Contenerse

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La puerta se abrió dejando salir a ambos ninjas dando por finalizado la misión de contención de los bandidos, ya que el reporte estaba hecho. Esos ninjas no eran tan fuertes pero hacían uso de ninjutsu lo cual imposibilitaba a las guerreras de la aldea de Nadeshiko.

Solamente bastó encontrar a los bandidos que intentaron escurrirse entre las calles de la isla, pasando desapercibidos, mezclandose entre las demás personas.  En algún movimiento errado lastimaron a la población dando su directa ubicación. Sin embargo no contaban que ciertos ninjas con gran habilidad los localizaron sometiéndolos en la plaza principal.

Las mujeres bastante orgullosas de si mismas, contemplaron al portador del Byakugan aplastando el rostro del bandido en la tierra. Tenten simplemente clavó a su objetivo al suelo con maestría.

—Eso ha sido demasiado fácil, aunque no puedo culparlas, si no has tenido experiencia con los genjutsu no puedes pasarlos.

Neji simplemente afirmó con la cabeza, tan de pocas palabras como siempre. Caminaban lentamente hacia el bote que los llevaría de nuevo a tierra para llegar a la aldea lo antes posible. Detener a los sujetos no había sido difícil, ni mucho menos localizarlos con ayuda de su byakugan. Simplemente estaba agotado, habían tenido varias misiones juntas y necesitaba dormir unas horas de sueño completas.

A escasos metros de su ubicación una mujer con cabellera oscura y ojos claros se plantó ante ellos con una posición defensiva junto con una mirada bastante decidida.

—Te reto a un desafío, ninja de Konoha.

Neji y Tenten caminaron más lentamente observando a la chica enfrente suyo. Sin embargo el Hyūga no estaba de humor de tales cosas y simplemente caminó pasando alado suyo, ignorando su declaración de duelo. Fue seguido por una curiosa castaña que se preguntaba por que tal repentina propuesta. Dicha acción simplemente encendió a la aldeana de Nadeshiko quien en un rápido movimiento sujetó el brazo masculino atrayendolo hacia ella y con ese impulso proporcionando un golpe certero.

Neji emanó chakra de su mejilla parando el ataque que lo tomó desprevenido y lanzó a la chica lejos de él, tomando una distancia considerable. Observó a la mujer enfrente suyo consternada, aunque le concedió suficiente tiempo de bloquear sus ataques que llegaron sin piedad.

Tenten permaneció al margen bastante sorprendida de tal comportamiento e intentando comprender que sucedía en este punto y que es lo que debía hacer. Neji no necesitaba su ayuda en eso.

El Hyūga se movió esquivando cada uno de los ataques físicos con elegancia digna de su clan. Intentó acertar dos golpes para detener a la chica, pero esta logró detenerlo interponiendo sus brazos como barrera. Una danza de lanzar y esquivar se desató en ese punto donde la mujer casi podría parecer un rival digno para el genio, bastante cercana a los movimientos a su compañera de entrenamiento, Tenten.

Era bastante buena.

Las mujeres que transitaban en los alrededores, de todas las complexiones posibles, se acercaron a observar la escena con cierto brillo en los ojos y una sonrisa bastante extraña que Tenten no pudo descifrar. Parecía que disfrutaban del espectáculo que se desarrollaba enfrente suyo y hasta comenzaron a cuchichear entre ellas, Tenten no pudo entender bastante ya que usaban regionalismos de la isla.

Después de un corto análisis del patrón de sus movimientos, Neji encontró una apertura dando tres certeros golpes al cuerpo femenino. Uno en el hombro derecho que era su lado dominante, uno en el estomago bloqueando gran parte de sus puntos del chakra ya que había una gran concentración de puntos y uno en su muslo derecho arrojándola en el suelo. Le dedicó una mirada bastante dura ante su comportamiento tan precipitado, sin siquiera evaluar sus habilidades. Le recordó a cierto ninja rubio que actuaba sin pensar.

Antología NejitenWhere stories live. Discover now