Capitulo 18

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ALFRED

Me asusté tanto cuando la vi salir de ese baño más pálida que la leche y tocandose la barriga, señal de que minutos antes había estado vomitando, que me quedé bastante paralizado.
Tenía tanto miedo de que le pasara algo que aunque sabía que ella no quería saber nada de mí no podía dejarla sola.

Le pregunté si necesitaba algo, si quería que la llevara a casa o al médico, pero ella se negó, se notaba que no quería saber nada de mí.
Cuando se giró para mirarme noté en su mirada que tenía miedo, no pude saber de que porque en ese momento se desplomó.

-Amaia! Amaia! - le gritaba mientras la intentaba sujetar- Amaia por dios responde! - pero no respondía, la cogí en brazos y la saqué del baño como pude.

- Por favor! Llamen a un medico! Chillé mientras me encaminaba con una Amaia inconsciente en mis brazos por los pasillos de las oficinas.

Marta vino corriendo al escuchar mis chillidos.

-¿Qué ha pasado Alfred? - me dijo mientras yo dejaba a Amaia en un sofá.

-No no lo sé.. - titubeé- estaba en el baño muy pálida y de repente se desplomó.

- Voy a llamar a una ambulancia- Marta se levantó corriendo buscando un teléfono.

-Alfred...- escuché la voz casi inaudible de Amaia -Estoy... - pero no llegué a entender lo que me dijo antes de que volviera a perder el conocimiento. Estaba empezando a ponerme muy nervioso.

-Amaia por favor dime algo, Amaia! - le acariciaba la cara mientras unas lágrimas salían por mis mejillas, me sentía super impotente, no sabía que le pasaba, y no podía hacer nada para ayudarla.

El medico llegó rápido, tras hacerle un chequeo decidió que era mejor llevarla al hospital para hacerle unas pruebas, llevaba demasiado tiempo inconsciente.

Marta subió con ella en la ambulancia, yo en cambio cogí un taxi, seguramente Amaia no quería que estuviera, pero no podía evitarlo, estaba muy preocupado.

Cuando llegué a la sala de espera estaba Marta sentada en una de las butacas.

-¿Cómo está, te han dicho algo? - le dije mientras me miraba.

-Alfred, ¿Qué haces aquí?- me dijo un poco extrañada.

- No podía dejarla sola, estoy preocupado, tu no le has visto la cara Marta,estaba super pálida- dije mientras le cogía las manos.

- Está bien, ahora que estas aquí voy a ir a por algo de beber, ¿quieres?- dijo mientras se levantaba de la butaca.

- No gracias, esperaré aquí.

No se cuanto tiempo estuve esperando, pero cada vez estaba más nervioso, y si de verdad le pasaba algo grave a Amaia ¿Y si estaba enferma? ¿Por qué no me había dicho nada?Seguramente no quería preocuparme.
Empecé a notar esa presión en el pecho tan característica y supe que me tenía que relajar sino sería yo el que acabara en una camilla.

-¿Familiares de Amaia Romero?- una voz grave se escuchó por toda la sala, levanté rápido la vista para ver de donde provenía.

- Si, yo- dije mientras me acercaba al hombre con bata blanca.

-La señorita Romero está estable- un gran alivio inundó mi cuerpo, estaba bien no le pasaba nada- pero tiene un grado elevado de deshidratación, y las defensas bastante bajas, parece que lleva varios días sin comer demasiado. También hay indicios de una gastroenteritis por lo que debido a su estado recomiendo que haga mucho reposo, necesita descansar. Sígame, cuando despierte se alegrará de verle- dijo mientras se encaminaba por uno de los pasillos.

No esté usted tan seguro de eso dije para mi mismo mientras le seguía por el pasillo. Me llevó a una habitación blanca, bastante sosa y sin ningún tipo de decoración.En el centro de esta se encontraba una camilla en la que descansaba Amaia, estaba llena de tubos y seguía sin abrir los ojos.

- Le hemos suministrado suero por vena para mantenerla hidratada, dentro de poco despertará, cuídela mucho - dijo mientras se encaminaba a la puerta

-Gracias doctor.

