The Tutor - Snarry5evr

09.- Recuerdos

—Si ha terminado de planear las festividades de la aldea, señor Potter, tal vez podamos volver a nuestras lecciones—.

Harry miró al tutor y sostuvo el libro de Encantamientos en su mano—Mucho antes que usted, Profesor. Aprecio que me haya dado el tiempo para hacer las cosas de Navidad—Harry se deslizó en la silla detrás del pequeño escritorio.

Snape se encogió de hombros—Ser lord Potter es quién eres. Es tan importante para ti establecer relaciones con tus siervos como aprender magia. Creo que ya lo había dicho antes—.

Harry asintió. Sí, lo hizo—Aún así, lo aprecio—.

Snape se levantó del escritorio y deslizó un libro en sus manos—Guarda tu libro de Encantamientos, Potter. Estoy cambiando las cosas un poco—.

Harry le lanzó una mirada de sorpresa mientras cerraba el libro y tomaba el que sostenía Snape.

—Tu padrino insistió en que aprendas Oclumancia pero, al parecer, no ve la necesidad de que aprendas Legeremancia. Estoy en desacuerdo. Una persona poderosa y con influencia social como tú debe tener tantas herramientas a tu disposición como sea posible. Por lo tanto, he tomado sobre mí mismo para tomar la determinación de que es mejor para usted insistir en que le enseñe el arte de la Legeremancia, ya que usted es el que paga mi sueldo y no su padrino—.

Harry no pudo contener la risa—Oh, bravo, señor. De hecho Bravo. Sí, creo que tienes razón. Yo soy el que paga tu salario y es mi educación. Por lo tanto, insisto en que me enseñes Legeremancia. Ya estoy a mitad de camino, ¿no? —.

Snape asintió—Sí, lo estas. Te sugiero que comiences leyendo ese libro—.

Harry miró el libro. Legeremancia: El Arte De La Penetración Mental. Sintió que la sangre corría a sus mejillas y rápidamente abrió el libro.

—Entonces, en lugar de simplemente empujarte, ¿voy a seguir el enlace que nos conecta? —Severus asintió, contento de haberle dado al niño el libro para que lo leyera, incluso si el título había sido demasiado reminiscente de las actividades recientes. Severus aún no sabía qué le había hecho ceder y usar Legeremancia en Nochebuena. Algo en la forma en que el chico lo había mirado, la necesidad y el deseo que era tan claro en sus ojos verdes. Ni siquiera sabía que el chico sabía sobre la penetración anal, y mucho menos cómo usar sus dedos para alcanzar el orgasmo. El recuerdo perseguiría sus sueños por meses.

—Sí—le respondió al chico—Permitiré que te introduzcas en mi mente hasta cierto punto. Puede que nunca puedas alcanzar la Legeremancia total sobre mí, pero la tomaremos con calma. Encontrar un punto de entrada y trabajar lentamente en tu camino más profundo, agradable y lento hasta que esté cómodo. Encontrar lo que funciona mejor para usted. El objetivo final es que usted pueda deslizarse fácilmente, preferiblemente sin que su víctima se dé cuenta de lo que está haciendo. Una penetración rápida y profunda que llega a una conclusión satisfactoria es siempre su meta—Miró al chico que descansaba en el sofá, una mirada vidriosa en sus ojos. —¡Potter! ¿Estás prestando atención? —.