Capítulo 25

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- ¿En dónde estoy? - pregunte al aire, trate que mis ojos se acostumbrarán a la oscuridad que inundaba la habitación, cuando pude ver ya algunas siluetas, comencé a arrastrarme para ir hacia ellas, estire lo que más pude mientras trataba de tocarlas para sentir las texturas y saber que era. Cuando por fin pude tocar algo, me di cuenta que era un aparato de metal.

Sentí un sonido a lo lejos y me di cuenta que eran pasos, escondí rápidamente lo que fuera esta cosa que tengo de metal, y me recosté en el piso cerrando mis ojos, tratando que mi respiración estuviese calmada.

-Pero mire a quien tenemos aquí- exclamo la persona que entro.

Mire de reojo y vi que Black estaba inclinado al lado mío, su mano tocaba mi piel expuesta y una oleada de repulsión se hizo presente, comencé a alejarlo, pero me pego una cachetada, trate de alejarme de él, pero me agarro con fuerza las manos. Lo miré a los ojos en ellos encontré lujuria, sentí temor por lo que pudiera pasar.

-Black-Llamo alguien que encontró-Nuestro señor te llama.

-Ya vengo-Me susurro en los oídos.

Quede en la misma posición, mi respiración se encontraba agitada, mire aun a la persona que había entrado a buscar a Black, al asqueroso Black, era un chico de no mas de 24 años, pálido y con su contextura delgada, sus ojos estaban puesto en los míos.

-No se como te agarraron Granger- Soltó de una, me sorprendí al escucharlo saber mi nombre, pero a la vez no tanto si era seguidor de ese Dios debe de haber escuchado mi nombre.

- ¿Quién eres? – Trate que mi voz sonara firme, pero aún me sentía aturdida por toda la situación.

-Soy una persona que te admira, que te podría ayudar, pero debes de cooperar conmigo, y también que cuando estés libre me ayudes a salir de esta situación. - Avanzo hasta una silla y se sentó en ella, cruzo sus piernas y espero a que asimilara lo que me había dicho.

- ¿Cooperar en qué sentido? - Me traté de sentarme en la misma posición en que me encontraba, pero el cuerpo me dolía a morir, debí de haber caído con fuerza cuando me dejaron aquí.

-No te gustara- Puso una de sus manos en su barbilla pensando y siguió diciendo- El quiere un hijo tuyo para completar su legado, y el te tomara si o si, lo que debemos hacer es que estés embarazada antes que el te llegue a tocar y luego que piense que el hijo es de él...-

Mis ojos se llenaron de lágrimas, la verdad puede ser cruda y me dolía lo que pensaban hacer conmigo, no sabia si confiaren el chico que estaba delante mío, pero...algo en me decía que el me ayudaría, ¿Pero a que costo?, me preguntaba.

-Tienes que ser fuerte, lo que el quiere hacerte no es hoy, pero será en algunos de estos días. Cierra tu mente o modifica algunos de tus memorias, pero que no se entere de lo que hemos hablado, yo ya tengo todo listo. - Se levanto y empezó a caminar de un lado a otro, desde el suelo seguía en la dirección en que iba. Unas punzadas en mi cabeza me estaban haciendo imposible pensar de manera correcta.

-Hare lo que sea, pero me tienes que ayudar- Dije mientras ponía mis manos en mi cabeza sentía que en cualquier momento me desplomaría.

-Lo que sea por ti- y ya no pude escuchar más, la oscuridad llego a mí, sentí que ya no estaba en la tierra, conocía esta sensación, sentía ya la presencia que estaba delante mío era Dumbledore.

-Mi querida Hermione, se por lo que tienes que pasar, pero sabemos que es necesario para acabar con la maldad que acecha nuestro mundo, desde tiempos inmemorables se había dicho que una mujer de familia Muggles, con una inteligencia nunca vista antes, ayudaría a la derrota del Dios Dorian, cuyo ser fue expulsado del Olimpo, nunca se supo de él, pero todos sus hermanos sabían de la ambición que llevaba en su corazón, por esa misma razón le quitaron un poco de su poder, sabían que el volvería y por eso eligieron a una persona que seria capaz de detenerlo, y esa eres tu Hermione, tienes la bendición de todos los Dioses y con ella tu familia lo estará, tendrás un don de cada uno de ellos lo que será heredado por tus hijos.- Su voz me llevaba a la historia podía ver como los Dioses desterraron Dorian, podía ver como elegían a la persona que lo derrotarían, vi mi nacimiento y como una luz entraba en mí.

