The Tutor - Snarry5evr

03.- Secretos Revelados

Remus no llegó en la fecha prevista. En cambio, recibieron una carta informándoles que había sido detenido y que llegaría cuando pudiera. Mientras tanto, debían continuar sus lecciones. Entonces lo hicieron. Febrero deslizándose en marzo cayendo en abril. Durante una de sus salidas de fin de semana, Harry conoció uno de sus siervos. El hombre, William, había estado buscando al perro perdido de su hija cuando tropezó con Harry en el lago. Harry se había presentado simplemente como Harry, un invitado en la propiedad. Hablaron amistosamente mientras llamaban al perro. No habían tenido éxito en localizar al perro ese día y Harry había prometido vigilarlo mientras llevaba al hombre a su casa. El próximo fin de semana, Harry se dirigió hacia la cabaña de William y, al encontrar al hombre afuera, preguntó acerca de la mascota. En respuesta a su pregunta, una niña pequeña y un perro corrieron desde la parte de atrás de la cabaña.

Harry sonrió al dúo y se volvió hacia el hombre, haciéndole preguntas sobre la propiedad y los otros siervos. El hombre respondió contento, contándole acerca de los problemas y las alegrías de la finca y llenándolo de todos los chismes locales. Harry se sintió complacido, aunque no sorprendido, al saber que Sirius supervisaba bien la propiedad, ocupándose de los problemas de inmediato y ayudando a la propiedad a prosperar. Los siervos estaban felices y atendidos. A fines de abril, William le contó a Harry sobre una feria local el primer sábado de mayo y le preguntó si asistiría. William le había presentado a Harry algunos otros siervos durante sus divagaciones y deseaba encontrarse con más en esta capacidad anónima.

Llegó el fin de semana y Harry tuvo un cuidado extra en su vestido ya que interactuaría con la gente. Se dirigió al estudio y abrió la caja fuerte para sacar un puñado de monedas muggle. Se metió el dinero en los bolsillos y fue a la cocina a tomar su desayuno. Salió por la puerta de atrás y se dirigió hacia el pequeño pueblo, eligiendo caminar y disfrutar del aire fresco. No había estado en la aldea desde que él y el tutor habían pasado por el camino a Potterstate hace muchos meses.

Podía sentir el aire de excitación mientras se acercaba a la ciudad. Podía ver las cabinas instaladas en las calles y una gran carpa erigida en la distancia, muy probablemente para el baile posterior. Estaba tan absorto en las miradas que casi se perdió a la pequeña figura a la sombra de la panadería. El asombrado grito de asombro atrajo la atención del niño y se volvió para ver a la pequeña doncella de la propiedad.

—Mi Señor—susurró e hizo una reverencia.

Él levantó una mano para detenerla y se acercó—No. Es Emily, ¿correcto? —Ella se sonrojó y asintió—Está bien, Emily. Hoy soy solo Harry. ¿De acuerdo? No, "Mi Señor", no hay reverencias—.

—Sí, Mi-mi-Harry—le sonrió a la niña nerviosa.

—Diviértete hoy, Emily—.

Ella se sonrojó—Tú también, Mi-Harry—y salió corriendo.

Él se rió entre dientes y continuó su recorrido por el pueblo. Encontró a William poco tiempo después y pasó la mitad del día hablando con él y otros siervos. Cuando los hombres se dieron cuenta de que Harry estaba interesado en la administración de propiedades, se apresuraron a ofrecer consejos y opiniones. La esposa de William los encontró a primera hora de la tarde y arrastró a Harry para que estuviera con la gente más joven. Esa noche bailó con varias de las mujeres y niñas de la aldea. Temprano a la mañana siguiente, se arrastró hasta la casa, tomó la canasta de la mesa y subió a su habitación, cayendo en la cama extenuado.