Pedrito, vaya charla -Le rozó el brazo mientras sonreía, realmente habían pasado un or de horas hablando.
- Ya ves, joder ni me di cuenta de la hora, quieres hacer algo? Ir a tomar algo o...no sé- Dijo Luis
- Podríamos coger algo para beber e  ir a la terraza del hotel, te hace?
- Vale
- Aiisss Luis como te he echado de menos - Le abrazó, le apretó fuerte contra sí misma. Unieron mejillas y se raspó con su barba. Él le dio pequeños toquecitos a ambos lados de la cintura y ella saltó un poco al notar las cosquillas. Lo miró retándole aunque sabía que poco tenía que hacer. Volvió a abrazarlo y a sentir su barba en su cara. Notó su respiración en el cuello. Uno, dos, tres, cuatro...Haz lo que te diga el corazón...Pero ahora no.
- Voy al baño un momento, dijo

Se metió en el baño. Hizo pis y se lavó las manos. Se miró de nuevo en el espejo y lo notó. Otra vez no, pensó. Pero sí, estaba completa empapada. Tenía que cambiarse. No iba cómoda. Salió un momento del baño, se acercó al armario y cogió unas braguitas. Dio gracias a que el estuviera con el móvil y ni se percatara.
Realmente, la excitaba mucho, muchísimo.

En la terraza del hotel se sentaron en unas sillas uno frente al otro y pusieron los refrescos que habían comprado en la máquina en la mesita que quedaba entre los dos.

- Te importa que fume? -Dijo Cepeda
- No, no, fuma - Le dijo ella, realmente no le gustaba que fumara pero tampoco le importaba que lo hiciera en ese momento.

El sol se estaba escondiendo y en la cara de Aitana se reflejaba una intensa luz anaranjada. Estaba preciosa. Cepeda no podía tener mejor vista en ese momento.
El pelo se le aclaraba con la luz del sol, los ojos se le veían más verdes que nunca. Le gustaría tanto saber que pensaba, que sentía. Solo había una manera de descubrir todas esas cosas y en algún momento deberían hablar sobre ello.

-Que sientes? - Fue directo al grano
Ella sonrió sin entender muy bien la pregunta
- Que siento de qué?
- Que sientes, que piensas, que se te pasa por la cabeza ahora mismo.
- No sé, estoy a gusto ahora, guay - Realmente se sentía bien.

A él el sol le iba a la contra. Su imagen era relajada pero le notaba los hombros un poco tensos. El humo se escapaba de su boca y por un instante la imagen era de ensueño. Sus pequeños ojos marrones se le achinaban cada vez que daba una calada. Estaba sexy.
Pantalón tejano negro, sudadera blanca, chaqueta vaquera con mangas de sudadera. Muy sexy.

- Me alegro... -le contestó.
- Tú, que sientes? - Preguntó aún sin saber aún a qué venía su pregunta.
- Ya sabes lo que siento. - La miró a los ojos directa y profundamente.

En ese momento ella sabía por fin por donde iba la pregunta, a dónde quería llevar la conversación. No se puso ninguna barrera a ella misma, sentía cosas con él y por él. No le parecía mala idea hablarlas en ese momento. Quien no arriesga, no gana Y en este caso quien no arriesga, no avanza.

Era el momento de avanzar.

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No sé si os está gustando o no, voy a ir subiendo capítulos si veo que os interesa y espero que os gusten!!!

AgostoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora