CAPITULO 18

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Canción: Sober - Selena Gomez

- ¡No me amenaces con esa mierda! – responde tirando la maleta a un lado me toma  por los hombros y me obliga a verlo a los ojos. – Me canse de que huyas cada vez que algo va mal entre los dos, de que rompas mis reglas y de que te pongas en riesgo.

- ¿Que querías que hiciera cuando te vi besándola? ¿Acaso debería quedarme a ver el espectáculo?

- Oksana fue quien se abalanzo sobre mí a besarme, la quite de encima mío, salgo a buscarte y tú lo que haces es irte a un parque, en medio de la noche, donde un drogadicto casi te mata por robarte - pasa sus manos exhasperado por su cabello-.
Ahora esto es lo que vas a hacer, te quedaras en esa cama, esperaras al médico  – dice mientras me sienta  en la cama de manera brusca.

- Voy a irme de igual forma.

Aprieta sus labios y sus puños.

- Nadie va a alejarnos, ni siquiera tú misma  - sale de la habitación dejandome sola.

Jamás lo había visto tan enojado.

El médico llega al poco tiempo para curar la herida de mi cabeza, así que cuando él se marcha me recuesto en la cama. Algunos minutos después escucho a Bruno entrar a la habitación.

- ¿Enserio te ibas a ir por eso? No puedo creerlo.

No le contesto absolutamente nada.

- ¡Te estoy hablando! - grita.

- Ya te dije no quiero ser tu amante.

Bruno suelto un suspiro.

- ¿Qué quieres Camila? ¿Poemas, chocolates y una cena bajo la luz de la luna? Esas estupideces no van conmigo, te ofrezco lo que puedo ofrecerte de mí, lo que prometí, pero parece que eso no es suficiente para ti.

- Quiero que me mires como si fuera la mujer algún día tu corazón amo. Siento que tu amor no es lo suficiente, y lo siento porque en realidad lo intenté...

- Suficiente, no quiero seguir escuchando.

- Pues lo vas a escuchar, dime ¿Cómo te sentirías tú si fuera un hombre el que me besara a mí? ¿Puedes colocarte en mi lugar?

- Yo no me preocuparía por mí, me preocuparía por el cabrón que lo estuviera haciendo, escucha si sigues huyendo de mí cada vez que sucede algo, todo seguirá igual entre los dos, así que adoptas el modo de mujer madura y dejas la niña rebelde o de lo contrario no podrás seguir conmigo.

- Entonces tu también deberías dejar de comportarte como los has hecho, fuiste capaz de comprar el departamento ¡Que maduro de tu parte!

Bruno no responde nada a lo que he dicho, sólo se limita a levantarse de la cama y salir de la habitación.

(...)

Despierto por la mañana mis cosas estan de regreso en las gavetas del closet supongo que han sido las empleadas por orden de él mismo, ignoro el hecho de que haga lo que haga se saldrá con la suya.

Tomo la toalla y me meto a la ducha, una vez me he dado un buen baño y me he cambiado de ropa bajo las escaleras hasta el comedor pero no se encuentra allí como de costumbre, es posible que este en su oficina. Subo los escalones hasta que estoy enfrente de la puerta.

- Bruno, soy yo.

- Pasa - escucho su voz ronca detrás de esta.

Entro a la oficina, lo encuentro con la mirada seria puesta en su laptop. Es claro que aún sigue enojado por lo de ayer.

Pasión Italiana (Ya en Físico)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora