ALFRED.
Cuando salimos de Universal el aire fresco nos azotó en la cara, estábamos entrando en primavera pero aun hacía bastante fresco, el aire aclaró un poco mi mente, la tenía saturada, habían pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo y necesitaba tiempo para asimilarlo y planear un plan, pero una cosa si tenía clara, iba a joder a Raul como fuera.
-Gracias por todo lo que has hecho allí arriba- dijo Amaia en cuanto empezamos a caminar. El aire de la calle le había sentado muy bien, tenia la cara colorada y el pelo se le revoloteaba con el viento.
- Estamos juntos en esto, era lo menos que podía hacer.
-No voy a dejar que dejes Universal, conseguiremos tener la exclusiva en dos días. ¿por dónde empezamos?
No pude evitar sonreír, Amaia siempre sabia como impresionarme, podía pasar de estar super indefensa a ser una persona a la que no se le podían parar los pies en cuestion de segundos. Me parecía realmente fascinante.
-Primero deberíamos de contárselo a las familias,sino no hará falta que rompan el contrato porque nos matarán antes- dije de manera graciosa, ella no pudo evitar sonreír.- ¿Cuando dijeron que venían tus padres?
-La semana que viene.
Mierda, no nos daba tiempo a juntar a los 4 para contarles la noticia, eso no me gustaba, quería que todos tuvieran el mismo protagonismo, todos se merecían enterarse a la vez.
-No nos da tiempo a traerlos aquí para contárselo... me sabe muy mal Amaix- dije mientras cogía su mano y seguíamos caminando.- me hubiera gustado que estuvieran los 4 juntos para contárselo
- No te preocupes, no pasa nada, no podemos evitar que las cosas sean así, hacemos una videollamada y ya está. Se alegrarán igualmente.
No pude evitar abrazarla, sabia que me lo estaba diciendo de verdad pero me dolía,ella también quería que sus padres estuvieran aquí, aunque ellos ya tenían mas nietos, a Amaia le hacía ilusión contárselo. Notaba como tenía la mirada triste porque aunque fuera inesperado era muy querido. Iba a hacer que vinieran, no sabía como, pero conseguiría que estuvieran aquí mañana, esperaba que no se asustaran mucho por las prisas. Le daría una sorpresa.
-¿Quieres que intentemos quedar mañana con ellos?
-¿Mañana? ¿Tan pronto?, madre mia, me he puesto nerviosa solo de pensarlo, pero si, no nos queda otra, voy a ver si puedo llamar a casa.
AMAIA.
Desde que habíamos salido de Universal no podía parar de pensar en lo que había hecho Alfred por mi, en tan pocos días había demostrado mucho.
No me gustaba que mis padres tuvieran que enterarse por una videollamada, pero no teníamos otra opción, o era videollamada o por telefono, solo teníamos dos días para poder comunicarlo y ellos vivían en otra ciudad, no era tan fácil que vinieran.
Supongo que habrían mas oportunidades para poder decírselo en persona.
Cogí el movil para llamar a mi casa mientras seguíamos caminando por la calle sin ningún rumbo fijo.
Un toque, dos toques...
-Si?- dijo la voz de la otra linea
-¿Mamá?- dije extrañada, no sonaba a la voz de mi madre.
- Soy Angela, Amaia, madre mía ya no te acuerdas ni de mi voz, ya te vale hermanita.- dijo haciéndose la ofendida.
-Ay que horror!Angela lo siento, esque no te esperaba en casa de los papás, por cierto, ¿qué haces allí?
-Hemos venido a comer Diego, los niños y yo, que hacía mucho tiempo que no los veíamos.
