IX

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—¿Ocurre algo? Tienes mala cara. —Preguntó un pequeño niño de cabellos negros que miraba como la chica se balanceaba de manera inquietante en el columpio. — Soy pequeño, pero entiendo los problemas de los adultos,  por si quieres hablar.

—Una de las personas con las que vivo. —Comenzó a decir sin dejar de columpiarse. — Ha estado actuando muy raro últimamente.

—¿Dilemas amorosos? —Cuestionó el niño, haciendo que ella se detuviera y se quedara mirando la luna en lo más alto. Estaban en un pequeño parque del pueblo, por lo que tenían total vista al cielo. — Mi madre siempre dice que al corazón no se le puede engañar.

—Toda mi vida... He estado enamorada de una persona que jamás tuvo ningún interés en mí. —Confesó, ahora desviando su mirada hacia el suelo, recordando a su antiguo compañero de equipo. — Él se fue de la aldea... Y ya van varios años en los cuales he tratado con un amigo traerlo de regreso, pero siempre acaba en fracaso cuando lo intentamos.

—¿Y aún amas? —Ella lo miró sorprendida y algo avergonzada, era difícil el tratar éste tipo de temas con un niño, pero se le era tan fácil hablar con él. Al parecer, todos los problemas que ha tenido que tener en casa, provocó que haya tenido que madurar antes. Le dedicó una sonrisa más bien nostálgica.

—Creo que ahora... Solo me aferro a los recuerdos y al querer de que vuelva como nuestro amigo y compañero de equipo. —Se encogió hombros, regresandose a mirar a la luna. — Aún cuando él nos ha dejado claro que no volvería, yo insisto en que vuelva y mi amigo me prometió traerlo de regreso, pero siempre arriesga su vida al tratar de hacerlo.

—¿Y qué pasa con la persona con la que vives?

—Él me confunde. —Soltó un suspiro de frustración total, sin saber qué cosa hacer. — En un momento me trata mal y después... Se me confiesa. Y lo peor de todo, es el hermano mayor de la persona de la cual siempre estuve enamorada.

—¿Hermanos? —Se rió. — ¿Acaso niegas que tienes sentimientos por esa persona, solo porque es el hermano mayor del otro chico?

—Etto... No, pero...

—Solo debes hacer lo que tu corazón te mande.

—Eso hice y mírame, soy prisionera por su hermano mayor. —Se tomó su cabeza, apoyando sus codos sobre sus piernas. — Quise tratar de convencerlo para volver a la aldea, solo para que su hermano menor volviera también, pero todo resultó mal.

—¿Prisionera? —Le cuestionó algo extrañado. — Yo no veo que seas una prisionera... Estás conmigo, lejos de tu casa.

—Bueno, es verdad... Aún no sé como fue que me dejó venir sin peros...

Flash Back

La pelirosa después de haberse librado de aquella confesión, se encerró en su habitación, creyendo que no podría volver a mirar al Uchiha a la cara. Todo le daba vueltas, pero suponía que después de eso, tal vez él no le volvería a dirigir la palabra.

Negó un par de veces con la cabeza, creyendo que era mejor no pensar en eso, por ahora solo debía esperar a que se hiciera de noche para ir a ver a aquel niño con el cual había quedado.

Era casi media noche y Sakura había tratado de mantenerse despierta practicando sus jutsus médicos, cosa que la ha tenido ocupada su cabeza. Cuando en el reloj de la pared marcó las doce menos cinco, supo que ya debía tratar de salir.

Pero al intentarlo, cometió dos errores.

Al saltar por la ventana, el pie se le quedó atascado, por lo que al librarse, estaba por caer de culo al suelo, no tenía de otra que esperar el golpe, así que cerró sus ojos, pero jamás llego la fea caída. Al abrir sus ojos, estos se encontraron nuevamente con esos ojos negros que tanto ha querido había pensado evitar. Había caido sobre los brazos del Uchiha. Se le había olvidado el ver antes de saltar.

✘Bajo tus reglas✘ ItaSakuWhere stories live. Discover now