The Tutor - Snarry5evr

25.- El Cuento Del Príncipe

Caminaron hasta que la luz del salón de baile se desvaneció en las sombras y Severus los colocó en un banco ubicado en un pequeño nicho. Se volvió hacia el hombre que estaba a su lado y, una vez más, se encontró perdido en los estanques verdes. Él deslizó una mano para tomarle a Harry la mejilla.

—Lo primero es lo primero—y bajó la cabeza. Harry se encontró con su boca con un suave gemido y presionó contra él. Severus envolvió sus manos alrededor de la cintura de Harry y lo llevó a su regazo. Sus labios se movieron uno contra el otro, hambrientos por recordar el sabor cuando los brazos de Harry envolvieron el cuello de Severus. Severus pasó su lengua por los labios de Harry, chupando la golosina regordeta. Se retiró, presionando besos a lo largo de la línea de la mandíbula de Harry mientras gemía su placer.

—Oh, mi dulce Severus. Pensé que te había perdido—.

—Nunca, mi amor—Severus susurró contra su cuello. Harry se movió contra su miembro duro y Severus retrocedió, jadeando—No. Charla primero—Harry suspiró y Severus alzó la vista en ojos suplicantes. Levantó a Harry y deliberadamente lo sentó en el banco a su lado—Reglas del aula, señor Potter. Debemos hablar—.

Harry suspiró—Sí, Profesor— Sus ojos se abrieron con alarma—¡Oh! ¿Señor Snape? —.

Severus resopló—Es una... nueva adquisición. Una vez que mi abuelo vio mi valor, me permitió el uso de su título secundario y oficialmente me hizo su heredero—.

—Un marqués—recordó Harry—Entonces, ¿somos iguales? —.

Severus se encogió de hombros—Por ahora. Eventualmente seré un duque y te sobrepasare—.

Harry echó la cabeza hacia atrás, los ojos relucientes, y le dio a Severus su sonrisa pícara omnipresente. Extendió la mano y jugueteó con los botones de la túnica de Severus—Espero no tener que esperar a que te conviertas en un duque para tenerte encima mío. Podría tener que recurrir al asesinato y eso pondría un freno a nuestro compromiso... —.

Severus lo interrumpió de la mejor manera posible y presionó sus labios en la boca impertinente de Harry—Mocoso—.

Harry se rió entre dientes—¿Así que está hecho? ¿No pueden mantenernos separados? —Harry miró esperanzado hacia él.

Severus asintió—Yo vi los papeles por mí mismo. Y debo decir que estoy siendo bastante generoso—.

—¿Cuándo te enteraste? —Harry tenía su nariz presionada contra el hombro de Severus, inhalando su aroma. Severus sonrió a su amor.

—El día después de que fue informado. Aparentemente, un búho nos había estado siguiendo, y cuando llegué a casa de mi madre, me alcanzó. Una convocatoria de mi abuelo. No estaba preparado para enfrentarlo después del día que acababa de tener, así que esperé—Su corazón aún se rompió ante la expresión de angustia en los ojos de Harry. Juró no volver a ver esa mirada y pasó sus manos por el cabello de Harry, dejando que los mechones negros se deslizaran entre sus dedos—No sabía que yo estaba en Londres, tenía hasta el veinticinco para informar. Envié una nota a la mañana siguiente informándole que estaba disponible para una cita. Solo quería ver lo que él quería, tenía cosas de qué encargarme—Severus envolvió un brazo alrededor de la cintura de Harry y lo acercó aún más. Harry giró la cabeza para apoyarla en el hombro de Severus—Recibí una nota inmediatamente que decía que debía reportarme en la próxima hora. Eso fue inusual para él. A él le gusta hacer que la gente espere. Cuando llegué allí, él estaba esperando en su oficina con su hombre de negocios y otro abogado que nunca había conocido—Severus pensó en ese día. Le tomó toda su fuerza de voluntad concentrarse en el viejo astuto.

Flashback

Severus entró en la vieja casa familiar, el frío se filtró en sus huesos. El viejo mayordomo lo condujo por el familiar camino hacia el estudio del viejo duque. Intentó vagamente recordar si alguna vez había visto otra habitación en esta casa. Concentrado, se reprendió a sí mismo. Él necesitaría todas sus facultades sobre él para tratar con el viejo bastardo cascarrabias. No, sus padres deben haber estado casados o él no sería el actual duque. Severus tuvo que reprimir una sonrisa ante el recuerdo de las palabras de Harry. Un dolor agudo recorrió su corazón al pensar en Harry. Se lo llevaron al estudio y no le sorprendió ver al duque sentado regiamente detrás de su escritorio, su fiel hombre de negocios junto a él. Severus se inclinó ante el hombre.