Han pasado tan solo un par de horas desde la intensa batalla entre los últimos miembros del Clan Uchiha. El menor de ellos finalmente había cumplido su promesa de matar a su hermano mayor con toda la intención de vengar la muerte de todo su clan, pe...
La lluvia no tardó en caer sobre el azabache de camino a la guarida en donde solía refugiarse Orochimaru, en donde encontraría al posible responsable de la desaparición del cadáver de su hermano. En su interior seguía teniendo la sed de venganza contra la aldea, pero en esos momentos lo único que le interesaba era recuperar a su hermano y darle un digno funeral.
Cuando llegó no dudó en entrar, quedando en medio de un tunel subterráneo. Miró en ambas direcciones tratando de detectar algún chakra, pero nada. Optó por revisar primeramente el laboratorio en donde era más lógico dejarlo, pero al entrar al único que encontró fue aquella persona que creyó que era el responsable del caso.
Se acercó a él, quien lo miraba de manera inexpresiva, como si no le sorprendiera que estuviera ahí.
—¿Dónde lo tienes? —Le preguntó sin vacilar al peligris, quien se quedó callado sin entender a que se refería.— Sé que tienes el cuerpo de mi hermano acá, ¿Dónde está, Kabuto?
—No tenemos el cuerpo. —Contestó mientras vaciaba unos líquidos en un frasco. — Si crees que podría usar el Sharingan, no. El sharingan deja de funcionar al momento de que el portador fallece. O por lo menos, tienes una hora de hacer el transplante.
—Tenías el tiempo suficiente. —Insitió el Uchiha, acercándose cada vez más.
—Lo sé. —Se encogió de hombros. — Llegué poco después de que te fuiste.
—¿¡Admites que lo robaste!? —Gritó furioso, activando su sharingan.
—Ya se me habían adelantado. —En ese momento, un sudor frío recorrió la sien del azabache. — Y no muy lejos de ahí estaban vigilando el cuerpo. No tenía opciones, estaría acabado si trataba de robar sus ojos.
—¿Quién robó su cuerpo entonces? Dices que cuando llegaste, ya se te habían adelantado. —Recordó lo que el otro había dicho. — Tuviste que haber visto quien era. —Aunque Kabuto simplemente guardó silencio, nisiquiera le dirigió la mirada. — ¡DIME! —Le espetó.
—Una chica. —Respondió, llamando la atención del azabache. — Y a lo lejos los vigilaba el compañero de equipo de Itachi, Kisame, si no me equivoco.
—¿Dejaste que una chica robara el cadáver de mi hermano? —No sabía que sentir realmente. Una chica desconocida había estado involucrada, al parecer ella estaba también presente en la batalla pero jamás la vio. Nisiquiera había presenciado su chakra.
—¿Cadáver? —Cuestionó en una ligera risa. Sasuke lo miró extrañado, eso era más que obvio. — Itachi no está muerto.
—¿Qué dices? —No podía ocultar su asombro, es más, desactivó su sharingan. — Eso es imposible. Yo mismo lo vi caer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Esa chica... —Se acomodó en su asiento, apoyando su codo sobre el mesón y su mejilla en su mano. — Esa chica tiene un gran potencial médico... Usó la restauración de órganos, para poder revivir su corazón y reparar sus otros órganos en mal estado. Por lo que vi, hasta estuvo tratando su ceguera.
