Capítulo 9

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Los tres días antes de las vacaciones llegaron y con ello la ley del hielo se fue, por fin ese par de tontos se dignaron hablarme, los extrañaba mucho, siempre con ellos en todo momentos, que de la nada fue como si fuéramos extraños.

-Cuídate Hermi- Harry me abrazaba tan fuerte, que no me dejaba respirar

-Ha...Harry que no respiro- pude decir a penas

-Lo siento- vi que se peinaba con los dedos el cabello- es que me preocupa lo que pueda pasar, estando en la casa de eso- y señalo a Theo que estaba en una esquina esperándome.

- Tranquilo, que cualquier cosa te mando una lechuza para que vengas por mi- trataba de consolarlo, pero no es como que no nos fuéramos a ver nunca más, tan teatrales eran los hombre- y ¿tú no me darás un abrazo?-alce mi vista a mi amigo pelirrojo que estaba con las manos cruzadas en el pecho, abrí mis brazos en son de invitación para que se acercara

-Mi Hermi-sentía sus manos acariciar mi cabello- te extrañaremos en casa-

-Mándales mis saludos a los señores Weasley-atraje a Harry para que tuviéramos un abrazo grupal- Los quiero chicos, nos vemos en una semana más o menos-

-Ya es tiempo Hermione- sentí que hablo Theo

-Voy- volví a despedirme de mis amigos y me acerque lentamente a Theo

-Nos espera un Thestral en la puerta principal- se giro y comenzó a caminar hacia la salida del castillo, al llegar como había dicho el ya nos esperaban, me abrió la puerta y me dejo la pasada para que entrara, al subirse el también le dio indicaciones al animal y comenzó a partir.

Llegamos al expreso de Hogwarts y se me hizo extraño que solamente nosotros dos ocupáramos un tren completo. Pero Theo me dijo que siempre era así, no solo con él, sino mas bien con todo el alumnado que lo necesitara. Cuando termino el recorrido pasamos a través de la plataforma 9 3/4, y llegamos Londres Muggle.

-¿Que hacemos aquí Theo?- me atreví a preguntar

-Pensaba que podríamos comer algo antes de ir a la Manoir- su mirada buscaba algo, vi que sonreía y se dirigía hacia un auto.

-Wow, no sabía que te gustaban los autos muggle- dije impresionada en verlo.

-Claro, los muggles crean joyas de la velocidad- dijo orgulloso mirando su auto, vi que se bajo un hombre con traje y se nos acercaba- Alfred- saludo este

-Mr. Nott- saludo cortésmente el hombre- un gusto tenerlos con nosotros nuevamente, aquí tiene la llave- dijo entregándoselas

-Ve a la Manoir en una semana y media, para que te entregue mi bebe-Alfred abrí el maletero e ingreso nuestras pertenencias, al terminar de colocarlas ahí, Theo abrió la puerta del copiloto y me indico con la mano que me sentara.

-Gracias- solo pude decir, esta era la segunda vez que me abría la puerta, no estaba acostumbrada. Asintió la cabeza, vi que hablaba unas palabras más con Alfred y se subió en el asiento del piloto. Una remota parte de mi cabeza pensaba que nos estrellaríamos, o que conjugaría algún hechizo para que el auto se manejara solo, pero no. Reí internamente por las cosas absurdas que estaba pensando. Ya que el comenzó a manejar tan seguro de sí mismo, y a una gran velocidad.

-¿Cómo es que sabes manejar?-

-Mis padres eran aficionados a los autos- me miro un momento y sentí que caía dentro de la profundidad del mar de ojos que tiene.

-Vaya- solo atine a decir

-Sé que es lo que piensas Hermione- vi que sonreía - Piensas... ¿Como unos sangre pura tiene afición con algún objeto creado por los muggles?

Destined to be togetherWhere stories live. Discover now