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—¡Itachi, es hora de desayunar! —Gritó una peli rosa entrando a la habitación de aquel chico peli negro, algo mayor que ella, pero que tanto ha estado fastidiando sus sentimientos. El mencionado estaba aún en cama, no hace más de tres horas se había dormido y ya lo estaban despertando tan temprano. — Me dijiste que hoy saldríamos temprano, debes levantarte.

—Ya voy... —Era como si realmente lo estuvieran mandando y eso no le agradaba, pero no le quedaba de otra que hacer lo que ella quisiera.

«Si es necesario que sea bajo tus reglas... Entonces que así sea.»

No mentía en sus palabras, realmente quería que ella sintiera lo mismo que él, pero estaba algo preocupado por lo que ella pudiese pedirle.

—Vamos, sigues acostado. —Ella se acercó más a él, le tomó del brazo para ayudar a levantarlo y hacer que se sentara sobre la cama aún algo adormilado. — ¿Quieres tomar un baño antes de comer o después? Puedo prepararlo si quieres. —Aquello que ella quería hacer por él era realmente extraño y muy familiar para él, recordaba que su madre, Mikoto, solía decirle eso todos los días a su padre. Él siempre aceptaba encantado y es algo que el peli negro jamás entendió.

—Claro... Lo tomaré ahora, para despertar por completo.

—Pero no demores mucho, ¿Sí? —Fue lo último que le dijo antes de salir de la habitación para luego ir al baño de la segunda planta. Habían tres baños, uno en el primer piso para las “visitas”, el de la segunda planta para los que viviesen en la casa y el de la habitación de Sakura. Decidieron que la habitación con baño incluído sería para ella, por el simple hecho de ser una chica, no por machismo, pero vivía con dos hombres ahora y pensaban que ella debiese de querer más privacidad para sus cosas y así evitaría que la viesen salir en toalla del baño. Aunque ahora que el pelinegro lo pensaba, eso último no era tan mala idea. Claro, si solo la veía él.

Se levantó de la cama aún exhausto, pero suponía que cuando regresen podría descansar un poco más o eso esperaba.

Salió de la habitación y fue en dirección al baño en donde al llegar, estaba todo lleno de vapor, el agua de la ducha caía y había todo lo necesario en una cesta, ropa limpia, toallas, jabón, shampoo y acondicionador. No pensó mucho más en las cosas. Se quitó la ropa y se metió a la ducha, dejando que su cuerpo quedara totalmente empapado por el agua no tan caliente pero tampoco tibia. Estaba a una temperatura perfecta.

Cuando terminó su corta ducha, salió de ella, girando la llave para que así dejase de caer el agua. Se secó un poco el cabello como también el cuerpo y se comenzó a vestir, pero cuando estaba por ponerse su playera, tocaron la puerta. Aunque antes de decir nada, ésta se abrió.

—¡Te estás tardando mucho! —Le regañó la chica irrumpiendo en baño, quien en un principio tenía un ligero ceño fruncido, pero éste desapareció tras ver al peli negro recién salido de la ducha, nuevamente estaba semidesnudo y el que ahora tuviese su cabello suelto y mojado, provocaba un estilo aún más sexy en él. — Y-Yo... —Planeaba disculparse por entrar sin permiso, esperaba encontrarlo ya vestido o por lo menos, aún dentro de la ducha en donde no lo vería por culpa de los cristales empañados, pero no fue así. Su rostro estaba totalmente rojo y no lograba hacer que sus palabras salieran de su boca.

—Será mejor que cierres un poco tu boca, entrarán moscas. —Se burló él tras ver la reacción de ella. Le era divertido ver el rostro de ella rojo, eso le hacia saber que aún si ella lo niega, ella sentía algo por él por más pequeño que sea. Se vistió con la playera y finalmente decidió acercarse a ella, la cuál seguía sin poder hablar ni de mirarle y así tomar entre sus manos el rostro de la misma. — Realmente eres adorable.

✘Bajo tus reglas✘ ItaSakuWhere stories live. Discover now