Han pasado tan solo un par de horas desde la intensa batalla entre los últimos miembros del Clan Uchiha. El menor de ellos finalmente había cumplido su promesa de matar a su hermano mayor con toda la intención de vengar la muerte de todo su clan, pe...
—Sakura-chan... ¿En dónde puedes estar...? —Se preguntaba el Uzumaki ya al borde del cansancio, había recorrido todo Sunagakure y los pueblos de sus alrededores. A este paso se demoraría mucho en encontrarla. — Debo hacer algo... Si es verdad lo que Sasuke dice, debes de estar en peligro. —Detuvo el paso en plena calle del pueblo en donde se encontraba a la vista de toda persona que paseaba cerca y formando un sello de manos, hizo que a su alrededor aparecieran unos treinta clones de sombra en total. — No importa si hay que buscar en tierra, aire o agua... ¡Te encontraremos, Sakura-chan!
Muy cerca de ahí, se encontraba el equipo 8 saltando entre los árboles, acercándose a toda prisa a los pueblos más cercanos de Suna en busca de su amiga perdida, aún nadie entendía la urgencia de buscarla, no era una niña pequeña, pero al parecer, la Hokage si estaba muy desesperada por encontrarla y llevarla a la aldea, por lo que no tenían más que obedecer las ordenes.
Todo iba normal hasta que la portadora del Byakugan sintió no muy lejos de ellos un chakra muy familiar, por lo que activó su habilidad ocular y comenzó a rastrearlo, hasta que lo encontró. Se trataba de aquel chico que siempre le había gustado, pero en esos momentos no podía pensar en algo sentimental con él, ahora su duda era, ¿Qué estaba haciendo él? ¿Por qué hizo clones para luego separarse? Lo que le sorprendía era que cada uno de los clones poseía un gran cantidad de chakra, creyendo que aquello era para que durasen más y si se enfrentaban en una pelea, no desaparecieran tan fácilmente.
«Naruto-kun... ¿Estarás buscando a Sakura-chan también?...»
. . .
Sasuke iba árbol tras árbol en dirección a Kumogakute, dejando un clon en cada pueblo con el que se cruzaba simplemente para estar seguros, pues estaban hablando de Itachi, alguien realmente inteligente, por lo que podría estar escondido a lo mejor en el lugar más obvio, pero a la vez, un lugar en donde nadie buscaría por la misma razón.
Aún seguía preguntándose en qué haría una vez tuviese a la peli rosa frente de él, ¿Debería de matarla?, ¿Agradecerle?, ¿Reclamarle?, pero sobre todo de eso, debía pedir explicaciones, ¿Qué ganaba con revivirlo? Y además, ¿Qué hacía ella en el lugar de batalla?
Nunca entendió el interés que ella le tenía, jamás fue amable ni mucho menos amigable. Todo lo contrario. Siempre fue malo con ella, le decía que era una molestia para el equipo y que seguiría siéndolo si no entrenaba lo suficiente. Jamás tuvo un interés más en Sakura, en cambio ella, era al revés, siempre estuvo muy enamorada de él.
«¡Hey, Sasuke-kun! ¿Qué te parece si caminamos juntos a casa?»
Se detuvo en seco al recordar todas las veces que ella de trató de acercarse a él, pero que cruelmente él no se lo permitió por tener su mirada oscurecida por el deseo de venganza.
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
—Quizá escuchó algo ese día y decidió revivirlo... —Comenzó a sacar conclusiones, lo más lógicas que pudiese. — Sakura... ¿Acaso lo hiciste para que yo regresara finalmente a la aldea?...
. . .
La oji jade estaba en shock al momento de sentir los labios ajenos sobre los suyos y se quedaron ahí por un buen momento en un simple pero cálido beso. Al momento de separarse, de ella aún no se iba la sorpresa, pero en cambio él, su expresión era más relajada y se sentía bien, había obtenido respuestas de todas sus dudas y ahora agradecía el que su hermano menor jamás se haya interesado en ella, no por egoísmo, pero dudaba poder sentir algo tan grande por alguna otra mujer. Ella le dio otra oportunidad de vivir, otra oportunidad de amar.
Había sido el primer beso de ella y jamás pensó darlo con alguien más que no fuera con su ex compañero de equipo, hermano menor de la persona que tenía en frente, pero ahora se encontraba ahí, parada justo delante de un atractivo hombre que se encontraba sin playera, mirándola de una manera penetrante. Por fin había reaccionado por completo y fue sintiendo como poco a poco su rostro comenzaba a tornarse rojo por la vergüenza. Se iba a escabullir de donde se era prisionera para entrar a su habitación y encerrarse, pero él fue más rápido y la cogió de la cintura, apegando el cuerpo de ella al suyo, volviendo a juntar sus labios.
Nuevamente acorraló a la peli rosa contra la pared, ésta vez moviendo sus labios contra los de ella, provocando nuevas sensaciones... Sakura por un lado tenía miedo. Estaba frente a un criminal, la persona que mató a todo su clan, pero aún así... Por otro lado, le gustó. Pero no debía corresponder, claro que no.
Otra vez trató de escapar pero él no se lo permitió, tomó ambas muñecas de ella y las afirmó en la pared justo sobre su cabeza y ahora se dirigió a besar el cuello de esta, dejando un camino de besos desde esa zona hasta su mejilla y luego volver a besar sus labios. Sakura lograba percibir el deseo que él tenía, sus besos lo demostraban, su manera de besar era brusca y desesperada, como esperando a que le correspondiera en algún momento y es que eso era lo que realmente él necesitaba, quería que ella sintiera lo mismo que él, que lo besara, que lo tocara. Que sintiera el mismo deseo que él tenía por ella.
—¡N-No! —Alcanzó a decir finalmente entre el beso. Él alejó un poco su rostro para poder verla, pero aún la tenía afirmada de sus muñecas. — Ésto... Ésto no...
—Él no te merece. —Sus palabras le fueron confusas en un princípio, sabía que se refería a Sasuke con "Él", pero lo que no entendía era el interés que él tenía en ella, ¿Sería una manera de agracer que lo haya revivido? Y si era así, ¿Era necesario que fuera de ésta manera?
—Acaso... ¿Tú sí? —Era poco lo que se conocían y ella aún se sentía en desconfianza, aún después de que Itachi le haya demostrado que no le haría daño.
—Quiero que sientas lo mismo que yo siento por ti. Y si es necesario que sea bajo tus reglas... Entonces que así sea.
—¿Pe-Pero de qué hablas...? —Eran muchas emociones para ella, no comprendía los sentimientos de él, ¿Qué es lo que realmente quiere de ella? Su rostro tampoco expresaba mucho para saber o por lo menos tener una idea de lo que estuviera pensando. — Tú...
—Me gustas, Sakura.— Fue como si le clavaran una estaca en su corazón, siempre deseo que esas palabras fuesen dichas por su amor de infancia, pero no era así. Sus ojos se cristalizaron, no quería volver a llorar frente a él. Y justo cuando una lágrima estaba por salir, Itachi la limpió con su pulgar, reposando ambas manos en las mejillas de ella. — Prometo no volver a hacerte llorar, juro protegerte con mi vida.