Una vez el doctor ya se había ido me acerqué a la cama. Como una persona llena de tubos podía estar tan guapa. La belleza de Amaia era espectacular, me tenía cautivado, no podía dejar de mirarla. Acerqué una de mis manos a su mejilla y empecé a acariciarla con cariño.

-Que susto me has dado Amaia- le dije mientras depositaba un beso en su frente, no me lo vuelvas a hacer nunca.

Noté como se empezaba a mover debajo de mi, por lo que me aparté rápidamente.

-Alfred? ¿Qué haces aquí?¿ Dónde estoy?- se encontraba desorientada, miraba hacia todos los lados con los ojos muy abiertos.

-Te has desmayado, estamos en el hospital- le dije mientras me acercaba y le tocaba el brazo- ha venido el medico y ha dicho que está todo bien. Asique puedes estar tranquila.

-¿Has hablado con el médico?- dijo mientras se incorporaba un poco y le cambiaba la cara al momento- ¿qué te ha dicho?

-Que está todo bien, que estás super deshidratada y que tienes las defensas bajas, ¿Cuánto tiempo llevas sin comer bien?

- Estos últimos días no me encontraba demasiado bien,he estado muy agobiada y estresada ¿Solo te ha dicho eso?

-Si, por? - dije algo extrañado

-No, por nada. ¿Qué haces aquí? - me dijo cambiando la cara a una más enfadada.

-Estaba preocupado, te desmayaste en mis brazos Amaia, necesitaba saber que estabas bien.

-Pues no te preocupes tanto, la otra noche no te importó saber si estaba bien antes de lanzarte a la boca de esa rubia. Y ahora por favor, vete.

- Espera, ¿Qué?, yo no la besé - le dije intentando que me escuchara y entendiera, no tenía nada con Lucía, era un antiguo ligue que no se por qué decidió que ese era buen momento para besarme, pero no era nadie, no significaba nada para mi.

- Mira Alfred, me da igual, ahora no es el momento, necesito descansar, pero por favor, vete- dijo mientras me giraba en la cama.

Necesitaba explicarle que Lucía no era nadie,pero entendía que ese no era el mejor momento, necesitaba descansar y recuperarse , ya lo hablaríamos mas adelante.

-Descansa, ya lo hablaremos- le dije mientras me encaminaba a la puerta.

-Adiós Alfred- me dijo seriamente.

Mientras iba por los pasillos del hospital me quedé pensando en la cara que puso cuando le dije que había hablado con el médico, ¿y si me ocultaba algo, y si no solo estaba deshidratada y de verdad estaba enferma? Ese tema era algo que me inquietaba un montón, ¿por qué me lo estaba ocultando? Fuera lo que fuere tenía que averiguarlo.

AMAIA

Cuando Alfred me dijo que había hablado con el médico mis miedos aumentaron, ¿le habría contado sobre mi embarazo? Pero al ver si reacción supe que no, mi secreto seguía guardado durante unos días mas.

Al poco tiempo de que Alfred saliera de mi habitación el medico volvió a entrar.

-Hola Amaia,¿Cómo te encuentras? - dijo mientras se acercaba a la cama.

-Estoy muy cansada, pero bien- le dije incorporándome un poco- oiga doctor, ¿el bebé está bien? - dije algo preocupada.

- Te voy a ser sincero Amaia, has venido en un estado bastante crítico, el bebé esta débil pero fuera de peligro, aun así te tienes que cuidar mucho si quieres que ese bebé crezca sano y fuerte, no es una tontería- dijo con un tono bastante seco.

-Muchas gracias doctor - dije justo antes de escuchar que la puerta se cerraba. Alguien había estado escuchando nuestra conversación.

- - - -

Holaaa!

He vuelto! Os ha gustado que sea Alfred el que haya contado la historia?
Este capitulo ha sido de regalo, estaba inspirada y me apetecía un montón escribirlo.

Nos leemos en comentarios.

Un cariñazo.

Brillando a oscuras.Where stories live. Discover now