Capítulo 25 - Adiós...¿o hasta pronto?

10.2K 889 32
                                    

Capítulo 25: Adiós...¿o hasta pronto?

Connor PDV.

Después de dejar la casa de Marion, dormí en el bosque, aún intentando evitar el momento de la despedida. Me metí en el hueco de un viejo tronco y me acurruqué allí.

Me costaba creer la situación en general, ¿realmente ya no tenía manada? ¿Estaba dejándolos atrás?

Aún podía recordar con claridad el día que me había encontrado por primera vez con Jack y Kim. Después de mi fracaso intentando ser humano estaba completamente solo y perdido, y ni siquiera sabía muy bien qué hacer como lobo. Pero Jack me había acogido y enseñado todo lo que necesitaba saber, y la constante alegría de Kim, que era solo una niña en ese entonces, había sido una fuente de ánimos cada mañana, y su fácil amistad algo muy necesario y positivo para mí. Luego se nos había unido Sharon. Ella se había comportado toda su vida mucho más como un lobo común y corriente que como una mezcla humana y animal. En un primer lugar se rehusaba a siquiera hablarnos, pero había terminado por convencerla de que le convenía estar con nosotros. Al principio me costó entender que sus golpes e insultos eran muestras de cariño, pero cuando empecé a aceptarlo nuestra amistad se fortaleció considerablemente. Por último, unos años después, llegó Luka, y sus bromas, humor y naturaleza protectora pronto se hicieron infaltables en nuestra peculiar familia. Desde ese entonces habíamos vivido sin complicaciones, pasándonos de una zona a otra, de bosque a bosque, hasta que llegamos a este pueblo, donde los problemas habían empezado.

Pero sería injusto y una mentira decir que me arrepentía de haber venido. Quizás había tenido más problemas, pero también había sido más feliz que nunca.

Entre estos recuerdos llenos de nostalgia imaginé a todos durmiendo a mi lado por igual: a Jack, Luka, Sharon, Kim y Marion. Y a pesar de estar totalmente solo en aquel tronco húmedo, conseguí conciliar el sueño con cierta alegría.

Cuando el sol estuvo alto en el cielo supe que ya no podía esperar más. Cacé un conejo como desayuno y me dirigí sin muchas energías a la cabaña, cambiando a mi forma humana en cuanto llegué.

Respiré profundamente y abrí la puerta. Cuando terminaba de cerrarla, se escuchó una voz aguda.

-¡Connor!

Antes de que estuviera seguro de qué sucedida una sollozante Kim se aferraba a mi torso, llorando abiertamente.

-¡Jack nos contó lo que pasó!

Le devolví el abrazo con fuerza, me partía el alma a pedazos ver a alguien tan positivo como ella llorar así.

-Ya, ya...Kim...estaré bien -intenté confortarla, aunque las palabras seguramente sonaron inseguras y vacías, porque no había más que incertidumbre cuando pensaba en cómo iba a estar más adelante.

Ella asintió varias veces, respirando con fuerza para intentar calmarse, y se separó, aunque siguió sollozando por lo bajo.

Luka apareció entonces, tenía una expresión compungida.

-No puedo creer que te haya expulsado... -se veía realmente serio y sin rastro de humor por una vez. Soltó un bufido desanimado.- ¿con quién voy a jugar a competencias de comida ahora? ¡Y no hay nadie más fácil de vencer en una carrera como tú, voy a extrañar eso!

Sonreí sin alegría.

-Voy a extrañar eso también. -admití con sinceridad.

En eso llegó Sharon.

-¡Idiota, por qué tenías que desobedecerlo! -exclamó dándome un empujón que terminó en un brusco abrazo. Me sorprendí al ver lágrimas en sus ojos.

-Yo también te quiero, Sharon -dije con un nudo en la garganta, devolviéndole el abrazo. No me había dado cuenta de lo mucho que iba a echar de menos sus golpes agresivo-cariñosos.

Cuando me soltó se secó las lágrimas con discreción, sabía que no le gustaba que la vieran llorar. Y admito que yo también tenía los ojos húmedos. En cualquier otra circunstancia me hubiera avergonzado de esto, pero si separarte de tu familia no era motivo suficiente, no sé qué lo era.

-...Suficiente sentimentalismo, deberíamos ir a cazar. -propuso Luka al cabo de unos momentos.

-¡Sí, nuestra última cacería juntos! -exclamó Kim emocionada.

-Es una buena idea -asintió Sharon con más tranquilidad que Kim, pero con una leve sonrisa.

-No podría estar más de acuerdo. -contesté, y eché una mirada alrededor. No veía a Jack por ningún lado, ni a Garret.

Poco después estábamos los cuatro corriendo a gran velocidad por el extenso bosque. Ahora ya no me parecía todo lúgubre como antes, sino que me daba cuenta de lo bello que era. La primavera comenzaba a dar sus primeras señales y la nieve se derretía entre los largos pastizales de vivos colores. Los árboles se extendían con toda su magnitud indefinidamente hacia el horizonte, dando una sensación única de libertad.

Por supuesto, no podíamos cazar un humano; todo el tema de los cazadores aún era muy reciente. Así que perseguíamos a un gran alce macho, aunque sin demasiado esfuerzo y de una manera más relajada que si fuera una cacería real en busca de alimento.

Podría decirles tantas cosas a los tres cuerpos a mi lado, pero lo cierto es que no había realmente nada que decir. La simple alegría de correr juntos y coordinados como manada hacía sentir una unión especial que era mejor que cualquier palabra.

Después de atrapar al alce y comer, jugamos. Peleé divertidamente con Luka hasta que se rindió bajo mis patas, corrí una carrera con Sharon (ella ganó, ¡pero sólo por unos pocos segundos!) y perseguí a Kim colina abajo hasta que ambos terminamos cayendo, rodando y riendo.

Fue una tarde perfecta: sin conflictos, sin problemas.

Al anochecer, cansados de haber corrido todo el día nos sentamos en un tronco caído como humanos: si bien la opción preferida generalmente era ser lobos, se sentía bien cambiar de forma para estirar los músculos luego de haber hecho ejercicio. No habíamos dicho nada por varios minutos, hasta que Sharon habló.

-Convencimos a Jack para irnos no muy lejos de aquí... -dijo, mirando la espesura del bosque.

Kim me miró con sus grandes ojos llenos de esperanza.

-¿Vamos a mantenernos en contacto, verdad? Si no estamos tan lejos...

-Jack los mataría si se entera de que me visitan a escondidas- respondí con lentitud, no queriendo romperle las esperanzas pero sin poder afrontar la idea de que se metieran en problemas por mi culpa.

-No tiene por qué enterarse. -Luka me sonrió y guiñó un ojo: era lo mismo que había dicho tiempo atrás, con aquel hombre que matamos en el parque. Había tenido razón en ese entonces; Jack nunca había descubierto lo sucedido ¿Podía ser que ahora también estuviera en lo cierto?

-Bueno...en ese caso...-una sonrisa comenzó a dibujarse en mi rostro- creo que sí podríamos seguir viéndonos con cierta frecuencia.

Kim sonrió ampliamente y me abrazó de nuevo, y hasta Sharon tenía una media sonrisa.

Quizás fuera el fin de mi vida en manada, pero era el comienzo de una nueva y diferente. Una en la que podría estar con Marion, y de cierta forma también con mi familia. Quizá esto fuera realmente a funcionar después de todo, quizás no sólo tendría un final feliz como en los cuentos, sino que además sería un final feliz de verdad.

N/A: ¡"Huellas de un Lobo" casi llega a su fin, sólo queda un capítulo más!

Huellas De Un LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora