Final feliz

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Colocó las revistas en la mesa de cristal y un café negro sin azúcar, regresó a pasos rápidos a su escritorio y centró su atención en la pc viendo algunas imágenes que los de publicidad le habían enviado para saber algún cambio y que el editor en jefe, su jefe directo, sea notificado. Sus redondos ojos miraron el reloj de la computadora. Quince minutos de retardo, como cada mañana desde hace un mes aproximadamente.


El editor en jefe, Neji Hyuga, era un hombre puntual por excelencia, jamás en todos los años que llevaba laborando en la editorial y que había sido su asistente personal y por lo que muchos empleados tenían que pasar antes de llegar a él, por más que intentaba recordar, jamás había llegado a las ocho más veinte, jamás. Esa irregularidad había iniciado hace un mes.


¿Qué cosa hacía que el genio que levantó a la revista y la colocó en el sitio numero 1en el top 10 de revistas más vendidas en New york, el hombre que solía llegar en algunas ocasiones antes que el sol saliera y antes que cualquier otra persona en el edificio, llegará tarde a su oficina?


El primer día, el joven y energético Lee, pensó que algo le había surgido. Era aceptable, pero cuando tal anomalía continuó sucediendo, la curiosidad y confusión lo saturó. Miró nuevamente su reloj y justo cuando contempló un ocho con veinte el ascensor abrió las puertas permitiendo a su jefe acomodando su corbata azul oscura que iba en juego su camisa de manga larga, las cuales estaban recorridas hasta los codos, color negra.


Al pasar junto a su escritorio le ordenó las ediciones de las portadas que sabían que publicidad había enviado, las había exigido el día anterior sin falta a primera hora, y que lo contactará con algunas agencias. Lee solamente confirmó con la cabeza cuando la oficina de Neji se cerró.


Aunque muchos lo dudarán y se rieran ante la idea, el hombre de grandes cejas era bastante listo. Su energética personalidad abrumaba a las personas dándoles por sentado que era un idiota. Empero si eso fuera cierto, el no estaría en el puesto que estaba. Su determinación, inteligencia y perseverancia fueron lo suficiente fuertes para hacerlo ascender desde lo más bajo de la pirámide y ahora era el jefe de muchos de los que estaban en el edificio. Aunado a esto se encontraba, la cual había desarrollado en demasía con el paso del tiempo y debido a su demandante trabajo, su habilidad de observador, por lo cual ante el suceso que lo mantenía expectante cada mañana, pudo determinar señales que con el adecuado análisis y hallando la pieza clave, conocería la razón del cambio de comportamiento del editor en jefe.


Punto número uno. Lo primero que debía resaltar era el hecho de que exactamente a las 8:20 am el Hyuga llegaba en el elevador, lo cual, implicaba que era un horario establecido. Si el opalino se encontrara en una situación que no pudiera controlar, su horario menguaría en diferentes horas, por lo cual era consciente de su propio horario.


Punto número dos. Siempre, al salir del elevador, el genio se acomodaba la corbata. A ojos de cualquier otra persona, podría tomarlo como un gesto insignificante o muchos no lo hubiera notado, pudiese tomar que se le hizo tarde y que llegando a la oficina, por su escaso tiempo, terminaba de arreglarse en movimiento. A ojos de él, esto era imposible. Conociendo a Neji Hyuga, el jamás saldría de su casa desalineado, era demasiado perfeccionista y pulcro.


Punto número tres. El Hyuga ya no hacía llorar a las personas. Su personalidad arrolladora, impecable y minuciosa le había otorgado un título en la empresa. El tirano Hyuga. Exigía hasta el punto del colapso de los empleados, forzándolos a adaptarse a su difícil ritmo y complicados ideales. Los errores y tardanzas no eran aceptadas, las cosas se hacían a su manera, en el momento que decía y como lo pedía. Así de fácil. Hace un mes que de alguna forma extraordinaria aquella fuerte personalidad había menguado, siendo de alguna forma más flexible, mínimamente, y respirando profundamente cuando su paciencia se había esfumado.

Antología NejitenWhere stories live. Discover now