Han pasado tan solo un par de horas desde la intensa batalla entre los últimos miembros del Clan Uchiha. El menor de ellos finalmente había cumplido su promesa de matar a su hermano mayor con toda la intención de vengar la muerte de todo su clan, pe...
—Vaya, vaya... Miren a quien tenemos aquí. — Decía una chica de cabellos rojizos mientras se quitaba sus gafas y le regalaba una mirada coqueta a la persona que tenía frente a ella. — No esperábamos verte por aquí tan pronto, Sasuke-kun.
—En realidad pensábamos que ibas a estar llorando como un bebé tras saber la verdad de tu hermano. — Se burlaba un peli blanco de dientes afilados quien fue atravesado por la Katana del anterior mencionado por la chica, pero fue algo que no le causó el mínimo daño a causa de estar compuesto por el elemento del agua. Pero a pesar de ello, tragó en seco, asustado, pues hubiera sido asesinado de no ser así y no se hubiera percatado de eso.— He-Hey, que solo fue una broma.
—Tsk... —Simplemente decidió ignorarlo y fue hasta el sofá a sentarse. Se le había ocurrido ir a su guarida a descansar un poco su cabeza y además, a obtener ayuda de sus peones en la búsqueda de su ex-compañera de equipo. Sí, solo eran simples peones para el azabache. Piezas las cuales podía usar cuando y de la forma que quisiera.— Vine a descansar por unas horas.— Aclaró, dejando reposar su espalda en el respaldo del sofá.— Además, tienen trabajo que hacer.
—¿Eh? ¿Trabajo? — Habló la cuarta persona en esa habitación, un peli naranjo que tenía una expresión más pacifista y tranquila. — ¿Ordenes de Orochimaru-sama?
—Orochimaru no volverá por estos lados. —Dijo de manera segura, sorprendiendo a todos los presentes.— Yo seré el único que tendrá autoridad acá.
—¿¡Lo mataste!? —Se apresuró en preguntar el peliblanco, un tanto confundido por la situación y el cambio que estaba por suceder. El Uchiha se le quedó mirando por un breve momento y luego desvió la mirada, dándole a entender que no le respondería. — Entonces... ¿Cuál es el trabajo que nos tienes?
—Debemos buscar una chica.
—¿¡Una chica!? — Se exaltó la pelirroja al solo pensar en que el azabache podría estar interesado en otra mujer.
—Se trata de mi ex-compañera de equipo, su nombre es Sakura Haruno. — Comenzó a explicar, ganando miradas interrogantes de los demás.
—¿Cómo sabremos qué es ella? Aunque nos des una descripción clara, hay muchas mujeres que se parecen bastante.— El peli blanco era el más curioso que estaba por la misión que su nuevo líder les encomendaba.— Y aún no nos dices la razón por la que quieres que la traigamos hacia ti, ¿Tienen asuntos pendientes?
—En primer lugar, será fácil localizarla por su apariencia. — Volvió a ponerse de pie, yendo a recoger su katana que había quedado en el suelo.— Probablemente es la única persona que existe que posee un cabello color rosa.
—¿Rosa? —Una clara expresión de disgusto apareció en el rostro de la Uzumaki de tan solo imaginar a alguien con ese color de cabello.— Que horrible debe ser esa chica. —Y casi de inmediato de haber terminado la frase, sintió la punta de algo filoso en su garganta. El azabache la había apuntado con la katana y presionaba con la punta ligeramente contra el cuello de ella.
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