The Tutor - Snarry5evr

16.- Yendo A Casa

Debido al clima inusualmente cálido, hubo muy poca nevada entre Londres y Potterstate y pudieron avanzar considerablemente el primer día de viaje. Harry probablemente habría montado a Firebolt, pero todavía se estaba recuperando del baile y la afluencia de visitantes del día anterior y se apresuró a empacar. Pasó la mayor parte del día entrando y saliendo del sueño, por lo tanto, Severus pasó la mayor parte del día estudiando al hombre del que se estaba enamorando rápidamente. Él resopló para sí mismo. ¿A quién estaba engañando? Había estado enamorado del hombre la mayor parte de un año. Maldito su abuelo. Y maldito Sirius Black.

Para el segundo día del viaje, Harry estaba casi completamente recuperado, pero aún así decidió no usar a Firebolt. En lugar de eso, eligió viajar con Severus en el carruaje mientras él hablaba con entusiasmo acerca de regresar a "casa" y volver a ver a sus amigos y siervos. Collier había estado ocupado cuidando los detalles de las festividades y el joven Timothy Cottager había regresado a casa para las vacaciones. El niño había escrito religiosamente a Harry cada semana, manteniéndolo informado de su progreso. Severus sonrió indulgentemente ante la emoción de Harry. Su fácil camaradería terminó en la segunda noche del viaje.

—Lo siento, mi señor. No pude evitarlo—el nervioso posadero se retorció las manos—Esta época del año. Todos los viajeros—.

Harry levantó su mano para detener las divagaciones del hombre—Es perfectamente comprensible, mi buen hombre. Mi tutor y yo podemos compartir una habitación. No estamos desacostumbrados a estos inconvenientes menores—.

El posadero se sonrojó—Temo, mi señor, que tampoco tenemos habitaciones dobles—.

Severus suspiró con exasperación—¿Tienes al menos una habitación con una cama lo suficientemente grande para mi cargo y yo que podamos compartir? —.

El posadero pareció relajarse un poco ante esto—Sí, señor, por supuesto, señor—.

Severus asintió—Lo tomaremos—Sabía que había sido un error en el momento en que las palabras salieron de su boca.

Él sabía que no era una buena idea. Después de las miradas, las burlas, los toques en los últimos meses, semanas. Luego ese maldito baile de Yule, sabiendo que Harry había bailado con todos esos otros hombres. Y ahora, con la posada solo teniendo una habitación, estaría compartiendo una cama con Harry. Él podría hacer esto. Él podía controlarse a sí mismo. Observó a su alumno, sentado frente a él, disfrutando de su cena, hablando animadamente de algo. Severus se encontró pensando en la noche que se avecinaba, se encontró poniendo duro. Fue imperdonable. Excesivo. Increíble lo hermoso que era. Ese pelo rebelde, cayendo constantemente en su rostro, sus dedos largos y delgados empujándolo hacia atrás. La forma en que sus suaves labios se movían, formando palabras. Su lengua rosa asomando para humedecerlos, ensalivándolos, haciendo que brillen a la luz de las velas. Intentó no pensar en estar tan cercano a Harry. Dormir al lado del suave cuerpo, escuchar sus suaves suspiros, oler su aroma, un aroma casi tan familiar como el suyo. Llenar su mente con recuerdos que no debería tener. Era como si Harry supiera que estaba teniendo estos pensamientos. Sus suaves mejillas, rosadas con cada tímida mirada a través de esas largas pestañas. Severus respiró profundamente y trató de concentrarse en su cena.