CAPITULO 49

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Canción: Hello - Adele

-Camila deja de llorar, no es bueno para el bebé - la voz de Laurent no me tranquiliza, lo único que logra es que recuerde cuan horrible es la sensación de estar sin él a mi lado.

- Déjame sola - digo mientras voy a mi habitación. Una habitación que se hace tan estrecha, tan grande, tan vacía, tan solitaria.

En mi vida las cosas no han sido sencillas, de hecho nunca lo fueron, cuando papá murió, Stella y yo prometimos cuidar de mi madre, cuando Stella murió, la única que podía ayudarla era yo y así lo hacía, recuerdo como si fuera ayer mismo cuando roge al cielo por un puesto como mucama en el hotel "Levis", como también recuerdo la primera vez que vi a Bruno, entonces ¿porque el amor te eleva tan alto, hasta un punto en el cual no puedes ni siquiera ser consciente de lo que pasa a tu alrededor, en lo que todo se hace perfecto y después, después te deja caer de un solo golpe y te estrellas con la realidad, con la dura y cruda realidad que siempre estuvo presente?

No dejo de pensar en que tal vez esta sea mi felicidad, que mi felicidad es tener a mi hijo, el quedarme al menos con él, ¿criar a un bebé sola? Mi hijo merece conocer a su padre, conocer el maravilloso hombre que es. De niña mi madre siempre me leía cuentos en los que el príncipe rescataba a la princesa, la llevaba a vivir a su castillo y vivan felices por siempre y yo siempre me quejaba diciéndole que esas eran simples fantasías, que tales cosas nunca sucedían, y ahora soy consciente de que lo que más quisiera es un final feliz para los tres, pero las posibilidades son tan nulas, como para hacerse esa idea.

- Camila cara, sal un momento, tengo algo que mostrarte - la voz de Elisabetta se escucha al otro lado de la puerta, así que limpio mis mejillas y me levanto de la cama para abrirle la puerta.

- Por supuesto señora.

- ¿Porque lloras? Mi hijo solo se ha ido a cerrar algunas cosas en sus empresas, volverá,ya verás.

A veces quisiera ser como Elisabetta, no saber nada del mundo de Bruno, no haber conocido su realidad, tener el concepto de que es un hombre de negocios, tal vez así estaría más tranquila, estaría dejando de lado la angustia que me provoca el haberlo visto irse dispuesto a todo, más aún dejando a Simone aquí.

- Es por el embarazo - me limito a decir, ella asiente y me da una sonrisa, mientras me conduce a un extremo de la mansión, para ser exacta una pequeña habitación.

- La mande a decorar para mi nieto, como aun no sabes si es niño o niña, la he pintado en blanco. ¿Verdad que es muy adorabile (adorable)?

La habitación es hermosa, en tonos blancos y pasteles, hay una enorme cuna a un lado con varios conejos de felpa y osos de peluche.

- Es hermosa.

- Cuando Bruno nació, fue el mejor día de mi vida, me enamore de ese pequeño bambino, era hermoso  con esos ojos azules, cuando creció, bueno..era perseguido por las niñas, después vino la adolescencia, Flavio y yo pasamos por un mal momento con las empresas, y el único que pudo sacarlas adelante fue mi hijo, cuando menos piensas, crecen, se casan y duran años.. en hacerte abuela.

- Tiene razón.

- Camila, un hijo es lo mejor que puede pasarte en la vida, es el reflejo de la persona que amas en una versión pequeña. Sé que amas a mi hijo por todo el cariño que te ha ofrecido, puede parecer un hombre serio y duro, pero en el fondo es un ser maravilloso.

- Bruno me ha dado más que eso, él fue el único que estuvo cuando no tenía a nadie, y me ayudo cuando claramente no tenía por qué hacerlo.

Ni siquiera sé porque me ama, siempre le  ocasione problemas desde que llegue, siempre lo metía en riesgo por mi culpa, y la mayoría de discusiones era por ir en contra de lo que me pedía, cuando solo quería verme a salvo. Esta vez haré lo que me pidió, no iré en contra más de sus reglas, me quedare aquí esperando que regrese.

Pasión Italiana (Ya en Físico)Where stories live. Discover now