34. Descubiertas

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Narrador

- Bebé, lleva esto a la mesa 13- le pidió pasándole una bandeja con un helado. Cuando salió de la cocina cogió un trapo para limpiar las mesas.

Observó a su novia durante unos segundos, la había extrañado demasiado estas semanas sin ella. Le hizo un gesto para que saliera fuera y la pequeña asintió antes de sonreír a los clientes y salir por la puerta principal. Alexa no era la única persona que había extrañado los besos.

- ¿Ocurré algo?- preguntó algo preocupada, la mayor lo pudo saber gracias a su tono de voz.

- No pasa nada princesa, solo quería verte.

- No me has quitado el ojo en ningún momento, Alexa- dijo con burla la más alta. Por lo visto Alexa no era tan disimulada como se pensaba.

Está se acercó un poco a ella haciendo que quedara contra la pared y su cuerpo. Emmy sonrió un poco justo antes de dejar un pequeño beso y escapar de su novia para entrar otra vez dentro de la cafetería.

Alex solo pudo soltar un suspiro y seguirla, para continuar viéndola durante toda la jornada de trabajo.

La puerta se abrió, y quitó la vista de Emmy para ver el cliente que había entrado. Eran dos mujeres y se les hacían increíblemente conocidas. Tres segundos más tarde cayo en la cuenta que eran las que echó meses atrás.

Sin pensárselo dos veces empezó a caminar hacia su dirección, pero aquellas dos mujeres pasaron por su lado sin siquiera mirarla.

Se giró bastante confusa hasta que vio hacia donde se dirigían, iban directamente a la mesa donde Emmy estaba hablando con los clientes, de espalda a la puerta.

¿Conocían a Emmy?

La respuesta le llegó rápido, pues aquella mujer tomó del brazo a su chica haciendo que está se girará asustada y abriera los ojos cuando vio a aquella mujer.

- Mamá, ¿Que haces aquí?- Alexa miró sorprendida a aquella mujer antes ver a Emmy ¿Era su madre? Mierda, claro que lo era, le había dicho mamá.

- ¿Como qué que hago aquí? ¿Que haces tu en esta cafetería?- los clientes se giraron para ver la escena, pues el tono de voz que había usado aquella mujer había sido bastante fuerte. Mar salió de dentro de la cocina al escuchar escándalo, seguida de Jorge y Esteban.

- Trabajo aquí. Te dije que trabajaba en una cafetería.

- Pero no en esta- la camarera no sabía qué hacer. Si intervenir o no, no sabía que era lo mejor para la pequeña- Nos vamos a casa ahora mismo, aquí no vas a continuar trabajando.

- Mamá, me estas haciendo daño- la lágrima se deslizó por su mejilla fue la señal de la mayor para intervenir.

- Señora, por favor, sueltela ahora mismo- pidio con el tono de voz mas calmado posible para esa situación.

Aquella mujer la soltó nada más escuchó una voz pero cuando se giró para ver de dónde venía frunció el ceño.

- ¿Quien eres tu para decirme lo que tengo que hacer? - Alex ignore sus palabras y miró los ojos de Emmy, empapados en lágrimas. Eso hizo que su corazón doliera, verla así era algo que no quería volver a ver.

- Está en mi cafetería, así que creo que tengo derecho a no querer conductas agresivas en esta- estaba enfadada, estaba realmente enfadada con aquella mujer que para su desgracia era la madre de la chica que la tenía loca.

- Alex- escuchó que murmuraba la pequeña poniéndose a su lado y rápidamente giró la cabeza hacia ella, preocupada- Habló yo con ella, si? Tranquila- una pequeña caricia fue dejada con disimulo en su brazo, pero no el suficiente para que su madre no se percatara.

Ahora ya te conozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora