Parte 20

1.8K 118 21
                                    

La voy a matar, pensé

La persona que se encontraba delante de mi no era Aitana, sino Alfred, con dos pizzas de nuestra pizzería favorita en las manos.
No sabría descifrar la cara que tenía, era entre una de alivio y preocupación, mi cara tenía que ser un poema la verdad.

-Hola, te he traído la comida- dijo en el umbral de la puerta.

-Hola - dije en un tono bastante seco- ¿qué haces aquí?

-Traerte la comida, ya te lo he dicho, Aitana me dijo que tenía que salir todo el día y me ofrecí para hacerte compañía.

-Vete Alfred,estoy bien. No quiero que estés aquí. No te necesito.

- No Amaia, no me voy a ir, deja de huir de todo y déjame que cuide de ti, estoy preocupado, dame solo 2 horas, si cuando pasen esas dos horas sigues queriendo que me vaya me iré, pero necesito que me escuches y tienes que comer, por favor.

-Vale, está bien - puse mi cara de resignada y me eché a un lado para que él pudiera entrar, en el fondo sabía que no podía decirle que no.Esta noche tenía una conversación pendiente con Aitana, esta se iba a enterar.

-¿cómo te encuentras?- dijo mientras depositaba las pizzas en la mesita del café

-Bien, estoy bastante mejor, tener a Aitana de sargento ayuda bastante- dije esbozando una sonrisa provocando que a él también le saliera y dejara entrever sus palitas.

-Tu cara no dice lo mismo, tienes una cara horrible- dijo mientras se acercaba a mi.

-Vaya gracias, tengo que estar feisima - dije en un arrebato de sinceridad.

-Queva Amaia, tu estarías guapa hasta con un saco en la cabeza- dijo esbozándome una sonrisa.

¿Estaba ligando conmigo? Estaba ligando conmigo. El chico había venido con la batería cargada. Al escuchar su comentario me ruboricé y mis mejillas empezaban a colorarse, me costaba tanto estar enfadada con él.

-Siéntate mientras lo preparo todo, no quiero que hagas esfuerzos- dijo mientras se iba directo a la cocina para preparar la mesa.
En ese instante se me vino a la mente una imagen nuestra, en ese mismo salón, yo con una tripa enorme y él encargándose de todo para que yo pudiera estar relajada y tranquila, se me estremeció el corazón, seguro que sería un padre increíble. Pero rápidamente deseché la idea, no estábamos juntos y seguramente él no quería a ese bebé.

-Me ha dicho Aitana que tienes que estar en reposo durante unas semanas,¿ podrás soportarlo? - dijo en un tono un poco de burla cuando se dejó caer en el sillón.

- No lo creo, no sabes lo aburrido que es no hacer nada- dije, él se rió.

Aunque estaba molesta con él su compañía hacía que estuviera mas tranquila, incluso el malestar de mi cuerpo se había ido.

Nos comimos las pizzas sentados en el sillón mirando una serie. Yo no comí mucho, tenía miedo de tener que salir corriendo al baño.

-¿No comes más? - me preguntó cuando vio que dejé de comer.

- No tengo mucha hambre la verdad- le dije

- Amaia, sé que te pasa algo más, sé no estás bien, te lo noto en los ojos.solo quiero decirte que puedes contármelo, que estoy aquí, ya sabes, por si te hace falta.

Maldito Alfred que sabía leer cada expresión de mi cuerpo.
¿Me estaba insinuando que sabía lo de mi embarazo? ¿Era él el que estaba escuchando detrás de la puerta del hospital? Mi cuerpo se tensó rápidamente, si lo sabía era una tontería seguir ocultándoselo, Asique había llegado el momento, iba a decírselo.

- No me pasa nada, está todo bien, Alfred. Deberías de preocuparte mas por tu noviecita en vez de venir aquí a traerme pizzas- volví al ataque, no podía dejar que me engatusara con sus palabras y cayera rendida a sus pies.

- Amaia.... De eso quería hablar contigo- dijo mientras se posicionaba en el sofá y se quedaba enfrente de mí.- Como te dije el otro día,Lucía no es nadie para mí, fue un antiguo ligue, sí, me acosté con ella, pero fue hace mucho tiempo. No entiendo por qué me besó, yo ni siquiera correspondí al beso, salí corriendo detrás de ti, pero corriste demasiado rápido y no te alcancé.He intentado explicártelo millones de veces, pero eres tan cabezota que no me has cogido el teléfono ni una sola vez.

No entiendo por qué te da tanto miedo que te quiera, Amaia - me dijo mientras me cogía las manos y las apretaba levemente y fijaba sus ojos en mi-Escúchame- me  dijo mientras yo levantaba la cabeza para mirarle- T'estimo,quiero hacer una vida contigo y hacernos viejos y tener muchos hijos, pero solo si estas preparada para ello.

-Alfred, yo... - Ahora Amaia, o ahora o nunca.

- Espera, deja que acabe- dijo poniendo un dedo sobre mis labios- Se que en el pasado te hice daño, que fui un maldito egoísta que pensaba que mi felicidad estaba en la música cuando de verdad mi felicidad solo está a tu lado. Solo espero que eso puedas perdonármelo, yo sé que me quieres tanto como te quiero yo a ti, me lo dicen tus ojos. Déjame quererte Amaia, no vuelvas a construir ese muro, podemos ir despacio, no tengo prisa, solo quiero tenerte a mi lado.

Alfred estaba soltando tantas cosas bonitas que no era capaz de articular palabra. Puede que si sea verdad que me quiera y que quiera tener algo conmigo y yo como soy una cabezona me aferro siempre a lo malo. A lo mejor si quiere ese hijo conmigo. Mientras el seguía diciendo un montón de cosas,hablé rápido, sin delicadezas. Soltando la bomba que tenía que haber soltado días atrás,.

-Estoy embarazada - Alfred se calló al instante.
tardó varios segundos en reaccionar.
Noté como la cara se le empezó a poner blanca, no había visto a una persona tan pálida en la vida.

- ¿Qué? - dijo un Alfred ojiplático.

ALFRED.

- Estoy embarazada - dijo muy rápido y con la boca pequeña.

Noté como la habitación me daba vueltas y empezaba a bajarme unos sudores fríos por la frente. Amaia me miraba con cara asustada.
La había perdido, por eso no quería saber nada de mí, ni quería hablar conmigo, estaba embarazada de Raul e iba a empezar una vida con él, había perdido la batalla y ella le había elegido. Mi mente empezó a nublarse y la presión en el pecho se hizo presente.
Me puse a pensar cuanto tiempo hacía que nos habíamos acostado, yo juraría que unas 3 semanas, pero era imposible, habíamos usado protección. Asique la ínfima idea de que el bebé fuera mío se me escapó de la mente en unos segundos. Se me encogió el corazón, todo lo que había deseado junto a Amaia se me había ido de las manos.Hubiera deseado que ese hijo fuera mío, no se como lo hubiéramos hecho, pero lo hubiéramos conseguido. La quería tanto, que hubiera hecho lo posible por que todo saliera bien.

Ella seguía mirándome, expectante, supongo que esperando una respuesta por mi parte, pero solo me salió decir.

-¿Qué?

- Que estoy embarazada- volvió a repetir, esta vez lo hizo de manera mas calmada, como si se hubiera quitado un peso de encima.

No sabía que decirle, ¿que me alegraba? ¿Que fuera muy feliz? Era incapaz de decirle nada, simplemente me quedé observándola.

-Alfred - dijo mientras me cogía de las manos- el bebé es tuyo.

- - - - - - - -

Hola!
Pues se ve que Amaia ya le ha soltado la bomba!

¿Cómo creéis que reaccionara Alfred ante la noticia?

Por cierto hemos llegado a las 10k visualizaciones y estoy flipando, muchas gracias por todo, por cada una de las visualizaciones y los comentarios me hacéis muy feliz

Habia pensado en hacer un extra, y aqui os pido consejo, que os gustaría saber? Algun punto de vista del otro en algún capitulo, la ruptura, os leo

Un cariñazo.

Brillando a oscuras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora