Comida

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Es un tema complicado porque aunque vos digas que está todo bien... esa espina nunca sale. Pasas mil horas frente a un espejo tratando de amarte y aceptarte. Tratando de ver lindo a tu cuerpo lleno de grasa e imperfecciones. Tratando de ver lo bueno que otros ven en vos.  Es una etapa que nunca se supera. Una vez que te viste y no te gustó tu reflejo podes volver a caer. Porque todo está en nuestra mente. Muchas veces los demás ven esa luz que nosotros no, y es muy difícil aceptar que existe en nosotros.

Todos los días se reducen a ¿comer o no comer? Porque amo y odio la comida. En los momentos que la amo, como hasta cansarme de masticar, hasta llenarme mucho. Porque en ese momento la amo, me parece deliciosa, la saborea con gustó, casi me da placer comer; y si digo casi porque vuelve el odio. Ese rechazo por las grasas, esa obsesión por las calorías y las balanzas. Por verte continuamente en el espejo, por resaltar tus imperfecciones, por tenerlas siempre presentes. Entonces ¿como o no como? ¿soy feliz por unos segundo y vivo con culpa o me controlo y me desespero cada vez que tengo ansiedad? A veces quiero hacer el camino a la perfección y me doy cuenta que en este mundo nunca voy a llegar a ser perfecta nunca, porque no existe. Otras veces quiero hacer las cosas bien pero mi oscuridad no me deja a avanzar. Quiero comer bien, sano, todas las comidas pero es más fuerte que yo. Quiero seguir una dieta, un programa, una rutina, actividad física y no. No comer es más fuerte. Parece la mejor solución, porque la culpa aparece aunque sea una manzana. Todo suma. Todo tiene calorías, todo engorda. Y mi estómago ruge de desesperación, indeciso. Y no se si ruge por hambre o porque mi cerebro lo hace rugir por el haber comido. Ya no se lo que mi propio cuerpo me pido porque la mente distorsiona el verdadero mensaje de mi cuerpo, porque ella es la que crea problemas, porque sólo ella es la que ve todo y lo exagera. Siempre es así. Todos los días, todas las hora, minutos hasta segundos; tengo que luchar con esta mente enferma mientras sonrió. La sonrisa es felicidad, y mi lucha interna es sólo mía, no tiene porque enterarse ellos.

Odio cuando me obligan a comer cuando no quiero, odio que estén al pendiente de cuanto como, odio que me vigilen; porque se me va el hambre. Porque se me va el buen humor, me hace acordar a esa epoca. Odio la desconfianza. Odio que duden de mi cuando soy sincera porque ya no lo hago. Es la verdad. Si, a veces me lleno tanto que me odio por eso y quiero hacerlo pero no. "Esta mal volver a eso" me digo. Y la culpa se instala en mi sistema y me salte comidas. Cuando pruebo algo, me descontrolo y me morfo todo lo que esta en mi alcance; y vuelvo a odiarme. Las voces salen a la luz y me critican. Estoy enloquesiendo, el infierno está a punto desatarse y recuerdo que no estoy sola. Que ya no peleo sola, ir tengo amigos que me apoyan, me quieren o me aprecian. Tengo familia que también están para mi. Recuerdo que nunca estuve en la oscuridad sola y me tranquilizó. Todo vuelve a ser bonito. Lleno de luz. Me siento fuerte, linda hasta llegó a sentirme sexy... Sólo todo está bien hasta tener un plato de comida al frente mío.

Alma RosaWhere stories live. Discover now