The Tutor - Snarry5evr

15.- El Trato

Para Harry, todos los días de los últimos cuatro meses y medio habían sido una montaña rusa. Cada mañana se despertaba con una sonrisa, sabiendo que estaba a menos de una hora de ver a Severus. Pero todas las tardes las pasaba en su casa recibiendo visitas sociales o haciendo sus propias visitas y visitando el club de su padrino. La mayoría de las noches se gastaban en el estilo londinense habitual, en las fiestas o en el teatro o en alguna otra reunión impropia. Pero, para Harry, lo mejor de su día fue cuando finalmente pudo regresar a casa y pasar unos minutos disfrutando de una bebida tranquila con Severus. El tutor nunca tuvo mucho que decir, pero Harry disfrutó de tener a alguien solo para escucharlo mientras diseccionaba su día. Severus siempre estaba listo con una sonrisa extravagante o una burla irónica en una de las bromas de Harry. No muchas personas apreciaron el sentido del humor de Harry, pero el profesor pareció atraparlo.

Algunas noches fueron más duras que otras, literalmente. Algunas noches le tomó a cada onza de fuerza de voluntad que Harry no atrapase a Severus en su silla y lo tocara por todas partes. Echaba de menos el sabor de los labios de Severus, el sonido de sus jadeos de placer cuando Harry lo tocaba a la perfección, y el olor de su sexo mezclándose, retorciéndose para excitar sus sentidos. En estas noches, Harry no se entretenía con su brandy, sino que se quedaba el tiempo suficiente para que no pareciera estar ansioso por alejarse del hombre. En noches como estas, Harry apenas llegó a sus habitaciones antes de que se quitara la ropa, con las manos por todo el cuerpo. A veces era seguro y rápido, otras noches se obligaba a ir despacio, imaginaba que era Severus quien lo acariciaba, jugueteaba con sus pezones y deslizaba su dedo largo dentro de él. Anoche había sido una noche como esa. Se había acariciado tan lentamente que casi había tardado media hora en llegar a su clímax.

—¡Potter! —.

Harry se sacudió y se sonrojó ante los intensos ojos oscuros que se clavaban en él—Lo siento, profesor. ¿Qué dijiste? —.

Severus suspiró con exasperación—Pregunté qué ibas a hacer sobre la celebración de Yule en Potterstate—.

Los ojos de Harry se agrandaron—Maldita sea. Me olvidé por completo. Será mejor que escriba a Collier y que haga los arreglos—.

—¿Qué hay de todos los bailes navideños? —.

Harry negó con la cabeza—Sirius solo tendrá que enviar mis disculpas. De hecho...—dijo Harry, una idea se formó en su mente mientras hablaban— ¿No me dijiste que el Parlamento por lo general comienza justo después del primero del año? —.

—Sí—dijo Severus con cuidado.

—¿Y eso marca el comienzo de la temporada muggle? —.

Severus resopló—Lo haces sonar como una cacería—.

Harry se encogió de hombros—Creo que volveremos a la propiedad en por las fiestas. Tengo mis E.X.T.A.S.I.S en junio. Tendré que estudiar—Harry asintió, tomando una decisión—Sí. Regresaremos una semana antes de Navidad. Eso nos daría mucho tiempo para llegar a Potterstate—.