-Así es querida, en ese mismo instante en que la luz entro en ti, fue el momento que fuiste bendecida- Y lo pude ver al hombre que mas admiro junto a mí, y su sonrisa me tranquilizo, me dije a mi misma que no puedo defraudarlo, no a él.

-Hare lo que sea para eliminarlo- Dije con firmeza.

-Confía en el- Me dijo

- ¿En quién? - Pero mi pregunta quedo en el aire, ya no estaba conmigo, pero me sentía con mas confianza, si ellos me eligieron debe ser por algo. Comencé a ver un poco de claridad, mi garganta, me ardía necesitaba agua con urgencia, traté de levantarme, pero no tenía fuerzas, unos golpes en la puerta me pusieron alerta, necesitaba poder defenderme.

Pero era el chico de antes, llevaba consigo un vaso de agua y una bandeja con comida, al verla sentí inmediatamente un abre horrible.

-Que bueno que despertaste Hermione- Se acerco y dejo la vendeja al lado mío, había en el un sándwich con un vaso de agua. Quise agradecerle, pero la garganta no me dejaba.

Bebi como si se fuera acabar el mundo. - Llevas desmayada tres días, es comprensible que tengas sed, pero bebe mas despacio, cuando termines de comer te hablare del plan que tengo para sacarte de aquí. – Me dijo.

Tome su recomendación y trate de beber mas lento y disfrutar, sentí un poco mas de energía, ya completamente satisfecha, repose unos minutos y espere para que el chico comenzara hablarme.

-Me llamo Erick, puede que no sepas quien soy, pero me salvaron de una tortura cuando escapaban de del tenebroso, me salvaron la vida y estaré eternamente agradecido, así que cuando escuche que Dorian estaba detrás de ti no dude en entrar a sus filas y que cuando tuviera la oportunidad de ayudarte lo haría, cuando escuche que estabas aquí me dije a mi mismo que era mi deber el ayudarte a salir de aquí.- Me sonrió, y sentí calma, una paz interior llego a mí, y lo recordé cuando Harry escapaba de los mortífagos nos separamos para despistarlos, cuando corría sentí unos gritos desgarradores, debía de escapar pero no podía hacer oídos sordos a una tortura, cautelosamente me introduje en la casa de donde provenía aquel grito, y vi que era un chico de no mas de 22 años siendo torturado por un mortífago, no podía matarlo, ya que no tenia mucha energía, pero me alcanzaba para aturdirlo, así que sin dudarlo lo hice, cuando me asegure de que estaba desmayado me acerque al chico para asistirlo, tenía evidencia de que había sido torturado por varias horas. Hice lo posible para curarlo y dejarlo en un lugar a salvo, ya no tenía energía tenía que irme de ese lugar antes de desmayarme y así lo hice le deje una nota al chico y me fui a descansar.

-Te recuerdo- Y me sonrió.

-Bueno Hermione, lo que te diré no te gustara...- Suspiro- Para que él no logre su objetivo debes de estar embarazada y ya vi que no lo estas, tengo que embarazarte Hermione- Me quede en shock, otro embarazo más, quise negarme, pero vi la sonrisa de Dumbledore, y supe a lo que se con que debía de confiar, tengo que hacerlo por todos, necesito que Theodore Nott me comprenda.

-Lo hare- Dije firme

-Se que lo harías- Sonrió nuevamente, y sentí paz, podía confiar en él. - Mañana en la noche te vendré a buscarte y lo haremos, colocare un hechizo para que quedes embarazada pero que él no se dará cuenta ya que lo camuflare. Espero que me perdones por esta propuesta tan descabellada, pero es la única solución que encontré- Y se marchó, mi corazón latía desenfrenadamente, ya no había vuelta atrás, estábamos en el juego final.

Destined to be togetherWhere stories live. Discover now