Epílogo

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Alexa pov

- ¿Donde dejó las bolsas?- preguntó Jorge entrando cargado de un montón de bolsas a mi departamento.

- En la cocina- contesté mientras lo seguía, también con un par de bolsas a cada mano.

- ¿No crees que hemos comprado demasiado alcohol?- dijo una vez sacamos todas las botellas y las pusimos sobre la mesa- Solo somos 5, Esteban, Mar, Nadia, tu y yo.

- ¿Crees que nos hemos pasado? Yo lo veo bien. Y somos 6 al final, la peque también se queda con nosotros al final- dije recordando la conversación que había tenido esta mañana con mi novia, minutos antes de que se fuera corriendo de la casa, no sé a dónde.

Ya llevábamos más de seis meses viviendo juntas, había pasado bastante tiempo pero las cosas con sus padres no habían mejorado. El único que contacto mantenía con ellos era gracias a su hermana pequeña, que hacía berrinches cada vez que sus padres le prohibían hablar con Emmy.

Ahora ambas íbamos a la universidad, a pesar de ir a diferentes facultades estábamos en el mismo campus, asi que más de una vez había comido con sus amigos y viceversa.

- Creo que igualmente nos hemos pasado- el camarero tomó cada botella para ver los grados de alcohol de cada una de estas- Esto es para cubatas y tiene lo mismo que la cazalla.

- No seas exagerado, es año nuevo, la última borrachera del año y la primera del siguiente.

- ¿Te recuerdo cómo terminó tu última borrachera?- de inmediato los recuerdos de hace un mes vinieron a mi mente. Yo ya había terminado mis exámenes, así que convencí a todos que nos fuéramos de fiesta, a todos menos a Emmy, que tenía al día siguiente examen.

La noche terminó con la peque viniendo a recogerme a las cuatro de la mañana, después de que la llamara mas de diez veces borracha, por todo el alcohol que había consumido y llorando porque me pensaba que Emmy me había dejado al no cogerme el teléfono. Obviamente lo único que pasaba era que la pequeña estaba durmiendo en nuestra cama.

Después de eso Emmy estuvo un par de días bastante enfadada conmigo, "Me estaba muriendo de sueño en el examen por tu culpa, como suspenda te pasas una semana entera en el sillón" me decía cada vez que intentaba acercarme a ella. Para mi suerte el examen estaba más que aprobado y pude volver a dormir felizmente en la cama.

Escuchamos el sonido inconfundible de las llaves y tres segundos después a la más pequeña hablar.

- Buenas, ya estoy- saludó Emmy a pleno pulmón.

- Estamos en la cocina- grité yo también. Escuchamos como la puerta se cerró y a los pocos segundos apareció dentro de la habitación. Caminó a paso lento hasta mi y me dejó un pequeño beso, no sin antes haber saludado con la mano a nuestro compañero de trabajo.

Ambas continuábamos trabajando en la cafetería, de hecho vivíamos de nuestros sueldos y de la ayuda que nos daban mis padres.

Pasé mi mano por la cintura de mi novia cuando sentí que intensificó el beso, buscando un poco más de contacto, pero el carraspeó de Jorge hizo que nos separamos de inmediato.

- Se que lleváis una semana sin follar porque estoy viviendo aquí y todo eso, pero evitar montaroslo en frente mía.

Obviamente después de estar más de medio año viviendo juntas habíamos terminado haciéndolo, fue casi dos semanas después de que la pequeña empezara a vivir aquí, el día que la admitieron en la universidad para ser más concretos.

Desde ese momento nuestra vida sexual se volvió muy activa, y que de un día a otro se hubiese detenido por culpa de que a Jorge se le rompiera la calefacción y que su piso pareciera una jodida nevera, nos afectaba de alguna manera.

Ahora ya te conozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora