Brujería ❀; jjk | COMPLETA {Editando}

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◥༼(∩ ͡°╭͜ʖ╮͡ ͡°)༽⊃━☆ﾟ. * ･ ｡ﾟ◤ Regresé pequeñas saltamontes ♡ A las que se preocuparon por mi salud, déjenme decirles que sigo jodida:'v pero aún viva. Jungkook en multimedia, así es como deben imaginarlo( ͡°з ͡°) igual se ve macho azotador. Amenme por el capítulo. Nos vemos, gracias por el amor que dan al fic ❣.

Dedicado a kookieyjuniel18

j.jungkook;

Miro con lentitud los adornos de la pequeña sala; fotografías que desde aquí son borrosas, figuras de porcelana fina y uno que otro arreglo floral natural.

Una sonrisa curva mis labios acomodandome mejor en el amplio sofá. La oscuridad envuelve todo, ya que mi acompañante no se tomó ni la molestia en prender la luz.

Y lo disfruto. La sonrisa llena de pensamientos descabellados que tengo en mi mente son como un tren llendo y viniendo sin poder detenerlo.

Vuelvo a la realidad por un momento al sentir la mejilla de Haewon presionar por décima vez en mi pecho, controlando mis impulsos agarro un mechón de su sedoso cabello entre mis dedos y este se desliza de forma suave dejando una leve corriente en mi piel.

Ella es malditamente perfecta que todo mi cuerpo reacciona hasta en la forma que respira. Verla ahí de rodillas llorando frente a mi, fue algo digno de admirar. Y aún más cuando sus delgados y temblorosos brazos se aferraron a mi cuello escondiendo su rostro en mi pecho susurrando pequeños; “Estas aquí, estas aquí Jungkook”.

Era una mala persona, lo soy, por gustarme tanto la forma deplorable que se veía y más aún con lo que hice. Al fin tenía en mis brazos a Haewon y no dejaría que mi pequeña se decepcione. Cada maldito segundo debía valer, por el precio que había pagado. Cada uno.

Paso la lengua por mi labio inferior de forma lenta. Soy tan hijo de puta.— ¿Estas feliz de verme Haewon? —pregunto con burla.

Ella se toma unos segundos para abandonar mi pecho y mirarme con esos ojos preciosos que brillan al verme. Estoy controlando las ganas de tomarle de la mandíbula y devorarle la boca ahí mismo. —Si. No me dejes Jungkook. N-no lo hagas.

Su tono desesperado me hace sonreír. Acaricio su rostro, delineando sus mejillas hasta sus labios y me detengo con la mirada fija en ellos. —Te lo dije. Una vez que te tenga, jamás iba a soltarte. Jamás.

Contuvo un suspiro para luego asentir frenéticamente. Me resultó demasiado irreal, verle así. Ella era completamente mía. Su cuerpo, mente y alma estaban en la palma de mi mano.

—Todo lo que tu digas, esta bien para mi. Solo... solo no me dejes.

Volvió a repetir aferrando sus brazos en mi torso. Escondiendo su rostro en mi pecho, podía escuchar su respiración dificultosa y el golpeteo de su corazón latir con violencia.

Quería más, era un maldito egoísta. Inclinando un poco mi rostro me acerque a su oído y susurre de forma lenta sintiendo su cuerpo estremecer.

—Vamos a tu habitación.

[.... ]

Ella no volvió a prender la luz, había tomado mi mano hasta guiarme a su habitación una que a duras penas pude identificar bien. Lo que más me sorprendió pero oculte arqueando una ceja fue cuando me sentó en el borde cama para colocarse frente a mi.

Le detuve cuando intento ponerse a horcajadas de manera rápida. Era algo sumamente sublime de admirar.

—¿Qué haces?

Le pregunté con sequedad, debía controlar mis emociones. Porque de lo contrario la tomaría ahí mismo, sin ninguna restricción. Sería duro y sucio.

Fue hermoso ver la incredulidad en sus ojos, parpadeo repetidas veces. Me apoye en mis brazos mirándole con una pizca de diversión. La decepción se apoderó de su rostro para bajar la cabeza apretando con fuerza el dobladillo de su polo.

—Y-yo... yo tengo la necesidad de... de estar cerca de ti. —le ví contener un llanto que me pareció un deleite para mis oídos. —Por favor, no me apartes.

Simples palabras que me dejaron fascinado. Tirando la poca cordura que me quedaba, la tome de la cintura apoderándome de sus labios como lo quise hacer siempre. El jadeo que se escapó desde el fondo de su garganta me hizo gruñir, tire de su labio inferior para adentrar mi lengua y explorar cada rincón con descaro.

Haewon se acomodó en mi regazo con sus muslos descansando en mis piernas. Mi piel ardía, tenerle así; jadeando de forma tímida me volvía loco. Quería más, mucho más.

— Muévete.

Ordené, se vio aturdida por un corto momento para luego acatar lo que dije. La fricción entre nuestros sexos le robo un leve gemido, sentía mi erección ser cada vez más dolorosa.

Mis besos bajaron por su mejilla llendo hasta su cuello, los sonidos húmedos y los jadeos de Haewon inundaron la habitación haciendo todo más morboso.

—Ah...

No detuve las pequeñas estocadas a su centro. Le bese con fuerza cuando sentí lo húmeda que se ponía. Kim Haewon iba a llevarme al infierno. Ya lo había hecho y volvería a pagar ese precio una vez más si tuviera la oportunidad.

—Eres perfecta Haewon. Tienes todo lo que necesito.

Adentre mis manos por debajo de su ropa sintiendo su cuerpo temblar. Recorrí desde su torso hacía su cintura y de forma brusca la apegue más a mi.

—Jungkook...

Gimió cuando intente sacarle el polo, ya no podía parar. Necesitaba calmar aquel incendio que ella se había encargado en prender. Justo cuando estuve a punto de darle vuelva a su cuerpo y quedar encima de ella, alguien tocó la puerta.

—¿Haewon?

Sonreí con un sabor amargo en la boca. Lo había olvidado.

Su jodido hermano.

@n@✔❣