XVIII

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—Vamos, Itachi, no debes verte tan mal. —Dijo con frustración el menor de los Uchiha, se encontraba en la mesa de la cocina de su nuevo departamento, recargado sobre la mesa mientras esperaba que su hermano mayor viniese para verle, pues una de las amigas de Sakura le había traído ropa nueva con la cual podría andar con normalidad en la aldea sin que la gente lo viese con mala cara.

—Si tú lo dices. —Respondió este, entrando de una vez a la cocina para dejarse ver. El azabache subió su mirada, mirando a su hermano el cual se veía totalmente distinto, sobre todo porque tenía cogido todo su cabello en un pompón. — ¿Qué dices?

—Pues te ves como un aldeano común

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—Pues te ves como un aldeano común. —Se encogió de hombros en su silla, aunque en realidad pensaba que sí se veía bien, pero obviamente no se lo diría. Aún no se acostumbraba a convivir nuevamente con él y ya ha pasado otra semana más. Semana en la que la peli rosa aún no despertaba.

—También deberías cambiar tu otro atuendo, ya no estás con Orochimaru para tener que llevarlo.

—La costumbre. —Volvió a encogerse de hombros para después levantarse. — Iré a ver como está.

—Manténme informado, yo debo ir con la Hokage. —El azabache asintió, el pelinegro no necesitó saber el nombre de la persona a quien iría a ver su hermano, pues la respuesta era clara.

Ambos salieron del departamento para después tomar caminos distintos: Itachi iría a dar su primera fuente de información a la Hokage sobre los planes de los Akatsukis restantes mientras que Sasuke iba en dirección al hospital a ver a su antigua compañera de equipo y aunque le cueste admitirlo, a su cuñada.

Al llegar al hospital, ignoró cualquier pregunta de las enfermeras más jóvenes, desde su llegada había sido muy popular entre las chicas de su edad, al igual que Itachi, los únicos que no confiaban en ellos eran las personas mayores. Suspiró luego de haberse librado de una jóven que lo retuvo a unas puertas antes de la de Sakura, por lo que tuvo que dejar un clon suyo con ella para distraerla y escabullirse a la habitación, entrando en esta y cerrando, haciendo que el clon desapareciera, dejando totalmente desconcertada y confundida a la jóven enfermera.

—Que pesadas son. —Se dijo para sí mísmo mientras veía por la pequeña ventanilla de la puerta, asegurándose que nadie lo había visto.

—¿Sa... Sasuke-kun? —Su corazón se detuvo en ese mismo momento y su piel se tornó aún más blanca de lo que era. Reconocía a la perfección esa voz y temía no volver a oírla, pero lo estaba haciendo, realmente la había oído nombrarlo. Finalmente se volteó a verla, estaba tratandando de sentarse en la cama, obviamente con mucha dificultad por la falta de energías y movilidad por todo el tiempo que estuvo en coma, aunque claramente, ella no lo sabía.

—Sakura... —No podía creerlo, ¡Había despertado!.— ¡Sakura! —No era de expresar lo que sentía, pero en esos momentos sentía tanta felicidad dentro de él al verla finalmente conciente, que el correr y abrazarla había sido un impulso, al igual que estrecharle entre sus brazos. — Nos tenías realmente preocupados...

✘Bajo tus reglas✘ ItaSakuWhere stories live. Discover now