Alexa pov
Vi como Emmy entra por la puerta de la cocina y me buscaba con la mirada.
- ¿Ocurre algo Alex?- me dijo algo preocupada mientras se acercaba a mi. Si, me pasa que me dan unos celos tremendos ver a esa estar todo el rato coqueteando contigo, pero eso no te lo voy a decir, claro está.
- No- negué con la cabeza acercándome yo también hacía ella.
- ¿Entonces por qué...- se calló cuando la rodeé con mis brazos y di un beso entre su mejilla y los labios.
- No me gusta que te llame peque. Solo yo puedo hacer eso, entendido?- Emmy automáticamente asintió, con sus ojos aún fijos en mis labios.
Bajé mis brazos de su cuello y miré sus ojos marrones oscuros, a decir verdad eran tan oscuros que las personas podrían creer que son negros. Ella sostuvo mi mirada un tiempo y luego miró al suelo completamente roja. Era tan mona.
- Voy a atender y a limpiar mesas, tu lleva los pedidos- me acerqué a su oreja- Y recuerda, eres mi peque- le susurré haciendo que toda su piel se erizara. Dicho esto, que yo no me creía capaz de decirlo, me marché de nuevo al trabajo.
Las horas pasaron rápidamente, y cuando me quise dar cuenta ya estábamos en el vestuario cambiandonos. Miré a Emmy de reojo, hoy terminábamos pronto y quería invitarla a pasar un rato por Madrid, pero no estaba segura de poder hacerlo.
- Yo me voy ya- dijo Emmy mientras cerraba su taquilla y tomaba su bolsa.
- no- la pequeña me miró confusa y Ana, que acababa de entrar tambien- Yo... bueno... e-esto.
-Patetico, si vas a decirle algo no balbuces. E-e-entendido?- se burló de mi Ana. Creo que estaba más que claro que no teníamos muy buena relación que se dijera.
Vi como Emmy miraba a Anna frunciendo el ceño, estaba notablemente enojada. Y a decir verdad si era algo patético.
- Vamos fuera y me lo dices- dijo Emmy observándome con una pequeña sonrisa y yo automáticamente asentí.
La morena se sentó en el banco esperando a que yo terminara de arreglarme, y cuando terminé salimos las dos sin despedirnos de Ana.
- ¿Que querías decirme?- me preguntó una vez fuera de la cafetería.
-Bueno, son todavía las 5 y me preguntaba si querías ir a dar una vuelta y eso- la observé unos segundos esperando su reacción que fue sonreír. Había sonreído ¿Eso significaba que aceptaba?
- ¿Tu y yo a solas? ¿Como una... cita?- me preguntó y su voz le delata. Estaba nerviosa e impaciente porque le dijera que si.
- Si. Tu y yo a solas. Como una cita- ¿Acababa de conseguir una cita con la más pequeña? Si, lo había hecho.
- Pues vamos a empezar nuestra cita- dijo mientras que sus mejillas tomaban algo de color. Por dios, era tan tierna- ¿Y donde vamos?
Lo mejor sería ir a un lugar algo lejos de la cafetería. No quería que nadie nos molestara.
- Vamos al centro comercial. Podemos dar una vuelta.
Ella asintió y pusimos rumbo al centro comercial. En el trayecto sólo intercambiamos unas pocas palabras. A decir verdad estaba tan nerviosa que me resultaría dificil mantener una conversación sin decir ninguna estupidez que estropeara todo. Así que opté por quedarme callada y sólo responder a lo que Emmy me preguntara. Suerte que Emmy no estaba muy habladora hoy como otros días.
Llegamos a un edifico alto, lleno de puertas donde la gente entraba y salía cargadas de bolsas de todo tipo. Desde comida pasando por ropa terminando por móviles, y televisiones.
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Ahora ya te conozco
RomanceAlexa, la hija del dueño de la cafetería, a los ojos de Emmy, la mujer perfecta. Emmy, la nueva empleada, para Alexa, la pequeña adorable. Ellas quieren estar juntas. La realidad, todo son problemas. Aviso: es la primera historia que hice en 2018. L...