Capitulo 13

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- De la tierra hasta marte- le dije en un suspiro.

Noté como su cuerpo se tensaba, y se le erizaba la piel.
Sus ojos se volvieron mas intensos, me miraban con deseo, con lujuria.
Su boca cada vez estaba mas cerca de la mía y mis ojos hacían un viaje desde los suyos hasta su boca.

- Tengo tantas ganas de besarte...- dijo mientras sus ojos se desviaban de los míos para mirar mis labios

- ¿ Y qué te lo impide? - dije sin pensar.

Como si mis palabras fueran un pistoletazo de salida, se lanzó a mi boca con desesperación.
No era un beso dulce, no, era un beso lleno de pasión, de esos que te erizan la piel solo con el contacto de la lengua.
Una de sus manos que le servia de apoyo, viajó por mi cuerpo dibujando el contorno de este, deteniéndose en mi cadera y apretándola con fuerza.
Mis manos se adentraron en su pelo dándole pequeños estirones haciendo que un gemido saliera del fondo de su garganta.
Sus besos fueron bajando por mi mejilla hasta llegar a mi cuello,donde empezó a dar pequeños mordiscos que luego probablemente serian pequeñas marcas.
Mientras que su boca besaba mi cuello sus manos fueron en busca del final de mi camiseta y tiró de ella hasta hacerla sacar por mi cabeza.
Yo hice lo mismo con la suya, admirando cada músculo de su torso.

-Vamos - le dije mientras me intentaba incorporar.

- ¿A dónde? - me dijo levantándose del sofá.

- A la cama - dije cogiéndole la mano y guiándole hasta mi habitación.

No pude verle la cara cuando dije esas tres palabras, pero me seguro que tenia esa sonrisa amplia en la cara.

Mi habitación no era muy grande, en el centro de esta predominaba una cama de matrimonio
Al llegar a mi habitación me paré en seco delante de la cama y me giré para obsérvale, el aprovechó mi giro para besarme con ganas apretándome contra su cuerpo. Despacio fue depositándome en la cama quedando el encima de mi. Se incorporó un poco en la cama para observarme desde arriba, podía ver como pasaba su vista desde mis ojos hasta mi ombligo con una mirada intensa, y sin pensárselo dos veces empezó a acariciar mi tripa con sus manos hasta llegar a la hebilla de mi pantalón, desabrochándolos y deshaciéndose de ellos velozmente.

Yo estaba allí, sumida en su mirada, sin dejar de mirar cada movimiento que hacia, perpleja.
Estaba en ropa interior, expuesta a su mirada que viajaba desde mis piernas hasta mis ojos.

Sus manos empezaron a acariciar mis piernas ascendiendo por mis muslos hasta llegar al elástico de las braguitas que llevaba.
Deseaba que sus manos se adentraran dentro de ellas, pero subieron un poco mas dejando pequeñas caricias en mi torso.

Alzó la cabeza de mi tripa y entendió mi mirada de suplica, le estaba suplicando con la mirada que me tocara, necesitaba notar sus manos juguetonas en mi sexo.
Fue deslizando sus manos lentamente por mi cuerpo hasta llegar de nuevo a la goma de mis braguitas y las deslizó hacia abajo con delicadeza.
Cuando se deshizo de ellas empezó a acariciar mis piernas mientras dejaba pequeños besos en ellas.
Sus besos llegaron a mis muslos cosa que hizo que mi respiración se acelerara mas.Estaba deseosa, deseosa de sus caricias, y cachonda, muy cachonda.
Los besos fueron subiendo hasta que sus labios rozaron mi sexo, un suspiro salió de mi boca y mi cuerpo se estremeció y como si de una canción se tratara Alfred se puso a componer con su lengua, moviéndola con agilidad por aquellos rincones que sabia que me volvían loca. No tardé mucho en llegar al orgasmo, un orgasmo pleno, de esos que hacia mucho tiempo que no tenía.

Alfred subió por mi cuerpo hasta llegar a mi boca, la cual besó desesperadamente.

-Eres preciosa- dijo separándose un poco de mi, pero volviendo a mis labios rápidamente.

Le notaba duro, encima de mi, por lo que rápidamente me deshice de los pantalones que  le cubrían, no pude evitar observar con deseo el bulto que se le marcaba mientras me mordía el labio inferior.

El también estaba observándome por lo que se quitó los calzoncillos que le cubrían mientras me miraba,  disfrutando de la reacción que estaba teniendo al ver sus movimientos.

Mientras tanto, yo me incorporé un poco y me desabroché el sujetador, de manera sugerente,sacándole una sonrisa pícara. Alfred sabía como calentarme, pero yo también, y si quería jugar, jugaríamos.

Una vez estábamos desnudos los dos, nos quedamos mirándonos, como si no existiera nada mas. Alfred se acercó a mí y volvió a ponerse encima.
Notaba como su pene erecto rozaba contra mis muslos y mi sexo, haciendo amago de entrar pero sin llegar a hacerlo. Me estaba volviendo loca, y lo sabía, su sonrisa le delataba, mis gemidos cada vez eran más altos y los besos que le dejaba en el cuello eran mas intensos.

Hasta que sentí que se metía dentro de mi, haciéndome sentir plena, y con una sensación agradable que hacia mucho que no tenía. Al notarlo dentro gemí, bastante alto, haciendo que el también gimiera, el vaivén de sus caderas era lento pero profundo disfrutando de cada roce de piel...

Y ahí en esa cama, entre gemidos y respiraciones entrecortadas nos volvimos a encontrar,volviendo a encontrar esa magia que teníamos. Volviendo a ser uno.

-Ha sido increíble - dijo mientras se tumbaba a mi lado - eres increíble.

No sabia que decirle así que me limité a abrazarlo, y me quedé dormida al instante.

Un sonido repetitivo me despertó, no sabia muy bien que era y me estaba cabreando, no había dormido mucho, pero al abrir los ojos y encontrarme a Alfred, desnudo mirándome se me fue todo el enfado que tenía.

-Amaia están llamando a la puerta- me dijo mirándome con una sonrisa.

- Buaaa, ves tu, estoy muy cansada- dije mientras me daba la vuelta.

Escuche como Alfred se levantaba y abría la puerta.¿Quien podía ser a estas horas?

-AMAIA! -Escuché que me chilló Alfred desde la puerta-  ¿Puedes venir?

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Hola! Siento haber tardado tanto en escribir, pero esta semana ha sido de locos, me he ido a Madrid a ver a Amaia y no he parado ni un momento.

Alguno de vosotros ha estado en el teatro real? Fue una autentica pasada.

Muchas gracias por todas las lecturas y los comentarios, sois geniales y no sabéis la ilusión que me hace,

Muchas gracias por todo!

Un cariñazo!

Brillando a oscuras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora